Agro Leite de Canha, economía circular para 1.200 vacas

Cerrar el ciclo productivo y aprovechar los desechos del proceso como recurso es la filosofía de esta explotación portuguesa que cuenta con quesería propia y que aumentó el rendimiento lechero gracias a los cruces de Frisona con Montbeliarde y Roja Sueca (viking red) del programa PROCROSS

Agro Leite de Canha, economía circular para 1.200 vacas

José Afonso Guerrero, encargado de Agro Leite de Canha

Treinta ganaderos y técnicos de cooperativas de Galicia, Asturias, Castilla y León y Andalucía realizaron a finales del pasado mes de noviembre una visita a Portugal para conocer de buena tinta los resultados obtenidos por granjas del país vecino que están siguiendo el programa PROCROSS para aumentar su rentabilidad.

Una de estas explotaciones es Agro Leite de Canha, situada en Montijo, en la región de Setúbal. Su propietario, Helder Duarte, posee también una quesería, Montiqueijo, creada en 1963 y que hoy es una de las principales marcas portuguesas productoras de queso fresco, requesón y queso curado de vaca.

Toda la producción de la explotación, que cuenta hoy con 1.234 animales, de los que 610 son vacas en ordeño, se destina a la quesería, que se suministra además con leche de otras granjas de la zona. El incremento de volumen de la quesería está llevando aparejado el crecimiento de la explotación ante la necesidad de mayor cantidad de materia prima para transformar.

Esto hace que Agro Leite de Canha sea hoy una granja en pleno proceso de crecimiento y modernización, con la construcción de nuevas instalaciones, la implantación de nuevos proyectos productivos y cambios tanto en el manejo como en el tipo de vacas de la explotación. A este respecto, decidió apostar por animales híbridos que aprovechen la capacidad productiva de las vacas Hosltein con la salud y la mejora de calidades que aportan razas como la Montbeliarde o la Roja sueca.

“El objetivo es que el 100% del rebaño sea fruto de cruces en un período corto de tiempo”

“Queremos más producción porque la quesería es capaz de asumirla, pero al mismo tiempo queremos una leche enfocada hacia elaboración de queso”, explica José Afonso Guerreiro, encargado de esta granja a la que llegó hace solo 5 meses procedente de otra explotación más pequeña pero en la que la mitad de sus animales eran procross.

En Agro Leite de Canha el 28% de las 610 vacas en ordeño son ya vacas híbridas, pero el objetivo es que el 100% del rebaño sea fruto de cruces en un período corto de tiempo, para lo cual se están inseminando todas las vacas que son Frisonas puras con toros Montbeliarde, una raza francesa de la que aseguran que aporta mayores calidades a la leche y una mejora en la fertilidad y la condición corporal de los animales resultantes. “Estos, a su vez son inseminados después con toros de raza Roja sueca, interesantes por la facilidad de parto y por la reducción notable de las enfermedades”, explica José Afonso. Una vez cerrado el ciclo de los tres cruces, se repite el proceso, comenzando de nuevo a inseminar con Holstein.

La revolución tranquila

Según los propietarios de esta explotación, esta técnica logra vacas más sanas y resistentes, con una mayor longevidad y, por lo tanto, mayor producción vitalicia, al tiempo que facilita el manejo y reduce la tasa de reemplazo provocando un incremento natural en el número de animales en producción, sin tener que hacer cambios significativos en la manera de trabajar. De hecho, los animales procross comparten espacio y alimentación con los frisones puros en Agro Leite de Canha.

En los pocos meses que José Afonso lleva en esta explotación está revolucionando su funcionamiento con cambios paulatinos que buscan el crecimiento productivo y un mayor rendimiento quesero de la leche. “Tengo muchas ideas, pero no es fácil llevarlas a la práctica, sobre todo con este tamaño”, admite. El promedio de producción está hoy por hoy en esta explotación en 34 litros para los animales 100% Holstein y 33 para los cruzados con Montbeliarde y Roja sueca, pero estas vacas híbridas producen leche con un 4,4% de grasa y un 3,5% de proteína, dos décimas más que las vacas frisonas puras de este establo. Además, según el encargado de esta granja, estos cruces aguantan mejor la leche durante toda la lactación, por lo que la producción anual por vaca es equiparable en los dos casos.

En esta ganadería las vacas de cruce producen leche con un 4,4% de grasa y un 3,5% de proteína

Al tiempo que se renueva el rebaño, en esta explotación está también renovando y modernizando sus instalaciones. Hace medio año inauguraron dos naves nuevas para la recría, una para las preñadas y otra para las que aún están sin inseminar, divididas en varios grupos de edad, en previsión del excedente de novillas que van a lograr con la introducción de los cruces. Esto va a permitir a esta explotación crecer sin tener que recurrir a la compra animales fuera de la explotación. El coste de recría es de unos 1.400 euros por novilla puesta a parto.

A pesar de que solo ponen semen sexado a las novillas en la primera inseminación, a los 12-13 meses, logran que casi el 50% de los nacimientos totales de las vacas en producción sean hembras, de forma que solo en 2017 nacieron más de 350 terneras para recría. Por eso, en el proyecto está también la construcción de unas nuevas instalaciones para tener las terneras recién nacidas hasta el momento del destete, que se produce a los 2 meses de vida. José Afonso espera poder reducir de este modo la mortandad en los neonatos, que se encuentra en la actualidad de esta granja en el 4% y que quiere bajar hasta el 2%. Las becerras reciben calostro durante los primeros dos días de vida y luego son alimentadas con leche en polvo (5 litros diarios con una concentración de 150 gramos por litro) mediante amamantadora. Los machos toman leche de las vacas paridas o a tratamiento y son vendidos a los 10 días.

