El Parlamento gallego aprobó la Lei de Mellora da Estrutura Agraria de Galicia, un proyecto, que busca agilizar los procesos de concentración parcelaria, que se pasan a llamar de reestructuración parcelaria. La iniciativa parte también con el objetivo de reducir el abandono de la tierra en Galicia, para lo que establece sanciones e incentivos fiscales que promuevan el uso o arrendamiento de las parcelas agrarias. El proyecto salió adelante solo con los votos del grupo popular, en tanto la oposición votó en contra, molesta por la denegación de más de 150 enmendas que había presentado a la ley.
Las medidas más conocidas que incluye la nueva normativa tratan de fomentar la movilidad de tierras por dos vías, las sanciones contra superficies abandonadas y los incentivos fiscales al arrendamiento de fincas a personas agricultoras profesionales.
Sanciones al abandono de tierras
En cuanto a las sanciones, la ley establece que la Administración podrá declarar como perímetros abandonados un conjunto de predios cuando existan evidentes riesgos de fuegos forestales o cuando haya demanda de tierra agraria en la zona.
En tales casos, la Admnistración le propondrá de oficio a los propietarios que pongan a producir la tierra, que la arrienden o que cedan su uso al Banco de Tierras. De no dar ninguno de estos pasos, el régimen sancionador -ya previsto en la Lei de Mobilidade de Terras- incluye multas entre los 300 y los 3.000 euros.
Beneficios fiscales por arrendamiento
El otro mecanismo con el que se quiere promover la movilidad de tierras agrarias es el de los incentivos fiscales, tanto en caso de herencias como de compraventas. En las herencias, la transmisión de las parcelas mediante venta o arrendamiento a una explotación agrícola supondrá deducciones del 99% en el impuesto de transmisiones patrimoniales. Lo mismo sucederá si las fincas se ponen a disposición del Banco de Tierras. En ambos casos, el titular de la parcela tendrá seis meses para hacer la transmisión. El plazo mínimo de cesión de las parcelas será de cinco años.
Para las compraventas, habrá también deducciones del 99%, tanto en el caso de explotaciones agrarias como en el de parcelas sueltas. Con estas medidas, la Administración trata fundamentalmente de evitar que los herederos con actividad no agraria dejen las parcelas abandonadas o infrautilizadas.
Reestructuración parcelaria
La Ley de Mejora de la Estructura Agraria de Galicia dedica la mayor parte de su texto a definir los procesos que se seguirán en las reestructuraciones parcelarias, que hasta ahora se venían llamando concentraciones parcelarias. La nueva normativa aspira a simplificar y reducir el tiempo de realización de las parcelarias, que a menudo venían siendo proyectos farragosos que se dilataban en exceso en el tiempo.
En el articulado de la Ley se detallan los procesos a seguir en el caso de las reestructuraciones parcelarias públicas y también en las de carácter privado, bien agrario o forestal. Se establece también la posibilidad de planes de permutas voluntarias de fincas.
Debate parlamentario
La aprobación parlamentaria de la Ley de de Mellora da Estrutura Agraria de Galicia (Metaga) se hizo con los únicos votos a favor del grupo popular, en tanto los grupos de la oposición criticaron que sólo se hayan aceptado una decena de las más de 150 enmiendas que habían presentado a la norma.
En concreto, el Bloque destacó que ninguna de sus 90 propuestas fue tenida en cuenta. Entre las medidas presentadas por el Bloque, figuraba la de evitar la forestación de tierras agrarias o la de crear polígonos de uso en común de las tierras. “La Lei es sólo un ‘lífting’ de las concentraciones parcelarias. Si no se ponen más recursos y personal, no se va a conseguir agilizar las concentraciones», pronosticó la nacionalista Tareixa Paz.
El grupo de Alternativa Galega de Esquerda también criticó que la normativa, a su entender, no pusiera freno a la forestación de tierras agrarias y señaló que no se abordaban asuntos sustantivos para el rural. De similar manera se expresó el grupo socialista, que subrayó que no hay «nada nuevo»: «Esta Lei es sólo una aspirina de las concentraciones parcelarias, pero no servirá de mucho más», señaló el diputado socialista Pablo García.
El grupo popular, por su parte, consideró que la oposición carecía de fundamentos para no apoyar la Ley y la acusó de espíritu poco colaborador.