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Así se controla el estrés por calor de las vacas en granjas de Israel

Una jornada online organizada por MSD Animal Health con expertos israelitas explica los sistemas que emplean para mejorar el confort de los animales en una región que se enfrenta a diario al estrés por altas temperaturas

Así se controla el estrés por calor de las vacas en granjas de Israel

Muchas de las granjas de Israel de vacuno de leche cuentan con sistemas de refrigeración por ducha y ventiladores en la zona de comederos.

Las elevadas temperaturas en la granja son un factor que condiciona tanto el bienestar del animal como la producción. La firma farmacéutica MSD Animal Health ha abordado recientemente en un seminario cómo se enfrentan al estrés por calor las granjas situadas en regiones de climas cálidos. La empresa ha contado con varios expertos y experiencias en ganaderías que están encarando con éxito estas situaciones.

Los esfuerzos en el país de Oriente Medio se centran tanto en contar con métodos eficaces y económicamente rentables para mitigar las altas temperaturas como en monitorizar con dispositivos a las vacas para conocer cuándo están sufriendo estrés por calor.

El director del Departamento de Producción Animal del Ministerio de Agricultura de Israel, Gaby Adin, aportó durante un webinar organizado MSD Animal Health algunas de las claves que tienen en cuenta en su país para aliviar las altas temperaturas que acostumbran a registrar. En verano, en las zonas de costa y montañas la temperatura media se sitúa en torno a los 30 – 35 grados, mientras que en los valles llega a los 40 grados.

MSD reunió expertos de Israel que trabajan con sistemas para mitigar el calor que se registra tanto de día como por la noche

“En los últimos 40 años hemos visto que también las temperaturas nocturnas se han incrementado, con lo que la vaca ya no consigue refrescarse por la noche y la producción se resiente si no se emplean sistemas que le ayuden a bajar la temperatura corporal”, detalla el experto.

Detectar el estrés por calor

La combinación de elevadas temperaturas y humedad provoca en el animal efectos negativos que afectan a su salud y rendimiento. “Cuando la vaca supera los 39 grados de temperatura corporal o bien ella o nosotros deberemos de hacer algo para que se reduzca, ya que sus consecuencias son similares a que estuviese enferma”, declara Adin.

Cuando la vaca está sometida a una situación de estrés por calor su ritmo respiratorio supera las 60 respiraciones por minutos. El consumo de alimento y la producción de leche en estas circunstancias también se reduce entre un 10% y un 15%. Lo mismo ocurre con la fertilidad del animal, la calidad del calostro que produce o el peso de la cría.

El estrés por calor en estas ganaderías reduce el consumo de alimento y la producción de leche entre un 10 y un 15%

Daniel Weisz, técnico agropecuario y director de la finca Kibutz Ein Ashlosha, una ganadería de vacuno de leche situada en las proximidades de la frontera con Gaza, casi en el comienzo del desierto, revela que las pérdidas por calor pueden suponer en torno a 3 litros por día, cuando alguno de los sistemas de refrigeración con los que cuentan se avería.

Una de las herramientas más utilizadas para estimar el estrés por calor en el animal sigue siendo el Índice de Temperatura y Humedad relativa (ITH), que tiene en cuenta ambos factores. Así, cuando este índice alcanza un valor de 72 o superior, el animal empieza a sufrir estrés por calor. Además, Adin ha trabajado también con otros métodos, como la recopilación de la temperatura rectal del animal cada 15 minutos, unas mediciones que ofrecen información de los picos de calor. “Aunque conocemos esta información a posteriori, nos ayuda a estimar cada cuanto tiempo debemos enfriar al animal”, detalla Adin.

Estos trabajos se llevaron a cabo en 1980 con vacas con una producción de unos 9.000 kilos de leche al año y que permanecían atadas. La observación de los datos les permitió determinar que cada 2 horas y 30 minutos necesitaban ser refrigeradas durante 45 minutos. El estudio se repitió hace unos años con vacas con una producción de 12.000 kilos al año y el tiempo se redujo hasta ser necesaria la refrigeración del animal cada hora. “Enfriar el animal cada hora puede ser muy problemático, por las implicaciones todas que supone, pero estos estudios nos dan una idea de cual sería la frecuencia óptima”, explica el experto.

