Advirten de los efectos negativos de algunos retardantes de llama

El CSIC observa que los efectos de los retardantes de llama en los ecosistemas quemados persisten a los diez años. Este es el caso del polifosfato amónico,

Advirten de los efectos negativos de algunos retardantes de llama

Los retardantes son utilizados en el agua que llevan los hidroaviones

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que en 2002 inició en Galicia una línea de investigación pionera sobre los efectos de los principales retardantes de llama en los ecosistemas quemados, publica en Science of The Total Environment los resultados de su impacto a 10 años, lo que constituye el estudio más exhaustivo y a más largo plazo a nivel mundial acerca de las consecuencias que sobre el suelo y las plantas tienen estos productos, que potencian los efectos del agua en la extinción de un incendio.

Los resultados revelan que el efecto del polifosfato amónico, agente espumante y polímero de acrilamida, visible a corto y medio plazo, se mantiene a largo plazo, influyendo en parámetros como la calidad y fertilidad del suelo o el contenido en minerales de especies vegetales entre las que figuran determinados tipos de tojos, pinos y brezos.

La investigación se ha realizado en Galicia a través del grupo Bioquímica y Calidad de Suelos, del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas (IIAG), centro del CSIC en Santiago de Compostela que realiza investigación científica y técnica en el área agroforestal.

Para ello, los científicos del CSIC han tomado como zona de estudio Tomiño (Pontevedra), donde se extinguió en 2003 con polifosfato amónico, agente espumante y polímero de acrilamida una quema experimental tomando en todo momento las debidas precauciones ambientales, seleccionando un área de bajo interés ecológico, quemando sólo la superficie imprescindible –unas 20 parcelas de 500 m2 en total- y evitando la temporada de cría de la fauna silvestre.

Tras la quema, se recogieron periódicamente más de 140 muestras de suelos y 200 de seis especies vegetales (Pinus pinaster, Erica umbellata, Genista triacanthos, Pterospatum tridentatum, Ulex micranthus, Ulex europaeus) que, posteriormente, se analizaron en los laboratorios del IIAG.

Los retardantes de llama: evolución de su impacto a 1 años, 5 años y 10 años

En 2002 el grupo de grupo Bioquímica y Calidad de Suelos del CSIC diseñó una
investigación para estudiar a corto, medio y largo plazo los efectos de los retardantes de llama tanto en el suelo como en los nutrientes de las plantas y en la regeneración y crecimiento del matorral y pinos en una zona de Galicia.

En 2002 el CSIC inició el estudio, que se ha desarrollado en este tiempo en el marco de los proyectos de investigación “Influencia de los agentes extintores y retardantes de llama, empleados en el combate de los incendios forestales, sobre la restauración posterior del ecosistema”, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología con fondos de la Unión Europea, y “Evaluación de técnicas de protección de suelos y revegetación para restaurar ecosistemas forestales quemados”, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

“Sabíamos que los incendios forestales tienen efectos sobre las características físicoquímicas del suelo, la materia orgánica y los nutrientes, los microorganismos y la vegetación, pero, a raíz del empleo frecuente de los retardantes en la extinción, se hizo necesario, además, conocer con el mayor detalle posible y a diferentes intervalos de tiempo su toxicidad e impacto ecológico”, explica Serafín González Prieto, investigador científico del CSIC en el IIAG.

En 2006 y 2008, los científicos del CSIC publicaron los primeros resultados acerca del impacto de los retardantes de llama a corto plazo, es decir, entre 1 día y 1 año después de su aplicación.

Niveles tóxicos para la germinación de plantas

En este estudio se observó que los efectos del espumante y del polímero de acrilamida no eran muy relevantes en la disponibilidad de nutrientes del suelo, algo que sí pasaba con el polifosfato amónico, producto que aumentaba la concentración de fósforo y amonio hasta niveles tóxicos para la germinación de las plantas.

En 2011 los científicos del CSIC ampliaron el estudio con los resultados a medio plazo. “El espumante seguía siendo cinco años después de su aplicación el retardante de llama que menos impacto tenía en el suelo y la vegetación. El polímero de acrilamida provocaba una mayor mortandad en pinos (aunque los datos no eran concluyentes) y el uso del polifosfato amónico tenía efectos fertilizantes en el suelo y efectos negativos sobre las especies de matorral que una vez quemadas no rebrotan de cepa sino que dependen de la germinación de las semillas”, indica Serafín González Prieto.

Con la publicación del artículo en el número 515-516 de Science of the Total Environment, disponible online en la página web de la revista, los científicos dan por concluido, por el momento, la investigación iniciada en 2002.

“Ahora ya sabemos los efectos de estos productos a largo plazo. En general, cabe destacar que su impacto persiste en el polifosfato amónico y no es muy destacable en el caso del espumante y el polímero de acrilamida. En el caso del polifosfato amónico, hay niveles elevados de nitrógeno y fósforo en el suelo, lo que beneficia a unas especies de matorral y perjudica a otras; además, en los pinos provoca un crecimiento desequilibrado entre la copa y las raíces, a consecuencia del cual un tercio de los mismos fue tumbado por el viento”, destacan los científicos del CSIC.

En base a estos resultados y ante la creciente incorporación de agentes extintores y redardantes de llama en las tecnologías de combate de los incendios forestales, los científicos del CSIC sugieren tener bien presente que estos compuestos tienen repercusiones persistentes sobre los suelos y la vegetación. Por ello, inciden en la importancia de que los responsables de los programas de extinción de incendios tengan en cuenta los argumentos científicos que hay en torno a los efectos de los agentes extintores en la toma de decisiones acerca de cómo, cuándo y dónde emplear dichos compuestos.

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