Aprovechamiento maderero de frondosas caducifolias: requisitos, criterios y complejidad de la situación actual

La tala de especies como el roble, el rebollo o el abedul se hace con frecuencia en Galicia sólo con destino a leñas domésticas. La ausencia de una selección genética y de cuidados silvícolas dificultan destinos industriales de mayor valor. A esta realidad, se unen las restricciones a la tala de frondosas caducifolias. Analizamos el escenario

Aprovechamiento maderero de frondosas caducifolias: requisitos, criterios y complejidad de la situación actual

La falta de una buena gestión forestal de este tipo de especies está vinculada a dificultades en su explotación

Las especies de frondosas caducifolias, como el roble, castaño, fresno o abedul, tienen un criterio especial de protección para su aprovechamiento maderero.

El marco legal para aprovechamiento maderero de frondosas exige siempre tramitar una autorización previa. «Para realizar una tala de frondosas, no hay una diferenciación de espacios en función de sus afecciones, sean por Red Natural, Patrimonio Natural, Augas de Galicia u otras. Siempre hay que tramitar una autorización», explica Ana Oróns, secretaria general de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga).

Marco legal
Actualmente, en Galicia, hay dos vías para tramitar la tala de madera, mediante una simple declaración responsable previa, en los casos de pinos o eucaliptos, o cursando una solicitud de autorización, en el caso de las frondosas. «Es necesario tramitar la petición y esperar dos meses para la resolución oficial, donde se comunica si puedes realizar la tala o no, y en que términos», expresa la secretaria general de Fearmaga.

Para valorar la solicitud, hay una visita a la parcela del personal técnico del distrito forestal correspondiente. «Sobre el terreno, el personal del distrito determinará que árboles se pueden cortar, en que cantidad o cuales no se podrían tocar», especifica Ana Oróns.

Si la parcela tuviera afecciones territoriales de índole supra-autonómica, «los plazos ya no aplicarían en esos dos meses, sino que habría que esperar a tener una resolución expresa; por ejemplo, en zonas del interior de Lugo, con amplias masas de frondosas caducifolias, si tienen una afección por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, habría que esperar a la resolución de esa administración», detalla la secretaria de Fearmaga.

La única excepción a la obligatoriedad de pedir permiso son las leñas domésticas. «Las talas de leñas de autoconsumo se podrían hacer mediante declaración responsable, pero habría una limitación de 10 metros cúbicos al año, entre otras», amplía Oróns.

Masas mixtas
Las frecuentes masas mixtas de árboles también están reguladas. «Sea una masa de pinos o de eucaliptos que esté mezclada con frondosas caducifolias, «siempre que el número de pies supere más del 10% de la parcela, es necesaria la solicitud de una autorización para su tala», señala la secretaria general de Fearmaga. En este porcentaje se contabilizan los denominados «pies mayores», es decir, árboles que tengan más de 7,5 cm. de diámetro.

Criterios de la administración
Los criterios de la Administración para autorizar las talas de frondosas y sus condiciones varían en función de factores como las especies, su edad, la ubicación o el destino de la madera. En el sector forestal, una queja recurrente es que, con frecuencia, los permisos para la corta de frondosas sólo permiten el aprovechamiento de un 30-40% de los pies, lo que dificulta las talas.

Para definir los criterios de tala, en parcelas de menos de una hectárea ubicadas en suelo rústico forestal, el personal del distrito forestal aplica las directrices de los modelos silvícolas publicados por la Xunta para las distintas especies forestales, según explica el agente forestal José Luis Lage (Distrito II, Betanzos). Estos modelos marcan desde los criterios de plantación y cuidados silvícolas hasta el método de tala final.

En el caso de las frondosas caducifolias, los modelos de determinadas especies, como robles o rebollos adultos, establecen la necesidad de dejar una reserva de arbolado, si bien en otros casos se permiten talas a matarrasa, es decir, del total de los pies de la parcela, o se recomienda la tala en franjas o bosquetes, como en el caso del abedul.

En el caso de parcelas con frondosas caducifolias diferentes, ¿cómo sabemos que tratamiento silvícola aplica?. Según aporta Lage, en esos casos «se procede estimando cuál es la especie predominante para determinar el modelo silvícola concreto».

Con respecto a aquellas superficies de tala que superen la hectárea, y en las cuales se encuentren masas de caducifolias, «la Lei de Montes obliga a la presentación de un ‘Plan técnico de talas’ en el que se detalle el inventario, usos de tala, etc.» -explica el agente forestal-. «El plan debería contar con la información y documentación necesaria, además de hacer constar la intencionalidad de volver a plantar con las mismas especies, o con otras similares del anexo I de la Lei de Montes», detalla.

En montes mixtos, con pinos y eucaliptos, en los que no exista una masa continua de frondosas caducifolias «existe una dificultad condicionada por el contexto, por eso es necesario atender caso a caso», comenta Lage. En este supuesto,»se procede a hacer una estimación de aquellos árboles que son daños ineludibles a la hora de cortar las especies para las que formulas la solicitud», especifica el agente.

Situación y perspectivas de futuro

La amplia presencia de masas de frondosas caducifolias en Galicia, con una superficie que ronda el medio millón hectáreas, choca con su escaso aprovechamiento industrial. «Lo que nos estamos encontrando es que el principal aprovechamiento es leñoso» -comenta el presidente de Fearmaga, Elier Ojea, dueño de un aserradero familiar en Ourense-. «En muchas partes, por la falta de una correcta gestión forestal y de aplicación de un tratamiento silvícola, muchos árboles nacen unos encima de otros, torcidos o pequeños», confirma el presidente de Fearmaga.

Elier Ojea hace hincapié en la necesidad de mentalizar a la gente de la importancia de «darle un cuidado adecuado a las frondosas caducifolias, ya que es la manera de conseguir un precio adecuado, y, asimismo, evitar su importación».

Desde la Asociación Forestal de Galicia, su director, Francisco Dans. subraya que Galicia es un territorio fructífero para este tipo de árboles, pero apunta que «si queremos aumentar la superficie de frondosas, que la gente las cuide, y extraer madera de calidad, hay que cambiar la perspectiva».

«El de las frondosas se trata de un mundo por desarrollar, sobre el que nosotros estamos tratando de divulgar técnicas y procedimientos modelo, con cursos como los que hacemos en el monte demostrativo del Pico Sacro (Boqueixón)», destaca Francisco Dans.

«Las nuevas plantaciones específicas, tanto de frutales como madereras o mixtas, tienen gran importancia en la interface agropecuaria de Galicia, representando un futuro muy interesante», destaca Francisco Dans.

El director de la Asociación Forestal de Galicia considera que «hay muchos terrenos en los que se pueden instalar estas especies -incluso con mejora genética-, y con una buena silvicultura, representan una buena oportunidad en la generación de madera de valor», concluye.

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