Menos problemas en el parto y postparto

Uno de los efectos beneficiosos que José Afonso está percibiendo con la introducción del sistema de acoplamientos Procross es la merma considerable de los problemas de parto y postparto. “En los 5 meses que llevo no tuvimos ningún parto conflictivo y el postparto es también más fácil, porque las vacas limpian antes y pueden pasar antes al lote de producción”, explica.

Agro Leite de Canha combina 2 y 3 ordeños en los 4 lotes en los que tiene divididos los animales en producción, aplicando solo dos ordeños al inicio y al final de la lactación, de modo que dos de los grupos, en el que están las vacas que salen del postparto y en el que se encuentran los animales previo al secado, se ordeño solo dos veces al día, mientras que los dos grupos restantes se someten a tres ordeños: a las 4 de la madrugada, a las 10 y media de la mañana y a las 3 y media de la tarde.

 “Hacen 2 y 3 ordeños en los 4 lotes en los que tiene divididos los animales”

José Afonso considera que entre las cosas que hay que mudar está hacer más cambios hacia un manejo diferenciado de los distintos lotes y en la búsqueda de un seguimiento más individualizado de todos los animales, algo para lo cual van a introducir podómetros inteligentes, que les van a ayudar a separar las vacas y va a facilitar la aplicación de tratamientos, a la detección de celos y la inseminación.

El encargado de esta explotación también considera que la introducción del programa de cruce Procross está reduciendo la incidencia de cetosis, mamitis, desplazamiento de abomaso y otras enfermedades comunes, así como los accidentes por caídas o problemas de pezuñas o cojeras, dada la mayor rusticidad y resistencia de los animales híbridos resultantes. Igualmente, José Afonso detsaca que se reduce el promedio de días que pasan las vacas desde el momento del parto hasta estar de nuevo preñadas gracias a la mejora en los índices de fertilidad.

Limpeza dos pasillos con auga

420 hectáreas de cultivo

Agro Leite de Canha cuenta con un área agrícola total de 420 hectáreas, de las que 120 están al lado de la nave de la explotación y otras 250 ha en otra finca alquilada a unos 8 kilómetros. Una parte de esta superficie está sembrada con raigrass mezclado con trébol para aumentar la proteína del silo de hierba y donde hacen tres cortes anuales. Otra parte se destina a la producción de maíz forrajero con el que hacen unas 12.000 toneladas de silo de maíz y este año sembraron también 12 hectáreas de alfalfa, donde obtienen 6 cortes mediante regadío, con una calidad que alcanza el 60% de materia seca y el 23% de proteína.

Uno de los cambios que está introduciendo esta explotación en los últimos meses tiene que ver con la alimentación. En el caso de las vacas secas, por ejemplo, se introdujo progresivamente el silo de maíz en detrimento del de hierba y se complementa con 3 kilos de concentrado y hierba seca.

“La granja y la quesería dan empleo a 80 personas”

La ración de las vacas en producción consiste en 21 kilos de silo de maíz, 12 kilos de silo de hierba y 11,8 kilos de pienso, de los que 3,8 son soja y el resto concentrado a base de grano de maíz y de trigo molido. El coste de la ración puesta en el comedero es de 4,06 euros por vaca, gracias a un amplio parque de maquinaria que prácticamente les permite hacer todas las labores agrícolas, así como las tareas de almacenaje y fabricación de la ración.

La explotación cuenta con 20 trabajadores tanto para el trabajo en la granja como para las tareas agrícolas, entre ellos hay dos ingenieros (uno de ellos José Afonso) y un veterinario permanente y otro que hace la reproducción una vez por semana. En la quesería trabajan otras 60 personas.

Aprovechamiento de los desechos

Una de las cosas que llama la atención de esta explotación es el aprovechamiento que hace de distintos elementos residuales, convirtiéndolos de nuevo en recursos para la granja, algo conocido como economía circular. Por ejemplo, los patios donde están las vacas de producción se limpian con agua procedente de dos pozos con los que cuentan las instalaciones. El agua sale a presión por unas bocas de riego instaladas en el suelo. Ese agua que se usa para limpiar va a parar a unas balsas y se reutiliza después para regar el maíz y la alfalfa.

Del mismo modo, el suero resultante del proceso de elaboración del queso se emplea como alimento para las novillas. “Un camión cisterna lleva todos los días la leche de la granja a la quesería y trae de vuelta el suero, que beben las novillas junto con agua, con lo que evitamos tener que pagar por destruir ese suero y al mismo tiempo nos sirve como elemento nutritivo para las terneras”, explica José Afonso.

Reutilizan el suero del queso como alimento para las novillas

El siguiente paso en ese camino del reciclaje es un proyecto dirigido a la reutilización de la arena que se usa en los cubículos de las vacas en producción. “Todas las semanas viene uno o dos camiones de arena, que acaba en las balsas de purín. Lo que queremos es decantar esa arena para poder reutilizarla”, avanza el encargado de la granja.

Para las camas calientes de la recría están empleando paja de maíz porque es más barata que la paja convencional, a un precio prohibitivo este año también en Portugal por la escasez debido a la sequía. Las vacas de producción cuentan con todos los elementos necesarios para su bienestar, como por ejemplo un sistema de refrigeración automático que enciende los ventiladores cuanto la temperatura sube por encima de los 25 grados y complementa esto con la nebulización progresiva de agua sobre los animales cuando el termómetro llega a los 27 grados, un sistema que intenta paliar el descenso de producción por estrés térmico de las vacas en los meses de verano en una zona como esta, muy calurosa.

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