La Xunta ha organizado hoy un primer encuentro con los alcaldes de A Limia en su delegación de Ourense para informarlos sobre el inicio del proceso para declarar una Zona Vulnerable a los Nitratos (ZVN) en A Limia. En la reunión participaron el director xeral de Gandería, José Balseiros, junto con el delegado de la Xunta en Ourense y un representante de Presidencia, para exponerle la situación a nueve alcaldes de la comarca (Xinzo de Limia, Vilar de Santos, Trasmiras, Sandiás, Sarreaus, Xunqueira de Ambía, Os Blancos, Rairiz de Veiga y A Porqueira).
La declaración de una Zona Vulnerable a los Nitratos (ZVN) en A Limia se espera desde hace años, dados los problemas de exceso de nitratos que se venían detectando en puntos de control de las aguas subterráneas y superficiales de la comarca. Ya en el 2017 Augas de Galicia había avanzado que estaba prevista la declaración en Galicia de ZVN, si bien tal decisión se fue retrasando y ahora se pondrá en marcha al borde de la fecha límite para evitar sanciones europeas.
En 2022, el Ministerio de Transición Ecológica catalogó A Limia como zona afectada por exceso de nitratos, lo que marcó el inicio de un plazo de 3 años para que la Xunta declarase una Zona Vulnerable en la comarca. Ese plazo expira en mayo del 2025, por lo que se espera que el proceso se agilice en las próximas semanas.
Tras este primero encuentro celebrado hoy en Ourense, la Xunta manifestó su intención de celebrar nuevos encuentros hasta mediados de marzo con asociaciones profesionales agrarias, cooperativas, entidades sectoriales, de la distribución e industrias agroalimentarias.
Limitaciones en el campo
La declaración de una Zona Vulnerable a Nitratos en la Limia implicará que el abonado de tierras agrarias se verá limitado a un máximo de 170 Kg. de nitrógeno por hectárea y año. Habrá que ver también si se establecen límites específicos, más restrictivos, en función del cultivo. Los agricultores de la comarca deberán llevar un registro de todas las aplicaciones de abonos orgánicos y químicos.
En paralelo, las explotaciones ganaderas tendrán que contar con un registro donde figuren las cantidades de estiércol enviadas a cada parcela. El objetivo es garantizar que se cumplen los límites, un aspecto que estará sujeto a inspecciones, que podrán incluir análisis de tierras y aguas.
Si con carácter general las buenas prácticas agrarias aconsejan un máximo de abonado de 210 kg. de nitrógeno por hectárea y año, esos límites en ZVN se reducen en casi un 20%, obligando además a agricultores y ganaderos a una mayor burocracia.
Previsiblemente, se prohibirán además las aplicaciones en determinados meses del año, como los invernales, a fin de reducir la escorrentía de nitratos a las aguas.
Plantas de tratamiento
En la reunión con los alcaldes de A Limia, la Xunta también informó de su propuesta para crear plantas de tratamiento de purines, que es una cuestión en la que comenzó a trabajar en 2019, pero de la que no se han constatado avances en los últimos años.
La Administración había anunciado en 2019 un proyecto para crear cuatro plantas de tratamiento de purines en las cuatro provincias gallegas, un proyecto en el que se acompañó de empresas energéticas y eléctricas. Tres años después, en 2022, Reganosa, una de las empresas implicadas en la iniciativa, informó de que la idea había cambiado a 4 plantas para Pontevedra (2), Lugo y A Coruña, en tanto que para Ourense se confiaba en la reapertura de la planta de tratamiento de purines que Coren tiene en Sarreaus, si bien aunque su reapertura se había anunciado ya para 2019, tampoco hubo novedades desde aquella.
Sello de ganadería gallega sostenible
La Xunta ha anunciado, por último, la creación de un sello de ganadería gallega sostenible para identificar a las explotaciones que adopten prácticas más sostenibles en la gestión de los purines.
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Actualización 26-II