
En zonas como la ribera del Navia o en Betanzos se están recuperando castas autóctonas
El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó este martes la resolución de la Consellería do Medio Rural por la que se da publicidad a las ayudas concedidas al amparo de la orden de 2021 para apoyar la reestructuración y reconversión de la viña en Galicia. Así, un total de 196 beneficiarios recibirán un importe global de 2.612.414,46 euros destinados a operaciones encaminadas a la reimplantación de viñedo, a la reconversión varietal o a la mejora de las técnicas de gestión de las viñas.
La superficie de viñedo en la que se va a actuar gracias a estas subvenciones es de casi 250 hectáreas. Por provincias, la mayor parte corresponde a Pontevedra, con 114 hectáreas y 72 personas beneficiarias; le sigue Ourense, con 98 ha y 108 expedientes aprobados; mientras que en A Coruña se reestructurarán 20 hectáreas de seis viticultoras y en Lugo se actuará en 12 ha de 10 beneficiarios.
Estas subvenciones suponen una aportación de más de 2,6 millones de euros
Por zonas vitícolas, el mayor número de personas beneficiarias corresponde a la denominación de origen protegida Rías Baixas, con un total de 77 expedientes aprobados. Después se sitúa la de Monterrei con 46 beneficiarios, la de Valdeorras con 34, la de O Ribeiro con 28 y la de Ribeira Sacra con 9. Mientras, las indicaciones geográficas protegidas Betanzos y Terras do Navia registran una persona beneficiaria cada una.
Rías Baixas es la Denominación de Origen que acapara más beneficiarios, seguida de Monterrei, Valdeorras y O Ribeiro
Los principales objetivos de estas ayudas son llevar a cabo reajustes estructurales que hagan disminuir los sobrecostes de producción de las explotaciones vitícolas de Galicia, donde predomina el minifundio. Además, se consigue la mejora de las técnicas de gestión de las viñas y reconversiones varietales para optimizar su orientación al mercado adaptando las producciones a la demanda, al tiempo que se preservan las variedades viníferas autóctonas de la comunidad. De este modo, se aprovecha la elevada calidad diferenciada de la uva como ventaja competitiva en un mercado cada vez más globalizado.
Asimismo, a través de estas aportaciones aumenta el grado de profesionalización del sector vitícola gallego, al mismo tiempo que se potencia el relevo generacional y un desarrollo rural socialmente viable facilitando el acceso a las explotaciones de las personas viticultoras jóvenes y capacitadas, en particular de las mujeres viticultoras de Galicia.