Bienestar animal en explotaciones lácteas

El Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo desarrolló una actividad formativa sobre esta materia en la que recordó cuestiones que no hay que despistar, como la atención al comportamiento animal, al estado sanitario del rebaño, la trazabilidad o la alimentación

Bienestar animal en explotaciones lácteas

Explicaciones prácticas en un momento del curso impartido en Mabegondo.

El bienestar animal en las explotaciones ganaderas fue regulado en las últimas décadas por varios decretos, como el RD 348/2000, pero más allá de la normativa, que exige unos mínimos, el sector incide en que hay que seguir unas buenas prácticas que redunden en el mejor estado de los animales y en una mejor producción. El Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo desarrolló recientemente un curso sobre bienestar animal en el que incluyó un apartado específico para repasar cuestiones a tener en cuenta en las explotaciones lácteas. Resumimos a continuación algunos de los apartados tratados en el curso, coordinado por Carme Calvo.

Estado sanitario
De cara a preservar el buen estado sanitario del ganado, resulta importante limitar la entrada de animales en la explotación. Para el nuevo ganado que llegue, se aconseja el establecimiento de una zona de cuarentena de una semana para valorar si la vaca presenta síntomas.

Previamente a las incorporaciones, además, es conveniente que unos 20 días antes se le hagan en origen al animal las pruebas de las enfermedades controladas normalmente a través de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS), tales como la BVD, IBR o paratuberculosis. “No tiene porque ser así por ley, pero si se hace en destino y hay positivos, el animal pudo estar diseminando los virus en la explotación”, valora Carmen Calvo. «Es importante que los animales lleguen con resultado negativo».

Vigilar regularmente el aspecto sanitario del ganado y aislar a cualquier animal sospechoso es otra recomendación básica. En cuanto a los programas sanitarios a aplicar, las ADS suelen controlar el IBR, el BVD y también en muchos casos la neosporosis -responsable de un 16% de los abortos- y la paratuberculosis. El control de parásitos internos y externos, la desratización de los locales -con el emplazamiento de los cebos marcado-, y un plan de diagnóstico y control de mamitis son otras cuestiones a cuidar.

De manera paralela al trabajo de campo, además hay que llevar al día el libro de registro de enfermedades y tratamientos. En el caso de los animales tratados, hay que identificarlos de manera clara para evitar que entren en el protocolo ordinario de ordeño.

Requisitos de trazabilidad y alimentación
El ganadero está obligado a cumplir una serie de requisitos de trazabilidad de los animales y de la propia leche que sale de la explotación (la normativa de la letra Q). En la identificación de animales, es conveniente tener en cuenta los plazos que hay para comunicar nacimientos, muertes o la entrada y salida de vacas de las explotaciones.

En cuanto a la alimentación, la normativa hace referencia a cuestiones de sentido común, como evitar riesgos microbiológicos o químicos en la alimentación que se le suministra a los animales. Otro requisito a tener en cuenta es hacer la compra de concentrados sólo de fabricantes registrados y guardar la etiqueta y el albarán de la compra durante un periodo de tres años. «La transparencia, la trazabilidad y el respeto a la normativa aportan más seguridad para el ganado y para el producto que llega al consumidor. Es importante que todos percibamos ese control», explicaba Carmen Calvo en el curso impartido en Mabegondo.

En cuanto al agua, si no es de una traída pública, por normativa habrá que hacerle al menos un análisis anual.

Comportamiento de los animales

Prestar atención y conocer el comportamiento de los animales resulta importante para descubrir posibles enfermedades y para reducirles el stress, un factor que puede llevar a problemas como la disminución de la producción de leche, un menor aumento de peso, pérdidas de celos o a peleas entre los animales.

Tener las claves del comportamiento de las vacas puede facilitar además el manejo de los animales. Las reses tienden a seguir a una vaca que actúa como líder en el movimiento del rebaño, por lo que hacer ensayos con un animal manso para que actúe como líder podría mejorar el control del rebaño.

También hay que tener en cuenta que el liderazgo a la hora de moverse es distinto de la jerarquía, que puede ser lineal, de un individuo sobre otros, o compleja. De cara a evitar desajustes jerárquicos, un elemento a considerar es que las vacas son capaces de identificar y diferenciar alrededor de 70-80 reses, por lo que tener lotes superiores puede generar problemas.

Otra cuestión práctica que facilita el manejo en los corrales consiste en la colocación de una tabla en el alambre superior, de forma que se reduzca el deseo de los animales de saltar.

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