«Las algas pueden ser de interés en la alimentación de los conejos, así como en la nutrición animal»

Abordamos con el investigador Javier García Alonso el proyecto Tirac que busca alternativas nutricionales con las que reducir el consumo de antibióticos en los conejos de cebo. El uso de algas se baraja como una alternativa para mejorar la salud intestinal de estos animales

«Las algas pueden ser de interés en la alimentación de los conejos, así como en la nutrición animal»

El investigador Javier García Alonso, de la Universidad Politécnica de Madrid, es uno de los profesionales involucrados en el proyecto.

La reducción del consumo de antibióticos es uno de los retos de la ganadería actual. Con este objetivo surge el proyecto Tirac, centrado en buscar alternativas para os coellos de cebo. El proyecto está siendo llevado a cabo por un grupo supra-autonómico, que está implicando tanto a Universidades como a criadores y empresas especializadas para localizar alternativas viables. 

Hablamos con el investigador Javier García Alonso, del Departamento de Producción Agraria (Animal) de la Universidad Politécnica de Madrid, una de las entidades implicadas en el proyecto para conocer los pormenores y el avance de la iniciativa.

-El objetivo del proyecto es lograr una reducción del uso de medicamentos utilizados frente a problemas digestivos en el conejo de cebo, ¿En qué líneas están trabajando para lograrlo?
-La reducción de la utilización de antibióticos solo se puede abordar de una manera integral mejorando todos los aspectos del manejo de la granja: ventilación, temperaturas, limpieza y desinfección, calidad del agua, manejo del nido, etc. Una vez optimizados todos los factores, se ha de formular un pienso lo más ajustado a las necesidades de los animales. Es importante remarcar que en la mayor parte de los casos el pienso no es el origen de los problemas digestivos pero una formulación inadecuada puede favorecerlos. En este contexto, nuestro proyecto se centra en identificar qué modificaciones en la composición del pienso pueden permitir prevenir y limitar la incidencia de distintas patologías digestivas durante el cebo.

-¿Qué características especiales tiene este proyecto?
-Hay que destacar que este proyecto parte de la colaboración entre la Industria y Miembros del Sector (De Heus, Porto-Muiños, Asociación de Productores de Conejos de Galicia -PROGACUN-, Cooperativa NARABA y la Granja Echegoyen) y la Universidad (Universidad de Santiago de Compostela y Universidad Politécnica de Madrid), coordinado técnicamente por el FEUGA (Fundación Empresa-Universidad Gallega). La colaboración entre todos estos agentes no es sencilla de articular, si bien permite combinar una gran experiencia a nivel de campo con otra a nivel experimental. Además, al realizarse los ensayos en distintas granjas en condiciones reales y variadas, permitirá obtener conclusiones más extrapolables a la realidad productiva.

-¿Cuáles son las principales enfermedades digestivas que afectan al conejo y sobre las que están trabajando?
-Las dos enfermedades digestivas que más incidencia tienen actualmente en los cebaderos son la colibacilosis y la enteropatía epizoótica. De la segunda todavía está por clarificar la etiología, lo que supone un serio inconveniente para elaborar estrategias para su control.

-¿Qué gasto pueden suponer estas enfermedades en una granja de cebo?
-La parte visible es el incremento de la mortalidad pero los efectos colaterales son la necesidad de medicar los animales y los peores índices técnicos obtenidos. Si bien, es una pregunta que podría contestar mejor un ganadero o un técnico de campo.

-¿Hay ya algunas estrategias nutricionales perfiladas?
-En ocasiones, algunas estrategias han demostrado mejorar la incidencia de estas enfermedades digestivas. Así, la reducción del nivel de proteína parece ejercer un efecto positivo, independientemente de la patología que pueda presentarse, mientras que la modificación del nivel y del tipo de fibra dependería del tipo de patógeno presente, resultando el incremento de fibra soluble más beneficioso en los brotes de enteropatía epizoótica.

-En el proyecto se plantea la incorporación de macroalgas o extractos de algas, ¿cómo ha surgido la idea de incluirlas?
-Las algas son un recurso sostenible que sin embargo no están suficientemente valorizadas. De hecho, no se emplean de manera generalizada en alimentación animal, en parte debido a su elevado contenido en humedad y minerales, como al desconocimiento de su composición química y valor nutricional. Sin embargo, las algas tienen componentes que pueden resultar de interés en la nutrición animal en general y en la de los conejos en particular. Entre ellos destacan su contenido en fibra fermentable, de sustancias bioactivas como la laminarina y los fucoidanos que podrían funcionar como prebióticos y/o moduladores del sistema inmune, lo que habrá que demostrar en el caso de los conejos, así como su contenido en ácidos grasos w-3. El objetivo del proyecto es evaluar qué especies de algas tal cual o productos extraídos de las mismas podrían tener un interés en la alimentación del conejo.

