Así funciona el primer centro de alimentación para vacuno de leche creado en Galicia

La cooperativa Aira dispone desde el año 2002 de una planta en Sarria en la que elabora raciones secas y húmedas para unas 2.000 cabezas de ganado pertenecientes a 36 explotaciones de la comarca

José Manuel López Pardo é o técnico responsable da planta

José Manuel López Pardo es el técnico responsable de la planta

En el lugar de San Xulián da Veiga, en Sarria, se encuentra la planta de mezclas para alimentación de vacuno de leche de la cooperativa Aira. Fue el primer centro de este tipo que comenzó a funcionar en Galicia. Estos días apuran el trabajo para llenar los silos de maíz que se emplearán a lo largo del año para la elaboración de las raciones para el ganado. Visitamos las instalaciones y conocemos como trabajan de la mano de José Manuel López Pardo, el técnico responsable de la planta.

La campaña de este año está realizándose con una cosechadora propia del parque de maquinaria de la cooperativa Aira

«Comenzamos a mediados de septiembre para recoger el maíz que se seca antes en fincas más ligeras pero el gordo de la campaña viene en las dos primeras semanas de octubre», explica José Manuel.

Este año la recogida está haciéndose con una cosechadora propia del parque de maquinaria de la cooperativa Aira. En años anteriores se realizaba a través de empresas de servicios de la zona. Los silos más grandes, que tienen 5 metros de alto, tienen capacidad para 2.800 toneladas de maíz.

Se analiza todo el forraje que entra. Se sacan muestras de todos los viajes y según sale la analítica así se paga al proveedor

El transporte se realiza en camiones o remolques tirados por tractores que, al llegar, pasan todos por la báscula de la planta antes de descargar en los silos. En ese momento se realiza también una toma de muestras para su análisis. «Se cogen varias muestras de cada viaje. Una es para el laboratorio, a veces incluso enviamos a dos laboratorios distintos para contrastar, y otra muestra la congelamos. Según sale la analítica, así se paga al proveedor. Se paga por tonelada de materia seca y calidad, en el caso de la hierba en función de las fibras y de la proteína y en el caso del maíz de los almidones y de la fibra neutro-detergente», detalla José Manuel.

15.000 toneladas de silo de maíz y 7.000 de silo de hierba

Centro mestura húmida Aira Sarria silo millo2

Los silos más grandes se utilizan para el maíz y los más bajos para la hierba, para de este modo avanzar más rápido en los frentes, dado que emplean en las raciones el doble de silo de maíz que de hierba. «La proporción suele rondar más o menos los 20 kilos de silo de maíz y los 10 de silo de hierba. Se mueven en total unas 15.000 toneladas de silo de maíz y entre 6.000 y 7.000 toneladas de silo de hierba al año», detalla.

Las raciones llevan dos partes de silo de maíz y una de silo de hierba

Cuentan para este año con 380 hectáreas labradas a maíz, con un rendimiento medio de entre 40 y 42 toneladas por hectárea. «Está siendo una buena campaña, la del año pasado también lo había sido pero esta quizás sea un poco mejor incluso», afirma José Manuel.

A forraxe págase segundo calidade, para o que se toman mostras para analíticas a todas as descargas

El forraje se paga según calidad, para lo que se toman muestras para analíticas a todas las descargas

En el caso del silo de hierba recogen normalmente un único corte en unas 300 hectáreas de superficie. «Depende mucho del manejo de cada socio, pero normalmente los segundos cortes los utilizan en las explotaciones para hacer algo de silo para la recría o las vacas secas o hacen antes un corte de limpieza, pero el que viene para nosotros es normalmente el corte principal», indica.

En la planta de San Xulián da Veiga se elaboran diariamente entre 75 y 80 toneladas de mezcla húmeda y entre 5 y 6 de mezcla seca

Esto les permite trabajar con forrajes de alta calidad. «En la hierba, siempre que el tiempo lo permite, tratamos de trabajar con porcentajes de materia seca por encima del 30%, para no transportar agua y reducir los lixiviados en los silos. Lo mismo que en el maíz, donde procuramos trabajar con el 35% de materia seca», destaca el responsable de la planta.

