
Miguel Sánchez e Luís García con membros e empregados da familia Zaghen
Alumnos en prácticas del Centro de Desarrollo Rural EFA-Fonteboa, de Coristanco (A Coruña) realizan una formación práctica en ganaderías de vacuno de leche norte de Italia gracias al programa Erasmus +. Uno de ellos es Miguel Sánchez Aller, que hizo las prácticas en la Azienda Zaghen. Si bien su actividad y métodos de trabajo y producción son semejantes a los del resto de granjas de la provincia de Cremona y de todo el norte de Italia, tiene la particularidad de que cuenta con tres instalaciones diferentes para cada una de las líneas de negocio. Y es que los volúmenes de animales y hectáreas que trabajan obligan a hacerlo así. Una explotación que, además, tiene plenamente garantizado el relieve generacional para las próximas décadas.
Ginevra Zaghen, que habla perfectamente español, hace de anfitriona para conocer las 3 naves. Hablamos con ella donde se desarrolla la actividad principal, que es la producción de leche. Las instalaciones están cerca del pueblo de Sergnano y el cartel de la entrada explica que en este lugar llevan produciendo leche desde 1696, es decir, más de tres siglos de tradición. El propietario de la explotación es Ernesto Zaghen y con él trabajan sus hijos Giancarlo, Emilio y Ginevra. Las tareas están claramente asignadas y, mientras el padre ejerce la dirección de este y otros negocios familiares, Giancarlo es el responsable de todo lo relativo a las vacas, desde las cuestiones sanitarias hasta la selección genética y la alimentación. A Emilio le corresponde la gestión agronómica de los cultivos forrajeros con los que hacer la ración de las vacas en producción, de la recría y secas, y también se encarga de la planta de biogás.
Ginevra, que acaba de terminar su formación agroganadera, ayuda en todos los ámbitos de la granja. Y la joven es también la representante de la explotación en los concursos en los que participan, actuando como manejadora de los animales que la granja envía a competir. Y es que los concursos tienen un gran seguimiento en todo el norte de Italia, y los Zaghen ya acumulan numerosos premios en diferentes categorías. Sobre todo en cuanto a aspectos de manejo sostenible, estando clasificados entre las primeras 100 explotaciones de Italia. Y también llegaron a ser la nº 13 por producción de leche. Cada año obtienen el galardón PAC, que tiene restricciones muy rigurosas en lo que abarca el uso de antibióticos en vacas y terneras.
La tendencia en el sector lechero italiano en los últimos años es ir a tres ordeños diarios. Así se aumenta la producción y se mejora la salud del animal y la calidad de la leche en cuanto a recuento de células. Ese modelo es el que aplican en Azienda Zaghen, donde las vacas pasan por la sala de ordeño a las seis de la mañana, a las dos de la tarde y a las diez de la noche. Para ordeñar utilizan una sala rotatoria de veinte puntos, en la que los trabajadores se colocan en la parte exterior y no en la interior. La familia Zaghen ordeña diariamente 270 vacas de raza frisona que producen de media 41 litros y con calidades de 4,10 en grasa y 3,90 de proteína, unas cifras que están en los parámetros medios de la provincia de Cremona, en la que es preciso que la leche tenga altos niveles de sólidos porque la mayor parte va para queso y mantequilla.
Nuestra leche alcanza los sólidos deseables para la producción de quesos. Ginevra Zaghen. Azienda Zaghen
La leche de la Azienda Zaghen se vende íntegramente a la empresa Galbani, una filial del grupo Lactalis que elabora más de 300 quesos en 50 países diferentes. También para quesos va la leche de esta granja de Sergnano. La propia empresa Galbani es la que realiza los análisis diarios de la leche.

Sala rotativa de ordeño en la Azienda Zaghen
Siendo, pues, la producción anual de más de cuatro millones de litros de leche, hay que hacer un manejo muy riguroso de los animales. Giancarlo Zaghen es el responsable de la selección de los ejemplares y de la orientación genética de la granja. Desde que se incorporó a la explotación buscó siempre ejemplares que combinen alta producción y longevidad. En ese segundo parámetro están teniendo éxito puesto que la media de partos por vaca se sitúa en 3 frente a los 2 que se registran en Italia.
