Las macroalgas marinas tienen propiedades bioestimulantes para los cultivos, que residen en su característica composición —resultado de su adaptación a la vida marina— e incluye substancias bioactivas que mejoran el crecimiento y la resistencia al estrés biótico y abiótico de las plantas terrestres. Por ejemplo, carbohidratos característicos de las algas como el agar, los carragenatos, o los alginatos, confieren resistencia mecánica a las algas, mientras que estimulan el crecimiento y los mecanismos de defensa frente a diferentes estreses en las plantas.
Los beneficios de las macroalgas marinas en agricultura van más allá de ayudar a las plantas a tolerar los estreses, también ejercen una acción fertilizante aportando vitaminas, minerales, y otras moléculas que contribuyen a mejorar la calidad del suelo estimulando la actividad de los microrganismos y mejorando la disponibilidad de nutrientes. Por estas razones, los agricultores de las zonas costeras han utilizado las algas de los arribazones desde tiempos ancestrales.
El Grupo Operativo BIO_MARTERRA surge, precisamente, con el fin de desarrollar bioestimulantes comerciales a partir de algas marinas de la costa gallega. Los principales objetivos del proyecto consisten en optimizar la producción de extractos de algas con actividad bioestimulante a una escala que permita su comercialización y evaluar sus efectos beneficiosos contra estreses abióticos y bióticos en variedades autóctonas de huerta, patata, y viña.
El Grupo Operativo BIO_MARTERRA surge con el fin de desarrollar bioestimulantes comerciales a partir de algas marinas de la costa gallega
El proyecto surge ante la necesidad de rentabilizar los descartes de algas marinas de la industria alimentaria —40 toneladas de algas pueden generar 2 toneladas de descartes anuales en peso fresco— convirtiendo un subproducto en un producto innovador sostenible, en una clara apuesta por la economía circular y azul.
El escalado y la legislación
BIO_MARTERRA surge de un proyecto piloto anterior con un enfoque de “prueba de concepto”. Este primer proyecto se limitó a elaborar —a escala de laboratorio— una primera generación de bioestimulantes utilizando como principales referencias la literatura científica y bioestimulantes ya disponibles en el mercado, pero sin tener en cuenta la legislación vigente. Los buenos resultados obtenidos en el cultivo de patata, lechuga, y vid motivaron la continuación del proyecto a través de lo que hoy es BIO_MARTERRA.
Sin embargo, incrementar la producción a una escala industrial, que permita su comercialización tal y como pretende BIO_MARTERRA, supone varios retos. Por un lado, es necesario cumplir con la legislación vigente. La ley española limita los métodos de elaboración, restringe las especies de algas que se pueden utilizar, y establece los contenidos nutricionales mínimos de los bioestimulantes.
El escalado en sí también resulta un reto. Al incrementar las proporciones de la producción, la composición del bioestimulante puede variar. Esto exige continuos análisis, controles de calidad y ajustes de protocolos para asegurar que los productos resultantes mantienen las propiedades bioestimulantes originales y los contenidos nutricionales mínimos exigidos por la ley.
Los integrantes de BIO_MARTERRA cuentan con tener al menos 4 formulaciones listas para comercializar al terminar el proyecto. Éstas se elaborarán a partir de Ascophyllum nodosum L. y otras algas que se combinarán en proporciones adecuadas para obtener bioestimulantes con diferentes propiedades que permitirán a los cultivos tolerar mejor los estreses abióticos como elevadas temperaturas o sequía y bióticos como algunas enfermedades fúngicas.
Evaluación de los estimulantes para un correcto uso en la agricultura
BIO_MARTERRA también pretende proveer a los agricultores con la información necesaria para aplicar los bioestimulantes correctamente y obtener los resultados deseados. Sin embargo, esto no es tarea sencilla ya que exige diferentes ensayos para despejar múltiples incógnitas.
Por un lado, es necesario esclarecer todos los parámetros relacionados con la aplicación de los estimulantes. Esto incluye todo lo relacionado con la dosis: dosis adecuada (mínima, máxima), método de aplicación (riego, inmersión), frecuencia (diaria, días alternos, semanal), etc. También incluye determinar tipo de ensayo (condiciones de laboratorio, condiciones controladas de invernadero, o condiciones de campo), el efecto en la planta (tamaño y/o peso de raíz, hojas, o frutos, estado fotosintético), y el momento más adecuado (germinación, crecimiento, desarrollo de frutos).
Por otro lado, es necesario esclarecer las especies agronómicas que pueden beneficiarse de su aplicación. BIO_MARTERRA evaluará el efecto de los estimulantes en especies de interés comercial, como la lechuga, tomate, pimiento, patata y la vid; ecotipos locales como la lechuga de Feáns, el tomate negro de Santiago y la patata de A Limia; y cultivos ecológicos de patata Kennebec y tomate.
Los socios.
El Grupo Opertativo BIO_MARTERRA está formado por un equipo multidisciplinar que incluye a la empresa PORTOMUIÑOS, el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM), el Grupo de Agronomía de la USC, el Grupo VIOR de la Misión Biológica de Galicia-CSIC, el Centro de Formación y Experimentación Agraria de Guísamo, dos productores primarios (Avelino Santana y la empresa familiar Horta da Lousa), y la fundación FEUGA. Cada uno de ellos aporta conocimientos en áreas específicas —aunque todos colaboran en diferentes tareas— para llevar a cabo un proyecto de innovación financiado conjuntamente por la Unión Europea, el Ministerio de Agricultura, y la Xunta de Galicia con un total de 179.634,83 euros.