La gestión de las tierras corre por cuenta de los dueños de las fincas

sd

Trabajos de picado del maíz con cosechadora y remolques del parque de maquinaria de la cooperativa Aira

A diferencia de instalaciones similares, como el Centro de Alimentación de Vacuno de Irmandiños, la planta de Aira en Sarria no realiza la gestión de las tierras de los socios. «Nosotros no gestionamos las fincas, las trabajan los propietarios y nosotros les compramos la cosecha», explica José Manuel. Con todo, saben de un año para otro con qué hectáreas cuentan y les hacen las recomendaciones de cultivo, además de decidir la época de recogida, pero los gastos de siembra o los tratamientos son por cuenta de los dueños de las parcelas.

Trabajan con porcentajes de materia seca del 30% en el caso de la hierba y del 35% en el caso del maíz

Los proveedores no tienen por que ser socios consumidores de la mezcla, es decir, ganaderías a las que se les sirven raciones de alimentación, aunque se prioriza la entrada de forraje procedente de estas explotaciones. «En el caso de la hierba, nos llega con la de los socios que consumen la mezcla húmeda, pero el maíz no nos llega el de los clientes a los que servimos la ración y compramos en el entorno de Sarria, en Meira y en Pol, donde hay gente que se dedica a plantar maíz para vender», explica José Manuel.

Servicio diario a las explotaciones

Cargando un dos camións que se encargan do reparto da mestura húmida ás explotacións

Cargando uno de los camiones que se encargan del reparto de la mezcla húmeda a las explotaciones

Cuando más trabajo hay en la planta es en las épocas de hacer los ensilados tanto de hierba como de maíz y el resto del año se mantiene una plantilla fija para elaborar las raciones y servirlas a las granjas. Un trabajador es el encargado de desensilar, otro de fabricar las raciones y dos más del transporte.

La planta trabaja los 365 días del año y la actividad en la nave donde se realizan las mezclas comienza temprano. Antes de las 7 de la mañana comienzan a salir las primeras raciones húmedas que los dos camiones de reparto llevan a las ganaderías. Son dos vehículos compactos con báscula que descargan directamente en el comedero y que llevan unas 10 toneladas de comida en cada viaje.

A partir de las seis y media de la mañana comienzan a elaborarse en la planta las raciones húmedas que los dos camiones de reparto llevarán a las ganaderías

Una vez se acaban de hacer las raciones húmedas se limpia el carro y se hacen las mezclas secas, que cambian el silo de maíz y el silo de hierba por alfalfa, paja y heno de avena como forrajes principales.

Con la mezcla húmeda el radio de acción en el que se sirve a las ganaderías es de 10-12 kilómetros alrededor de la planta. Se trata de un servicio diario y la media por explotación está alrededor de las 2-3 toneladas, en función del tamaño y número de cabezas a alimentar. Con el reparto de la mezcla seca llegan a lugares más distantes, como Becerreá o Chantada e incluso también han servido a la Granja Gayoso Castro.

Raciones secas y húmedas

Zona de elaboración das mesturas dentro da planta

Zona de elaboración de las mezclas dentro de la planta

«Hacemos raciones secas y raciones húmedas. En las raciones húmedas hay dos, una para ganaderías con ordeño automatizado, en la que tenemos en cuenta en su formulación el punteo de concentrado que hace el robot, y otra estándar para explotaciones que ordeñan en sala», detallan.

Hacen una ración específica para seis explotaciones que disponen de robot de ordeño

En cuanto a mezclas secas, la variedad es mayor, ya que además de raciones para vacas de leche, tanto para robot como convencional, hacen también preparados para novillas, para vacas secas y para preparto.

“La mezcla seca la ventaja que tiene es de transporte y almacenamiento, ya que puedes llevar el camión entero, dado que tiene días de caducidad similares a los de un pienso, por lo que las raciones secas de lactación las usamos para llevar a ganaderías que están más lejos”, explica José Manuel.

Encarecimiento de las materias primas

sd

Trabajan en base a ensilados propios para reducir la dependencia de insumos externos

La base principal de las raciones húmedas es el silo de maíz y de hierba que emplean como forrajes. Antes empleaban también alfalfa, pero desde hay un par de años dejaron de usarla por su alto coste y la han sustituido por más silo de hierba y de maíz de cosecha propia.

“Miramos bastante el precio de los insumos. A veces un producto entra o no en la ración por tema de costes. Trabajamos en base a nuestros propios ensilados y acabamos de equilibrar las raciones con el resto de materias primas”, explica José Manuel.