Como en todas las granjas, hay falta de mano de obra. No tanto en el laboreo, pero si en el ordeño
Igual que pasa en todas las granjas, la mano de obra no siempre es accesible. Para el funcionamiento de la explotación son necesarias, como mínimo, 9 personas incluyendo el trabajo de los hermanos Zaghen. El ordeño lo realizan tres empleados de origen hindú, que es la nacionalidad mayoritaria entre el personal de las granjas de Cremona dedicado a ordeñar. Otros tres empleados se encargan de trabajar y mantener las tierras y de elaborar la ración para las novillas, vacas en producción y secas. “Aquí es muy raro que haya gente joven italiana que quiera trabajar en las granjas. Prefieren estudiar y trabajar en otros sectores. Sí que hay algo más de predisposición a emplearse en el manejo de maquinaria o en servicios auxiliares a las explotaciones, sobre todo porque con las nuevas máquinas agrícolas el esfuerzo físico se ha reducido mucho. Pero para ordeñar diariamente hay que recurrir a personal extranjero. Hoy es casi imposible encontrar personas que estén dispuestas a formarse en todos los eslabones del trabajo en la granja. Mis hermanos y yo somos un caso poco habitual.”, explica Ginevra. Además del personal contratado y del trabajo de los hermanos, cuentan con una administrativa para la gestión diaria.
En la azienda Zaghen trabajan 230 hectáreas de terreno, de las cuales 100 son en propiedad. Los principales cultivos forrajeros que emplean son el maíz, la hierba y el sorgo, que van alternando tanto porque conviene a los terrenos como por las obligaciones de rotación de cultivos que contempla la PAC. También tienen parcelas de alfalfa y trigo, como es habitual en toda la provincia de Cremona y la región de Lombardía, aunque en menor cantidad. La elección del sorgo se debe a las pocas necesidades hídricas de ese cereal. “Aunque esta es una región húmeda, en los últimos años ha habido sequías fuertes en verano y con muchos días en los que se superaron los 35ºC. Y tuvimos que regar el maíz diariamente, con el consiguiente gasto en agua y casi agotando las reservas. Porque en esta zona somos muchos ganaderos y tenemos el uso del agua regulado mediante canales de riego. Con el sorgo obtenemos un cereal forrajero de alta calidad, que no necesita tanto riego como el maíz y que no es atractivo para la fauna salvaje.”, dice Ginevra. Con todo, el maíz sigue siendo el cultivo principal y el que más rendimiento produce tanto en la finca –60 toneladas por hectárea en un año normal– como en la producción de leche.
El índice de producción propia de la ración de las vacas en Azienda Zaghen es muy elevado respecto a otras de los alrededores. Ellos son capaces de generar el 70% de la composición de las raciones diarias. El 30% restante lo alcanzan comprando harina de maíz, soja e integradores de sales minerales y/o vitaminas. Su proveedor es Ferrero Mangimi y Mazzoleni SPA.
El clima de Cremona no es demasiado frío y rara vez se baja de -1ºC. El gran problema lo tienen con la humedad, habiendo semanas en las que alcanza un 90%. La cuenca del río Po y sus afluentes y el terreno llano favorecen esa humedad. Por eso los ventiladores de las naves donde están las vacas están en funcionamiento durante todo el año. En verano para refrescar y el resto del año para combatir y dispersar la humedad. En los establos hay también sistemas de riego por manguera que se utilizan para mojar las vacas en los días de mucho calor. Porque el calor, precisamente por ir acompañado de humedad, estresa mucho a las vacas y reduce su producción de leche.
De cara a ampliar la explotación, los Zaghen tendrían que aumentar el número de hectáreas destinadas a forraje, algo que es muy dificultoso actualmente en toda Lombardía. “Hay un número de granjas muy elevado y la mayoría de ellas con mucho volumen de producción. La tierra es muy fértil y el sistema de canales de riego la hace muy atractiva para la producción de forrajes. Y la competencia por la tierra no es solo entre ganaderos. Hay industrias agroalimentarias que también vienen aquí a comprar terrenos para producir cultivos o industrias ajenas al sector primario –como las siderúrgicas o automovilísticas– que tienen fábricas y talleres ocupando parcelas. Si quisiéramos comprar tierras, tendríamos que pensar en un mínimo de 15.000 euros por hectárea. Hay que pensarlo mucho.”, dice Ginevra.
