Los provechos de pastorear los terrenos con diferentes especies de ganado son conocidos desde hace mucho tiempo. Particularmente en Galicia, está resultando una buena solución para poner en valor parcelas en desuso o infrautilizadas, favoreciendo la conservación del paisaje y el desbroce de la maleza, al tiempo que se reduce el riesgo de que se produzcan incendios forestales.
Las producciones procedentes de la ganadería extensiva soy sinónimo de buena calidad y de respeto al medio y el bienestar animal. Pero en los tiempos que vivimos se vuelve fundamental la concienciación y la lucha frente los estragos que está produciendo en el planeta el cambio climático. Y este tipo de prácticas ganaderas ayudan a mitigar el avance de esos desastres.
Afortunadamente, existen proyectos de investigación que pueden ayudar a comprender de manera objetiva los beneficios de llevar a cabo las prácticas agrarias y ganaderas de una o de otra manera. Este es el caso del proyecto piloto (FEADER 2017/038A) desenvuelto por el Monte Vecinal Mancomunado de la parroquia de Carballo, en el Ayuntamiento de Friol (Lugo), en colaboración con la Asociación de Criadores de la Raza Porcina Celta (ASOPORCEL) y con la Universidad de Santiago de Compostela, a través del Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural (IBADER).
Este monte comunal gestiona una granja de cebo de porcino de la raza Cerdo Celta que se explota en régimen extensivo. Los animales aprovechan a diente la masa vegetal que tapiza el suelo bajo las plantaciones de pinos. Tras el paso de los animales, el estudio del suelo y del sotobosque permitió obtener datos objetivos sobre los beneficios del pastoreo con esta raza.
En el análisis de la profundidad de los horizontes puede observarse que inicialmente el horizonte superior es muy profundo en esta masa de pino silvestre, consecuencia de la incorporación de material vegetal en superficie, en comparación con los horizontes 2 y 3. Tras el pastoreo se reduce la profundidad del primer horizonte y se incrementa la profundidad de los otros.
Hasta un 80% más de carbono en el suelo
En el siguiente gráfico se muestran los niveles del porcentaje de carbono total en el suelo en función de los horizontes y distancia a la zona más transitada. Se observa que el carbono total se ve incrementado como consecuencia del pastoreo, lo que puede justificar por la incorporación de la biomasa superficial que se va degradando como consecuencia de la orina aportados por el ganado porcino, que incrementan la actividad edáfica y por lo tanto la descomposición de la materia orgánica.
En la misma figura se aprecia el carbono total acumulado en el suelo como consecuencia de la profundidad y su contenido en materia orgánica. Se aprecia que el contenido de carbono total tras el pastoreo se incrementa en un 40% en las zonas más alejadas y se duplica en las zonas más próximas al área de tránsito. Por término medio se produce un aumento de carbono en el suelo de un 89% entre el año 2018 y 2019.
Figura 1. Nivel de Carbono en porcentaje (gráfico superior) y en Mg por Hectárea (gráfico inferior) en los diferentes horizontes a un metro de profundidad antes (azul) y después (rojo) del pastoreo con ganado porcino a diferentes distancias de la zona donde se sitúa el comedero (más próximo a la pista transitada con vehículos a motor).
El pH del suelo resultó ser superior en los horizontes más profundos, lo que puede asociarse al lavado de cationes que se produce consecuencia de las elevadas precipitaciones en la zona. Se observó una mejora generalizada del pH tanto en agua como en KCL como consecuencia del pastoreo, lo que puede justificar por la mejora que se produce en la incorporación de la materia orgánica en el suelo como resultado de la mineralización de los estratos mas superiores que se origina por el aporte de nitrógeno con las heces. Estos cationes proceden del consumo que de los mismos realizan los cerdos del forraje que está su disposición. El pH de forma inversa a la profundidad del horizonte orgánico resultó ser mayor en las zonas próximas a la área más transitada donde la mineralización puede ser mayor.
