Agrocebola: Un ejemplo de diversificación en la comarca de A Limia

Con 21 años Daniel Joga Calvo tomó el relevo en su explotación agrícola familiar. En unas 70 hectáreas de terreno, recolectó la pasada campaña unos 600.000 kilos de cebolla y 2,5 millones de kilos de patata, apañadas a mano

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Agrocebola: Un ejemplo de diversificación en la comarca de A Limia

Daniel Joga Calvo con los dos cultivos que trabaja: patata y cebolla

Daniel Joga Calvo es un joven que con apenas 21 años tomó el relevo en Agrocebola, una explotación agrícola familiar situada en San Pedro de Laroá, en el ayuntamiento ourensano de Xinzo de Limia. Emplean a 5 personas de forma directa durante todo el año, pero en la época de cosecha llegan a contratar a hasta 40 trabajadores agrícolas.

Él es ya la tercera generación de agricultores de la familia: “Mis abuelos ya cultivaban unas 2 hectáreas de patata. Mi padre, Camilo Joga, tomó el relevo y fue quien dio el gran salto adelante, ampliando la superficie de cultivo y apostado hace 15 años por la diversificación con el cultivo de la cebolla”, explica.

El suyo fue un relevo imprevisto tras el repentino fallecimiento de su padre, uno de los grandes productores agrícolas de A Limia y uno de los labradores más innovadores y respetados de la comarca. “Me incorporé hace un año tras el fallecimiento de mi padre. Siempre me gustó la agricultura y trabajar con los tractores por lo que tuve claro que me quería dedicar a esto”, asegura.

“El precio de la cebolla tiene menos oscilaciones que el de la patata y nos da una seguridad”

En Agrocebola cultivan unas 70 hectáreas en los lugares de San Pedro de Laroá, Moreiras y Abavides, en el ayuntamiento de Xinzo. De ellas entre 50 y 60 hectáreas llevan patata y plantan otras 15 cada año de cebolla, un cultivo con demanda y que en A Limia encuentra unas condiciones excelentes para su cultivo a gran escala.

La razón de esta apuesta por diversificar la explica Daniel: “Mi padre empezó a cultivar cebolla primero en una cooperativa y después de forma independiente hay unos 15 años porque veía que su precio sufría menos oscilaciones que el de la patata y proporciona una seguridad”.

Así, y a pesar de que los gastos de cultivo son superiores, los precios de la cebolla en origen andan entre 45 y 50 céntimos el kilo. La variedad que cultivan es la Paja Virtudes, y aunque su rendimiento, unos 40.000 kilos por hectárea en un año normal, es inferior a la variedad Valenciana, Daniel Joga destaca que “la calidad y el sabor son superiores”.

Por lo demás, el proceso de cultivo no es muy complejo: “Encargamos la planta a un vivero de Toledo con el que trabajamos desde hace años y hacia finales de marzo o comienzos de abril la plantamos en cepellón con una máquina, y la regamos para que enraíce bien. Después, el proceso de cultivo es parecido al de la patata: damos un herbicida residual, y vamos regando por aspersión, para mantener la tierra húmeda. En torno al mes de septiembre es la cosecha: la recogemos a mano en grupos de entre 30 y 40 jornaleros y la almacenamos en cajones de madera de entre 700 y 800 kilos durante varios meses”, explica este agricultor.

 “Agrocebola es el segundo productor de cebolla de Galicia”

Otra clave para el éxito de este cultivo, junto a un buen abonado y el regadío en el momento preciso, es la rotación en el terreno, en este caso no vuelven a plantar cebolla en el mismo terreno hasta dentro de 6 años.

Por lo demás, el clima frío y más seco de la comarca de A Limia, favorece la conservación en el almacén. “Si la cebolla está sana y bien ventilada y la temperaturas bajas, se conserva bien”, destaca.

En un año normal recogen unos 600.000 kilos, lo que convierte a Agrocebola en el segundo productor de cebolla de Galicia después de la cooperativa Postoiro, situada también en A Limia.

En cuanto a la comercialización, su destino principal es Galicia, un mercado deficitario en este cultivo, lo que obliga a importarla de otras comunidades. “Con nuestra marca Agrocebola la vendemos a mayoristas que distribuyen en supermercados, hostelería…etc. También la vendemos directamente en nuestra tienda, A Casa da Pataca, situada en el barrio del Couto, en Ourense”, explica Daniel Joga.

Recogen la patata a mano porque mejora la presentación y la calidad del producto

En este establecimiento también venden directamente lo que sigue siendo su cultivo principal, la patata. Las variedades que cultivan son fundamentalmente la Agraria, que ocupa alrededor del 50% de la superficie plantada, seguida por la Kennebec y por la Dayfla.

Finca de cebolas de Agrocebola

Finca de cebolas de Agrocebola

En esta pasada campaña recogieron unos 2,5 millones de kilos, una cantidad inferior a los 3 millones de un año normal, debido a la sequía y a las elevadas temperaturas. En cuanto a la comercialización, Daniel Joga explica que “envasamos nosotros la patata y la vendemos tanto en tiendas como a grandes cadenas de distribución, y también exportamos sobre el 14% a Portugal”. También reparten directamente con una furgoneta a restaurantes y particulares de la ciudad de Ourense.

Una de las técnicas que mantiene Daniel Joga de su padre es la recogida de la patata a mano, hoy minoritaria en A Limia tras la llegada de las máquinas. “Creo que es el futuro, porque los productos agrícolas recogidos a mano se valoran más. En nuestro caso, la patata pasa directamente de la tierra al cajón. De esta forma se evitan los golpes que le da la máquina y se conserva mejor. Además, a la hora de comercializarla, el cliente busca que tenga un buen aspecto y esto se consigue más fácilmente tratándola con cuidado”, destaca.

E incluso la eficiencia llega a ser igual a la de la máquina. Así, la cuadrilla de hasta 40 trabajadores rumanos que contratan durante los dos meses de la campaña de cosecha llegan a recoger al día hasta 130.000 kilos, “lo que se equipara a lo que podría conseguirse con una máquina convencional, y con una mejor calidad”.

Daniel Joga cun dos traballadores que recollen a pataca a man. Foto: Daniel Portela, La Voz de Galicia

Daniel Joga cun dos traballadores que recollen a pataca a man. Foto: Daniel Portela, La Voz de Galicia

Futuro: Seguir diversificando y llegar al consumidor final

En cuanto al futuro de su explotación agrícola, Daniel Joga apuesta por “seguir ampliando superficie y continuar en la misma línea de mi padre: diversificar y llegar cada vez más al consumidor final, para evitar intermediarios y que tanto agricultores como consumidores tengamos mejores precios”.

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