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Los hogares españoles desperdiciaron en 2018 un total de 1.339 millones de kilos y litros de alimentos y bebidas, según recoge en el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta cifra supone un incremento del 8,9% con respecto al año anterior, es decir, 109 millones de kilos y litros más.
El estudio permite conocer otros datos significativos sobre el despilfarro de alimentos como es la tasa total de desperdicio, es decir la proporción aproximada entre los alimentos desechados y el total de alimentos comprados. En España esta tasa se sitúa en un 4,6% lo que supone un incremento del 0,3% respecto a 2017.
Galicia, entre las zonas con menor desperdicio alimentario
Por zonas geográficas, aunque en el informe no se detallan los datos de todas las comunidades autónomas, el área noroeste es de las que menor desperdicio de alimentos registra, tanto en el volumen de productos sin utilizar como en lo referido a alimentos elaborados.
En el lado opuesto se encuentran regiones como Andalucía que encabeza el ranking, siendo la que más volumen de productos sin utilizar desperdicia y también la que mayor cantidad de alimentos elaborados deshecha. Seguida, en ambos casos, del área metropolitana de Madrid y el noreste peninsular (Cataluña y Aragón).
Altas temperaturas, mayor desperdicio
Desde el Ministerio apuntan a que el incremento del desperdicio alimento en los hogares se ha producido fundamentalmente por el repunte experimentado durante la primavera – verano del pasado año. En esta época se registró un aumento del 10,5% que relacionan directamente con las altas temperaturas registradas.
Del volumen total de alimentos desechados, 1.127 millones de kg/l corresponden a productos sin utilizar y 212 millones a alimentos cocinados que tan solo representa el 15,8% del volumen del desperdicio.
Las frutas, hortalizas y verduras son de los alimentos que más se desperdician seguidos de los derivados lácteos
Entre los productos sin utilizar que más se desperdician se encuentran las frutas, las hortalizas y las verduras, con un 46% del volumen de productos sin utilizar, seguido de los derivados lácteos (13%). Por el contrario, se han registrado disminuciones del desperdicio en el caso del pan (5%) y del pescado (2,3%).
Por lo que respecta a alimentos cocinados, los platos basados en legumbres, sopas, cremas y purés, y los platos con base de carne y con base de arroz son las recetas que más terminan en el cubo de la basura. Los desperdicios más significativos en este apartado son las lentejas, ensalada verde y tortilla de patata.
Asimismo, 8 de cada 10 hogares reconocen tirar alimentos y bebidas a la basura. En este ámbito, el 81,5% de los hogares tira productos tal y como los compraron, sin haber sufrido ningún tipo de elaboración. Quienes desperdician productos sin utilizar son principalmente hogares familiares de hasta 49 años, con niños menores de 6 años o parejas sin hijos.
