Las explotaciones de vacuno, tanto las de leche como las de carne, cuentan ya con una extensa normativa, pero desde el Ministerio de Agricultura se entiende que conviene diseñar una nueva regulación para abordar retos de futuro en aspectos como la ordenación de las granjas, la bioseguridad y el bienestar animal. Con el objetivo de asentar las bases de la futura legislación, Agricultura reunió esta semana en una jornada a cooperativas, organizaciones agrarias y otras entidades del sector.
Al encuentro asistió Román Santalla, responsable de Ganadería de Upa y secretario comarcal en el Deza de Unións Agrarias-Upa. De las cuestiones que se abordarán en la futura normativa, Santalla destaca los aspectos ligados con la bioseguridad y con el bienestar animal, ya que entiende que resultan importantes de cara al consumidor y para la exportación a otros mercados.
“Todo el sector estamos de acuerdo en la necesidad de un plan de ordenación de las explotaciones, pero siempre que se haga de una manera razonable. La nueva regulación no debe significar más carga económica ni más burocracia para las granjas” -valora Santalla.- “También defendemos que la legislación se adapte al tamaño de las explotaciones, que fue una propuesta que recabó un apoyo total. No se le pueden pedir los mismos requisitos a una granja familiar, que es nuestro modelo, que a una macroexplotación como la que se anunció para Soria”.
Urbanismo
El endurecimiento de cuestiones urbanísticas, como las distancias de las granjas a los núcleos de población, también preocupa en el sector. “La ganadería es uno de los pilares del desarrollo de los pueblos, por lo que esta cuestión habrá que tenerla en cuenta en cualquier regulación”, señala Santalla.
La normativa abordará además aspectos medioambientales y relacionados con la adaptación y mitigación del cambio climático.
De cara al otoño, se espera que Agricultura trabaje en borradores de la futura normativa de ordenación, para la que está buscando el consenso con el sector ganadero.