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Las reacciones en España al acuerdo sobre la reforma de la PAC alcanzado en Bruselas inciden en algunas novedades que se ven oómo positivas. El ministro de Agricultura, Luis Planas, subraya que la reforma se corresponde “exactamente” con lo que España había pedido, incidiendo en cuestiones como el “aumento de apoyos para pequeñas y medianas explotaciones, agricultores jóvenes y mujeres”.
Uno de los cambios que Agricultura considera positivo es el establecimiento de un pago redistributivo para las primeras hectáreas de cada explotación, con el que se quiere beneficiar a los pequeños y medianos agricultores. Ese pago se financiará sobre todo a partir de los fondos que se les recorten a los actuales grandes beneficiarios de la PAC, pues se prevé un tope por beneficiario de 100.000 euros.
También se anuncian más ventajas para las personas jóvenes que se incorporen, pues se podrán beneficiar de una contribución de hasta 100.000 euros para iniciar su actividad y tendrán mayores complementos en los pagos directos por su condición de agricultores jóvenes.
Estructura de los pagos
La nueva PAC, que entrará en vigor en el 2023, se configurará a partir de una ayuda básica a la renta (el actual pago básico). Para cobrar esta ayuda básica, las explotaciones deberán cumplir con una condicionalidad reforzada que incluye el actual greening (pago verde). Otra parte de los pagos directos les llegará a los productores por medio de los llamados ecoesquemas, medidas complementarias a favor del clima y del medioambiente, pendientes de concretar y que representarán un mínimo del 20% de los pagos directos.
Durante los dos primeros años de la nueva PAC, además, habrá lo que el ministro califica como un periodo de “aprendizaje” de los ecoesquemas. Durante este periodo, los fondos que no se destinen a ecoesquemas podrán derivarse a otros pagos directos del primer pilar, según el ministro, si bien la ministra alemana, Julia Klöckner, también declaró que los fondos que no se gasten en ecoesquemas podrían derivarse a medidas agroambientales del segundo pilar.
En tanto no entra en vigor la nueva PAC, los productores continuarán percibiendo las ayudas en el 2021 y en el 2022 de acuerdo con las reglas actuales, pero conforme al nuevo presupuesto, que tendrá validez en el periodo 2021-2027. Queda por concretar si durante este periodo de transición de dos años habrá fondos de Europa sólo para los pagos directos del primer pilar o también para ayudas del segundo pilar como las agroambientales y los pagos para Zonas con Limitaciones Naturales, que en Galicia benefician principalmente a las ganaderías de zona de montaña.
Planes Estratégicos Nacionales
Tras el acuerdo del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE sobre la nueva PAC, ahora comienza la fase de negociaciones con el Parlamento Europeo y con la Comisión Europea para publicar los reglamentos que guiarán la nueva Política Agraria Común. Entre tanto, los Estados Miembros continúan trabajando en sus Planes Estratégicos Nacionales, en los que tendrán margen de actuación para decidir cuestiones como la de quién es agricultor genuino, es decir, quién tendrá derecho a cobrar las ayudas y quién no.
Se espera que España tenga un primer borrador de su Plan Estratégico Nacional para la próxima primavera. El ministro avanza que, entre otras cuestiones, ese Plan incluirá medidas de apoyo específicas para las mujeres, así como para las personas jóvenes (asignación de tutores, programas de intercambio, formación, etc.).
Ayudas acopladas
Otra novedad de la nueva PAC es que se autorizarán pagos vinculados a la producción (pagos acoplados) para sectores productivos sensibles. Es el caso en España de la aceituna de mesa y también se debatió la posibilidad de ayudas para el sector de la fruta y hortalizas, si bien por el momento esa opción no se concretó. Desde Galicia, el conselleiro de Medio Rural, José González, reclamó que si hay pagos para la para aceituna de mesa, también se establezcan pagos de la PAC para la castaña.
Críticas del Sindicato Labrego
Por su parte, el Sindicato Labrego difundió su postura con una nota de prensa en la que descalifica todo el sistema de la PAC. Para esta organización agraria, sería precisa una PAC que incluyera mecanismos de regulación de precios y mercados, así como un sistema de ayudas directas que estableciera pagos por persona activa, no por hectáreas ni por derechos históricos.
El Sindicato Labrego recuerda que los productores gallegos perciben uno de los importes medios más bajos por beneficiario de la PAC: 2.590 euros por persona frente a 3.959 euros de promedio en España, una cuestión que se asocia al menor número de hectáreas de las explotaciones gallegas.