Utilizan sistemas de medición de la frecuencia respiratoria del animal para estimar cuando sufre estrés por calor

Uno de los métodos que se están empleando en estos momentos en Israel es el control del jadeo de las vacas mediante la instalación de dispositivos que monitorizan la frecuencia respiratoria a través de collares. “Nos permite identificar el momento del día en el que la vaca necesita de la ayuda del ganadero para enfriarse”, apunta Rotem Rabinovich, técnico de la firma Allflex, empresa que está desarrollando estos sistemas en granjas de Israel.

“Al monitorizar la frecuencia respiratoria y detectar que sus respiraciones son entre 60 y 70 por minuto, sabemos que en ese momento el animal está sufriendo de estrés por calor, ya que sólo puede estar respirando. Esa frecuencia respiratoria no le permite ya ni comer ni estar rumiando”, concreta el experto. Este es el sistema que emplean también en la ganadería que gestiona Daniel y en el que se ha basado para establecer los momentos en que enfriar a sus vacas.

Mecanismos para regular la temperatura en la granja

En las ganaderías israelís suelen optar por combinar diferentes sistemas de ventilación y enfriamiento de los animales para reducir el estrés por calor. Así, en granjas como la que gestiona Daniel disponen de sistemas de refrigeración directa, que combina duchas con ventiladores, que están colocados en la zona del ordeño y funcionan durante unos 45 minutos. “Es importante que las vacas nunca vuelvan al grupo mojadas, por eso empleamos los ventiladores. De esta forma conseguimos reducir su temperatura y evitar otros problemas derivados de la humedad como los hongos, la irritación de la piel o la aparición de mastitis”, detalla el productor.

Refrigeracion-indirecta-granjas-Israel-MSD

Sistemas de refrigeración indirecta en granjas de Israel.

A estos, se suman sistemas de nebulización, donde el aporte de agua es inferior, ya que el gasto de agua es una de las limitaciones que tienen. En estos casos también recurren al uso del ventilador para potenciar el efecto del agua. Estos sistemas están colocados en la zona de los comederos. Por lo general, en verano en la granja enfrían a las vacas, con los diferentes sistemas, 7 veces al día. “Los más importantes son los que se hacen en el ordeño y por la noche, en el comedero”, explica Weisz.

Optan por emplear ventiladores y duchas o nebulizadores para reducir la temperatura corporal de las vacas

Además, en Israel apuestan por la instalación de grandes ventiladores en diferentes puntos de la granja y por construcciones pensadas para climas cálidos, con una altura de entre 12 y 13 metros en las zonas más altas y de 5 metros en los costados. Incluyen sistemas de chimeneas que funcionan como conductos para hacer mover el aire caliente de nuevo hacia el exterior. “Algunas granjas incluso cuentan con techos móviles para ventilar, pero que tampoco terminan siendo muy utilizados”, concretan desde el Ministerio de Agricultura.

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Los establos para el ganado en Israel cuentan con techos altos y estructuras pensadas para favorecer la ventilación.

Junto a estos sistemas, la variación de la ración del animal está resultando un método para intentar reducir el estrés en las vacas en producción. El trabajo doctoral de Adin aborda los resultados que se pueden obtener con estos cambios. Las recomendaciones en este sentido pasan por concentrar la energía y ajustar la proteína, además de reducir el forraje tosco y su calidad. En este caso, Adin apuesta por reemplazar parte del forraje tosco por subproductos fácilmente digeribles como la cáscara de soja o la pulpa de remolacha (alrededor de unos 2,8 quilos).

El experto recomienda tener en cuenta la pérdida de minerales, como sodio y potasio, que las elevadas temperaturas generan al animal, por lo que acostumbran a agregar sal a la ración. También ajusta el porcentaje de humedad de la dieta e insiste en proporcionar agua limpia y fresca al ganado en áreas accesibles.

Efectos-refrigeracion-y-dieta-fria-en-la-granja-MSD-

Adin concreta que la combinación de una dieta fría y la utilización de sistemas de refrigeración son fundamentales para evitar el estrés por calor en las ganaderías de vacuno de leche.

– Consulta aquí la sesión centrada en el estrés por calor en las ganaderías de vacuno de leche.

 

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