El acceso a las tierras es muy complicado. Hay mucha competencia. Por la calidad de los terrenos y por la necesidad de las explotaciones de seguir creciendo
La mayoría de las granjas de la provincia de Cremona cuentan con proyectos de biogás. Bien como parte de la propia explotación, bien en copropiedad con otras explotaciones. En el caso de los Zaghen, la instalación es solo de ellos. Con las 600 cabezas de ganado que poseen entre las de producción y las novillas, alcanzan fácilmente la cantidad de residuos que necesitan para la producción de electricidad. Mezclando esos residuos con el empleo de lodos de empresas de alimentación y con ensilados que ya no sirven para la ración de las vacas, pueden alcanzar los 635 kilovatios/hora. Igual que el resto de granjas que tienen un recurso en el biogás, lo que se hace es vender a la red general italiana la electricidad que produce la planta y abastecerse para el funcionamiento de las instalaciones con la que producen las placas solares. En el caso de los Zaghen, cuentan con placas fotovoltaicas en los tejados de las naves y también en parcelas habilitadas como huertos solares.

Separadores de los residuos procedentes de la producción de biogás
Los residuos sólidos que quedan luego de la producción de biogás se utilizan como fertilizante y como cama para las vacas, con una mezcla con serrín y cal. Tres veces por semana añaden cal a la mezcla de las camas para bajar el pH cuando se use como fertilizante y para reducir el riesgo de infección en los animales. En la nave de producción cuentan con unos depósitos que separan los residuos sólidos de los líquidos para hacer un aprovechamiento diferente luego de ser utilizados para la producción de electricidad.
La tercera instalación que emplea la familia es la que acoge a las novillas y el parque de maquinaria. Dada la gran superficie que trabajan para producir forrajes y la cantidad de vacas que manejan, es imprescindible contar con todo tipo de maquinaria agrícola. Cerca también del pueblo de Sergnano, está la instalación en la que hay tractores, cosechadoras, carros mezcladores, rotativas, telescópicas, gradas, empacadoras… Igual que otras granjas de la provincia, la plantilla de trabajadores incluye personal especializado en mecánica para afrontar los problemas que puedan surgir en el día a día del trabajo con los equipos agrícolas.

Uno de los carros mezcladores empleados en Azienda Zaghen
En el mismo espacio físico que la maquinaria están las novillas y animales de recría. Más de 300 ejemplares que garantizan el relevo productivo lechero o que se venden para otras ganaderías en Italia y en otros países, incluso fuera de la UE. Pero, en el contexto actual de falta de novillas en toda Europa, los Zaghen venden la mayor parte de sus animales para ganaderías del norte de Italia. Los cruces son siempre con frisona, salvo cuando se quiere obtener algún ternero para cebo o venta. En ese caso, el cruce es siempre con azul belga. Y es que los buenos precios de la carne también han llegado a esta explotación. Actualmente están cobrando hasta 12 euros por kilo en el caso de animales vivos. Lo que tienen claro los hermanos Zaghen es que no se compran vacas. Más aún, se venden. Novillas próximas al parto pueden cotizarse hasta 3.000 euros por ejemplar.
Los efectos de la fauna salvaje son similares a los que afectan a las granjas gallegas. El jabalí afecta a las cosechas de maíz y el lobo tiene una presencia creciente por las manadas que bajan desde los montes Apeninos. Pero es la nutria el problema más urgente. Llegan a dañar el 30% de la cosecha de maíz y su captura está severamente regulada.
Azienda Zaghen es uno de los mejores ejemplos de cómo funcionan las explotaciones lecheras en la provincia de Cremona y en la región de Lombardía. Un proyecto familiar con garantía de futuro en el que el alumno de EFA-Fonteboa Miguel Sánchez puede adquirir las claves para desarrollar un proyecto similar en Galicia.