“Lo más barato y efectivo contra la mamitis es hacer un buen manejo”

La mamitis o mastitis es la enfermedad más común en las vacas de leche y la que más pérdidas le provoca al ganadero. Entrevista a Xabier Bermúdez, veterinario especializado en sanidad de la ubre de la vaca

“Lo más barato y efectivo contra la mamitis es hacer un buen manejo”

Xabier Bermúdez

La mamitis es una inflamación de la glándula mamaria que provoca importantes pérdidas económicas en las explotaciones de vacuno de leche. Su incidencia fue aumentando a medida que se incrementaba la producción de leche por vaca gracias a la mejora genética.

Xabier Bermúdez, veterinario de Farmvet, está especializado en la salud de la ubre de la vaca. En este momento, está trabajando con un sistema de diagnóstico precoz de la mamitis y del tipo de bacteria específica que la provoca, para hacer así un tratamiento más específico.

¿Cuáles son las principales patologías de ubre en ganado vacuno en este momento?
La principal patología de la ubre en todo el mundo es la mamitis, que es un conjunto de patologías que están relacionadas con la infección de la glándula mamaria y que en más del 90% están causadas por bacterias, y en menor medida por levaduras y algas.

Podemos decir que a día de hoy es la enfermedad que más pérdidas económicas supone para una ganadería de vacuno de leche. Se estima que una sola mamitis clínica en una vaca puede suponer una pérdida de más 200 euros por vaca y año. En una mamitis subclínica, en la que no hay una alteración morfológica l simple vista, también ocasiona importantes pérdidas de producción.

¿Cuáles son los fallos más comunes que se producen en la detección de la mamitis?
El principal fallo que hay en la detección es no ver que animales presentan esta patología, y esto se corrige con una buena rutina en el ordeño. Normalmente una mastitis provoca inflamación, alteración de la leche con la aparición de grumos y cuando está en una fase más aguda o sobreaguda la vaca ya deja de comer. En este estado es cuando más fácilmente de detectan.

En cuanto a la mamitis subclínica es más difícil de detectar porque no hay síntomas evidentes y son las que más pérdidas provocan. Siempre se dice que las mamitis clínicas son la punta del iceberg y las subclínicas toda la parte que está debajo.

¿Cual suele ser la afectación media de la mastitis?
Depende mucho de cada explotación. Los objetivos con los que trabajamos están estandarizados a nivel de Europa y de Estados Unidos y establecen que una prevalencia por debajo del 20% del rebaño es aceptable. Es decir, que en una explotación de vacuno de leche en intensivo una de cada cinco vacas tuviese más de 200.000 células somáticas sería aceptable. Con más casos ya saltarían las alarmas.

¿Cuáles son los tratamientos más efectivos? Dentro de ellos, ¿son recomendables las vacunas?
La eficiencia de los tratamientos es algo que hay que valorar según la granja. La mastitis está provocada por bacterias y hay cientos de tipos de bacterias que la pueden causar, por lo que no hay un tratamiento estandarizado.

 “Las vacunas contra la mamitis aún no tienen una efectividad garantizada”

Las vías de tratamiento son fundamentalmente dos: el tratamiento curativo en base a antibióticos, fundamentalmente intramamarios, aunque también se pueden utilizar por vía parenteral. También otro tratamiento antibiótico, aunque es más profiláctico, que es el secado, en el que se aprovecha para corregir mamitis subclínicas o crónicas que llegan al final de la lactancia.

Y luego tendriamos una medida preventiva que son las vacunas. Considero que es un campo que aún está por desarrollar y las vacunas que hay en el mercado son específicas de unas determinadas bacterias, por lo que dependiendo del tipo de mamitis y de la bacteria que la provocó, las vacunas pueden ser más o menos efectivas a medio o largo plazo.

¿Que aspectos del manejo en una explotación de vacuno de leche se podrían mejorar para reducir los casos de mamitis?
Existen dos tipos de mamitis: de tipo contagioso, donde las vacas se van a contagiar fundamentalmente durante el ordeño; o bien de tipo ambiental.

Las estrategias para ambos casos son muy diferentes, pero algo común a todas ellas es el manejo. Es decir, hacer un buen manejo es mucho más efectivo y barato que hacer un buen tratamiento contra la mamitis.

Todo el manejo debe enfocarse hacia los tres factores que intervienen en la mamitis: el ambiente, el animal y el patógeno. A nivel de ambiente, debemos cuidar la higiene de las camas, de los pasillos, de la máquina de ordeño (buena rutina de ordeño, hacer estimulación de las ubres, retirar las pezoneras justo en el momento en el que la vaca deje de dar un flujo constante de leche, evitar daños en los pezones…etc). También hay que cuidar la alimentación, de forma que las vacas sólo consuman alimentos, y sobre todo silo, en buen estado, libre de hongos y de toxinas.

“Hacer un buen manejo es mucho más efectivo y barato que hacer un buen tratamiento”

A nivel del animal, debemos procurar no estresar a las vacas, sobre todo cuando van a entrar en la sala de ordeño, evitando golpes y gritos. En definitiva, cuidar que la vaca tenga unas condiciones inmunitarias excelentes, lo que la hará más resistente a la mastitis.

Y a nivel de patógeno es muy importante a detección del tipo de bacteria que la provoca para poder combatirla mejor.

¿Que tipo de cama se puede recomendar para prevenir las mastitis?
En Galicia tenemos que trabajar fundamentalmente con cubículos, debido a la elevada humedad. La única excepción podría ser la provincia de Ourense.

Para la cama de los cubículos intento trabajar siempre con arena pues me parece la cama ideal para la salud de la ubre, sabiendo que la arena presenta problemas a otros niveles como fosas de purín o desgastes de sistemas de limpieza.

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