Aprobado un decreto que le exige a las granjas avícolas un plan de gestión de estiércoles

El Ministerio señala que la nueva normativa busca mejorar el bienestar animal y reducir el impacto ambiental de la actividad

Aprobado un decreto que le exige a las granjas avícolas un plan de gestión de estiércoles

El Consejo de Ministros ha aprobado un nuevo real decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas avícolas. La normativa, según el Ministerio, supondrá una mejora en las condiciones de sanidad animal y medioambiental, pues se actualizan las anteriores normas, que databan del 2005, y se incorpora al sector avícola de puesta, que carecía de reglas específicas.

Las principales novedades que recoge la norma se articulan en torno a dos grandes áreas: reforzar los requisitos en materia de sanidad animal y bioseguridad de las granjas, con el fin de mantener un estatus sanitario adecuado en las mismas, y adoptar compromisos en materia de medio ambiente, relacionados con la protección del agua, el aire, los suelos y la lucha contra el cambio climático.

En este ámbito, la norma introduce la obligatoriedad de que las granjas dispongan de un plan de gestión en estiércoles, para evitar la contaminación del aire y de los suelos, y que formará parte de un plan de gestión ambiental individualizado para cada granja.

Cálculo de emisiones por granja
La nueva norma introduce también medidas para la reducción de las emisiones de gases contaminantes, en particular de amoniaco, y de efecto invernadero. Así, cada graja deberá disponer, de manera individualizada, de un registro de emisiones, en el que se precisarán las técnicas utilizadas para su reducción (“mejores técnicas disponibles”).

Plan de bienestar animal en cada explotación
Cabe destacar también la consolidación del marco normativo actual en materia de bienestar animal, para lo que se establecen requisitos horizontales en materia de formación, se incorporan recomendaciones de bienestar animal para aquellas especies que no cuentan con normativa específica de la UE y se exige un plan individual para cada granja, que evalúe los potenciales riesgos para el bienestar de los animales.

Todo ello será posible por la introducción de manera obligatoria de la figura del veterinario de explotación, que será el responsable de asesorar sobre los aspectos relacionados con la sanidad y el bienestar de los animales.

Por otra parte, para mejorar y garantizar el cumplimiento de los requisitos que establece la norma, se introduce la obligación de contar con un sistema integral de gestión en la granja, donde queden recogidos los distintos planes y protocolos implantados en la misma en ámbitos sanitarios, de limpieza, mantenimiento de las instalaciones, bienestar animal, gestión de estiércoles o de distintos residuos, y formación y control de antibióticos, entre otros aspectos.

El Ministerio, por último, señala que la publicación de este nuevo real decreto permitirá establecer las bases para el desarrollo ordenado de la actividad en los próximos años, integrando los principales retos a los que se enfrenta el sector, y que definirán en gran medida su posición competitiva tanto en los mercados mundiales como ante la sociedad.

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