El Gobierno de Extremadura, una de las comunidades más afectadas por la enfermedad de la lengua azul, anunció, tras la reunión celebrada esta semana en el marco de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (Rasve), un cambio radical en la estrategia nacional para combatir esta enfermedad vírica que afecta al ganado ovino y bovino, pudiendo llegar a ser mortal para los animales.
Según la versión filtrada por el gobierno extremeño, el Ministerio de Agricultura y Pesca y las comunidades autónomas habrían llegado a un acuerdo para que la vacunación contra el virus en el ganado pase de ser obligatoria —como es ahora— a voluntaria. Por otro lado, ambas partes también habrían pactado suprimir las restricciones de movilidad del ganado vacuno y ovino en todo el territorio español —a excepción de las Islas Canarias y Baleares—. Hasta ahora, estos animales tenían que ser sometidos a numerosos trámites, como es el caso de pruebas PCR, para desplazarse por la península ibérica.
Con todo, este acuerdo todavía no está sobre el papel; materializar la medida requiere de una modificación profunda de la actual regulación, reflejada en la orden ministerial APA/1251/2020. De momento no hay confirmación oficial por parte del Ministerio de Agricultura.
Desde el sector ganadero consideran que, de materalizarse, sería una medida positiva para reducir la carga burocrática. «Xa case todas as comunidades están afectadas e hai moitos serotipos diferentes, o que está a xerar un trámite burocrático que impide os movementos de gando en España. Ademáis, para os animais que van a matadoiro debería suprimirse a obriga de vacinalo, xa que é absurdo», explica José Ramón González, representante de Unións Agrarias.
Sin embargo, al mismo tiempo también reconoce que hacer voluntaria la vacunación contra la lengua azul, también incrementará el riesgo sanitario de una mayor propagación de la enfermedad, con las consecuencias económicas que tendría para el sector tanto de vacuno de carne como de leche.