-¿Acabarán comiendo algas los conejos?
-Para eso habrá que esperar los resultados que obtengamos tanto en el laboratorio como en la granja, pero desde luego algunas especies de algas se podrían encajar bien con las características digestivas que tiene el conejo. Existen antecedentes de algunos subproductos vegetales que antes terminaban siendo utilizados como combustible o vertidos en estercoleros y que finalmente se han revalorizado como ingredientes de piensos de conejos.

-¿Hay precedentes en la incorporación de algas para la alimentación de ganado?
-Las algas se han utilizado tradicionalmente en zonas costeras cuando había escasez de forraje, especialmente en invierno en las costas del norte de Europa, si bien su uso no se ha generalizado debido a la falta de palatabilidad cuando se emplea como alimento único. La inclusión en piensos equilibrados de cantidades limitadas de algas podría facilitar su utilización.

-Otro de los ejes del proyecto es mejorar el valor nutricional de la carne de conejo, ¿cuál es el objetivo concreto que pretenden conseguir?
-La carne de conejo tiene unas cualidades nutricionales extraordinarias debido especialmente a su bajo contenido en grasa, compuesta mayoritariamente por ácidos grasos insaturados, a diferencia de lo que ocurre con la de otras especies. La alimentación del conejo con algas o subproductos de las mismas permitirá que la grasa depositada incremente su contenido en ácidos grasos de la familia w-3, que en muchos trabajos han demostrado favorecer la salud cardiovascular. Otra de las características diferenciales de la carne de conejo es su bajo contenido en sodio, lo que le hace ser una carne de especial interés para hipertensos.

-¿Cuáles son los resultados que han logrado por el momento?¿Qué plazos maneja el proyecto? ¿En qué fase se encuentran en estos momentos?
-Pese a que el Ministerio no ha publicado oficialmente la concesión definitiva de los proyectos, desde Go Tirac nos pusimos en marcha desde antes del verano. En primer lugar, lanzamos una encuesta a los cunicultores con el fin de caracterizar el manejo real que realizan, que como ya comenté es muy relevante a la hora de reducir la utilización de antibióticos. De momento, la respuesta de los ganaderos está siendo bastante positiva. En segundo lugar, se están seleccionando los candidatos de algas y sus subproductos a evaluar. Finalmente, ya estamos estudiando y debatiendo la formulación de los distritos piensos a evaluar durante el cebo. En dos años y medio deberíamos tener conclusiones para implementar o no en la práctica algunas de las estrategias evaluadas.

«Debemos poner en valor las alternativas que tenemos para alimentar al conejo, sin tener que importar alimentos de otros continentes»

-Al margen del proyecto Tirac, ¿cuáles son los principales retos que afronta el sector cunícola español?
-Uno de los principales problemas del sector cunícola es la reducción que se observa en el consumo de carne de conejo y que se atribuye tanto a los cambios en los hábitos que se están produciendo en los hogares españoles como al mayor precio que tiene frente a otras carnes. Está claro que habrá que seguir poniendo en valor características que tiene la carne de conejo y que no presentan otras carnes como su calidad intrínseca, ya comentada, o el hecho de que se puede alimentar a los conejos con piensos compuestos mayoritariamente por subproductos de la industria agroalimentaria, participando así de la economía circular, y de ingredientes que se pueden producir en España y Europa sin necesidad de importarlos de otros continentes y por tanto limitando su impacto ambiental.

-Europa mira también al sector cunícola para exigir una cría sin jaulas, ¿Supondrá tener que introducir cambios en la alimentación prescindir de las jaulas?
-El cambio de los alojamientos no debería presentar problemas técnicos en la fase de cebo, salvo la inversión a realizar por parte de los ganaderos, si bien la situación de las reproductoras es bien diferente. Además del cambio de alojamiento, seguramente los animales deberán disponer de elementos que puedan roer como forraje, ramas u algún otro elemento similar. En este caso, habrá que cuantificar la ingestión que hacen de estos alimentos y estudiar si es necesario retocar el aporte nutricional del pienso. Todos estos cambios supondrán un gran reto para el sector que deberá encontrar soluciones viables económicamente.

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