Aumento de los niveles de nitrógeno
El pastoreo incrementa los niveles de nitrógeno (N) en el suelo, que resultó ser mayor en los horizontes superficiales en comparación con los horizontes más profundos, esto es consecuencia del aporte de materia orgánica en la superficie como consecuencia de la producción de restos foliares y arbustivos que, a menos que se produzca un incremento de los niveles de N, no son incorporados al suelo. Esta mejora de los niveles de N se produce como consecuencia del aporte de la orina, que su vez incrementa el desarrollo de microorganismos que incorporan a la tierra este carbono. El nivel de N es mayor en las zonas centrales de la parcela con un grado de afectación intermedio y siguen una relación similar considerando que el principal reservorio del N en el suelo es la materia orgánica.
A diferencia de lo que ocurre con el N y materia orgánica, el fósforo (P) total es más abundante en las capas más profundas del suelo, consecuencia del lavado de este nutriente. El fósforo se reduce tras un año de pastoreo con ganado porcino. Esto se puede explicar por la mejora de las condiciones edáficas en cuanto pH que puede provocar un crecimiento de los árboles y un mayor consumo de fósforo a partir del suelo y que puede originar una merma del P en el suelo tras el pastoreo.
Los niveles de Potasio y Magnesio se incrementan a medida que se produce un descenso en la profundidad del suelo, consecuencia probablemente de su lavado, que es un factor con mayor impacto que el pastoreo. En el obstante, el pastoreo incrementa los niveles de potasio y magnesio en las zonas más perturbadas en las diferentes profundidades del suelo.
En relación al sodio se produce un efecto positivo sobre su concentración tras el pastoreo probablemente como consecuencia de la incorporación de materia orgánica en el suelo que por lo general capta sodio procedente de la lluvia. Finalmente, el calcio reduce su concentración total tras el pastoreo, lo que puede asociarse, al igual que sucedía con el fósforo, l un aumento del consumo por parte de los árboles en las capas más profundas.
El análisis del sotobosque reveló que el pastoreo con el ganado porcino de la raza Cerdo Celta produjo una merma clara y significativa de las zarzas, incrementando la proporción de hierba y el porcentaje de suelo desnudo tras la salida del ganado de la parcela.
Evolución de la vegetación desde la entrada del ganado (2018) hasta su salida
Se aprecia la producción de biomasa en zonas dominadas por el helecho en las que el nivel del mismo se redujo tras el pastoreo al igual que sucedía con la zarza. El nivel de mantillo se vio incrementado.
Se aprecia la producción de biomasa en zonas dominadas por la zarza. Estas zonas muestran que el ganado de la raza Cerdo Celta tiene preferencia por el consumo de zarzas en comparación con las zonas de helecho. Es más, la proporción de mantillo en las zonas de zarza es superior al de la zona de helecho, probablemente debido a su menor incorporación.
Conclusiones:
Resumiendo, los resultados mostrados en el presente estudio reflexan que el pastoreo con ganado de la raza Cerdo Celta mejora por un lado la incorporación de residuos al suelo, que incrementan su fertilidad, tal y como se aprecia en el aumento de materia orgánica, pH y nitrógeno en el suelo tras el pastoreo. Si bien los niveles de fósforo y calcio se reducen, posiblemente por la activación del consumo de los mismos por parte de los árboles. Este efecto es mayor en las zonas de mayor acceso para el ganado.
Para el resto de los elementos analizados el pastoreo es un factor lo suficientemente importante como para homogeneizar los resultados tras el mismo. Especialmente importante es el hecho de que el pastoreo, al acelerar la actividad biológica y la incorporación de nutrientes al suelo, incrementa notablemente la capacidad de secuestro de carbono en el mismo en cerca de un 89%, para todas las situaciones planteadas.Resultados extraordinariamente alentadores de carea a la mitigación del efecto invernadero.
Finalmente, también resulta importante tener en cuenta que el pastoreo con esta raza autóctona gallega, al tratarse de animales muy rústicos, adaptados al medio y a regímenes de cría en extensivo incrementa la proporción de suelo desnudo inicialmente, que probablemente se colonizará de forma rápida por un estrato herbáceo tras el cese del pastoreo, de manera que las parcelas se mantendrán libres de maleza y serán potencialmente aprovechables por otras especies.