Las harinas con los correctores vienen de la fábrica de piensos de Taboada y el resto de insumos se compran desde la central de Aira para obtener mejores precios

La fábrica de Aira en Taboada les sirve las harinas para el concentrado, ya que la planta de Sarria no cuenta con molino, y el resto de productos, como son la cascarilla, la soja, la colza y la melaza, son comprados también en conjunto por la central de compras de la cooperativa pero almacenados y dosificados para las raciones ya en San Xulián da Veiga.

A lo largo del año el precio de la ración que se sirve a las ganaderías no es uniforme, sino que se ajusta en función del coste de las materias primas necesarias para elaborarla y del porcentaje de materia seca que lleve en cada momento, sobre todo teniendo en cuenta la humedad de los silos.

A lo largo del año el precio de la ración no es uniforme, sino que se ajusta en función del coste de las materias primas o el porcentaje de materia seca que lleve

La subida de las materias primas para alimentación animal que se está produciendo en este año está afectando de manera importante al coste de las raciones que se elaboran en Sarria, que han tenido que ajustarse desde principios de año ya dos veces ante la escalada de precios de los cereales y de la soja y la colza.

“La subida influye a todos, tanto a las ganaderías que compran la ración unifeed hecha como a las que compran el pienso y la elaboran después ellas. En el caso de la mezcla húmeda el golpe no es tan grande, ya que se trabaja con porcentajes de materia seca totales del 50%, y la subida puede ser de 5€/tonelada, cuando un pienso puede subir 10 o 15€ de golpe”, evidencia José Manuel.

«Las explotaciones con alimentación deficiente han visto aumentada su producción»

Centro mestura húmida Aira Sarria4

La planta de San Xulián da Veiga está a punto de cumplir 20 años. Fue impulsada en su día por la cooperativa Cogasar, fusionada en el 2018 con Agris, Icos, Coelplan y Aira para consitituir lo que hoy es Aira.

«La idea surgió a raíz de un viaje a la Seu d’Urgell, en Lleida, onde la Cooperativa Pirenaica había implantado este servicio para vacas de leche en un sitio de montaña y con explotaciones pequeñas», explica José Manuel, que formó parte de aquella expedición y fue el encargado de replicar el sistema, adaptándolo a las condiciones gallegas.

En aquel momento nosotros aquí no teníamos el servicio de carro y estábamos barajando si poner carros comuneros u optar por este sistema

«En aquel momento nosotros no teníamos servicio de carro mezclador a los socios y estábamos pensando en implantarlo, pero a este sistema le veíamos ventajas, como la reducción de mano de obra en las explotaciones y también de inversiones, ya que con el carro tienes que ensilar igual en casa y necesitas espacio para los silos y almacenes, mientras que de este modo no se precisan esas instalaciones en las ganaderías y logras una reducción de esos gastos fijos», indica.

En estas dos décadas las explotaciones han ido a menos, muchas han cerrado y otras se han unificado, pero hoy alimentamos unas 2.000 cabezas de ganado

Pero la gran ventaja es la calidad de las raciones. «La calidad de la alimentación era mucho más dispar dependiendo de la ganadería de la que se tratase. Con este sistema buscábamos mayor uniformidad. Las explotaciones más pequeñas, en las que la alimentación era más deficiente, han visto aumentada su producción muchísimo», destaca José Manuel.

Una planta pionera

Vista xeral da planta ubicada en San Xulián da Viega, no concello de Sarria

Vista general de la planta ubicada en San Xulián da Viega, en el municipio de Sarria

Aquella mejora animó a muchas explotaciones de la comarca a pasarse al sistema de catering para alimentar a su ganado. «Hubo un boom inicial, supongo que por el efecto novedad también, y llegamos a servir a 85 ganaderías. Hoy estamos en unas 36 y hay un grupo de explotaciones que están desde los comienzos, aunque una docena de aquellas explotaciones iniciales se fusionaron para constituir Prolesa y la propia evolución del sector en estos años ha hecho también que hubiese más bajas que altas», explica. Con todo, el número de animales alimentados desde la planta de San Xulián da Veiga se acerca a las 2.000 cabezas.

Siguiendo el ejemplo de la planta de Cogasar en Sarria, en otras comarcas lecheras de Galicia también se crearon centros similares, como el CAVI de Irmandiños en Barreiros o las instalaciones de Ganxabar en Mazaricos, que siguen siendo a día de hoy los tres centros de gestión de forrajes en conjunto existentes en la comunidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información