Agromuralla pide una declaración de zona catastrófica por el maíz tumbado por el temporal

Los efectos del temporal Kirk y las continuas borrascas que están dejando lluvia en Galicia en este otoño están causando «pérdidas importantes» en las principales producciones agrarias, en especial en el maíz y en la patata. La asociación Agromuralla informa en nota de prensa de que está manteniendo contactos con otros colectivos afectados de cara a presentar una iniciativa conjunta ante la Xunta de Galicia en la que se pide la declaración de zona catastrófica de las áreas donde se concentran más daños. El objetivo es acceder a ayudas para paliar las pérdidas.

En el caso de las granjas de leche, una hectárea de maíz que no se pueda cosechar equivale a unos 4.000 euros, según Agromuralla, teniendo en cuenta los gastos de abonado, siembra y tratamientos (unos 1.500 euros), más el gasto que tendrán que hacer las explotaciones para llenar sus silos para alimentar al ganado durante el invierno (unos 2.500 euros para un rendimiento medio equivalente al obtenido en una hectárea).

Las zonas más afectadas
Los fuertes vientos y la intensa lluvia asociada a la borrasca Kirk produjeron daños importantes en las plantaciones de maíz forrajero por toda Galicia, tumbándolo y dejándolo inservible en muchos casos. El encharcamiento de las tierras dificulta además la entrada de la maquinaria para su ensilado y la posterior siembra de las praderas. Las comarcas más afectadas fueron las de la Terra Chá en Lugo, amplias zonas de A Coruña, como Curtis o Trazo, y la comarca del Deza en la provincia de Pontevedra.

En el caso de la comarca de A Limia, el sector más afectado es lo de la patata, con parcelas completamente inundadas donde el tubérculo no podrá ser recogido y pudrirá en la tierra, por lo que los ganaderos de leche se solidarizan con los agricultores ourensanos y apoyan sus reivindicaciones y las gestiones que están llevando a cabo.

Agromuralla pide además que las ayudas directas se extiendan a otros colectivos, como la castaña o el haba, cuyas producciones este año fueron estropeadas por el mal tiempo, tirando al suelo la castaña antes de que estuviese madura y pudriendo la haba en la planta en el caso de los productores de huerta.

Modificar las cláusulas del Agroseguro
«En la mayoría de los casos el problema para los productores se agrava porque la mayoría no cuentan con seguros que cubran estos daños, por lo que pedimos que sean valorados y cubiertos mediante ayudas directas de la Administración, puesto que la mayoría de agricultores y ganaderos no cuentan con pólizas que cubran estas pérdidas o, en el caso de los que tienen seguro, sus condiciones leoninas van a impedir el cobro de las indemnizaciones», asegura Agromuralla.

En este sentido, explica, «en muchas de ellas tiene que haber un mínimo del 8% de la superficie afectada», mientras que en otros seguros «la franquicia es muy alta» e impide que buena parte de los daños sean abonados.

El jabalí, otro «desastre natural»
Las pérdidas por los temporales de este año en los cultivos de maíz se unen a las del jabalí, que todos los años provoca cuantiosos destrozos en las principales zonas productoras y este año de manera más intensa.

«El mayor desastre natural que tiene el maíz en este momento sigue siendo el jabalí, que se convirtió en una auténtica plaga totalmente descontrolada, al igual que está aconteciendo con el lobo», asegura Agromuralla, que considera que la decisión de la Xunta de declarar la emergencia cinegética y permitir la caza del jabalí sin limitaciones en 260 ayuntamientos «llega muy tarde».