La empresa privada PORTOMUIÑOS S.L, principal motor del proyecto, con una reconocida experiencia en la recolección y elaboración de productos de alimentación a partir de algas marinas de la costa gallega es la encargada de elaborar los bioestimulantes. El CIAM, dependiente de la Consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia, realiza ensayos con los bioestimulantes en cultivos hortícolas con ecotipos locales de interés para Galicia. El Grupo de Agronomía de la USC, con una demostrada capacidad y experiencia investigadora en el uso de las algas marinas procedentes de arribazones en agricultura, evalúa el efecto positivo de los distintos bioestimulantes frente a diferentes estreses abióticos en cultivos de huerta y su impacto en el desarrollo, producción y calidad de raíz, hoja o fruto.
El Grupo VIOR de la Misión Biolóxica de Galicia-CSIC, uno de los mayores expertos a nivel internacional en enfermedades fúngicas de la vid y en su control, evaluará, precisamente, el impacto de los bioestimulantes frente a los estreses bióticos en la vid, representados por el Mildiu y la Botritis. El Centro de Formación y Experimentación Agraria de Guísamo, aunque no figura oficialmente en el proyecto colabora en la realización de ensayos de efecto de los extractos de algas en el cultivo de variedades locales de pimiento. Avelino Santana, productor primario en la comarca de A Limia, con experiencia en el cultivo de patata con Indicación Geográfica Protegida, y la empresa familiar Horta da Lousa, también comprometida con el cultivo ecológico, evaluarán el efecto de los bioestimulantes en cultivos de patata ecológica y huerta. La fundación privada FEUGA, con una amplia trayectoria en transferencia de conocimiento y en la promoción y coordinación de proyectos regionales, nacionales, y europeos, se encargará de las actividades de difusión y comunicación con el fin de acercar los resultados del proyecto a las empresas del sector, las administraciones con competencias en este campo, y la sociedad en general.
Primeros resultados del proyecto
El proyecto BIO_MARTERRA lleva en vigor desde hace 9 meses y ya está arrojando los primeros resultados.
Por un lado, PORTOMUIÑOS ha avanzado mucho en la elaboración y escalado de los diferentes modelos de bioestimulantes. A lo largo del proceso han tenido que hacer múltiples ajustes en los protocolos, establecer controles de calidad, y hacer pruebas biológicas para asegurar que los productos cumplen con la legislación y mantienen sus propiedades bioestimulantes.
Por otro lado, los resultados previos son prometedores en cuanto a la tolerancia frente al estrés abiótico en la germinación y crecimiento del berro, la col china, y la lechuga. Para ello han germinado semillas de berro, lechuga y col china bajo condiciones control (sin estrés) y condiciones experimentales (con estrés) —salino, calor, frío, sequia, y oscuridad— siguiendo protocolos estandarizados como la norma UNE-EN 16086-2 (germinación en placa Petri) y la norma UNE-EN 16086-1 (ensayo de crecimiento en maceta de col china) y otros protocolos.
Uno de los prototipos ha resultado particularmente interesante en determinados ensayos frente al estrés salino ya que ha conseguido un incremento del crecimiento total (raíz y tallo) del 81% frente al control sin bioestimulante. Ensayos similares frente a la sequía y el calor lograron hasta un crecimiento total del 54% y 28%, respectivamente.
Se están valorando actualmente los resultados obtenidos de la gran cantidad de ensayos realizados tanto en laboratorio como en campo. Las repeticiones y la comparativa vendrá a concluir los efectos beneficiosos que generan los productos desarrollados en el marco de este proyecto.
Los bioestimulantes como oportunidad para la agricultura
Los bioestimulantes elaborados a partir de algas marinas representan una gran oportunidad para la agricultura. Pueden ayudarnos a reducir nuestra dependencia de insumos químicos, una necesidad acuciante para el sector, ya que legislación es cada vez más restrictiva en su uso.
Además, pueden ayudar a adaptarnos al cambio climático, y garantizar la seguridad alimentaria en línea con la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea. Compuestos como los floritaninnos protegen a la planta contra el estrés biótico; otros compuestos como los brasinosteroides ayudan a las plantas a combatir estreses abióticos; otras moléculas como las hormonas vegetales y las poliaminas, estimulan el crecimiento de la planta, y mejoran la calidad y la producción de los frutos. Los bioestimulantes, además, pueden ayudar a mejorar el rendimiento económico: no sólo pueden contribuir a reducir el gasto en insumos químicos y mejorar la producción, sino que también pueden permitir el acceso a mercados en expansión y mejor remunerados como el de los productos ecológicos.
Financiación
El Grupo Operativo BIO_MARTERRA está financiado por las ayudas para la ejecución de proyectos innovadores de los grupos operativos de la Asociación Europea de la Innovación (AEI), cofinanciadas en un 80% con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en el marco del Plan estratégico de la política agraria común (PEPAC) 2023-2027 con fondos propios de la Xunta de Galicia en un 14% y con fondos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un 6%. La Consellería do Medio Rural es el órgano de la Administración gallega a la que le corresponde proponer y ejecutar las directrices generales en el ámbito rural, y engloba las competencias en materia de agricultura, ganadería, desarrollo rural y ordenación comarcal, estructuras rurales, industrias agroalimentarias y forestales, montes, prevención y defensa de los incendios forestales. Presupuesto total BIO_MARTERRA: 179.634,83 € (100% subvencionado).