Bodegas Granbazán, pioneros en la maceración de la uva y la crianza en barrica en Rías Baixas

Especializada en el Albariño, esta bodega de O Salnés ha sido una de las primeras en apostar por la maceración en la Denominación de Origen. Conocemos sus vinos, el proceso de elaboración y el cuidado que realizan de los viñedos

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Bodegas Granbazán, pioneros en la maceración de la uva y la crianza en barrica en Rías Baixas

Diego Ríos es el enólogo de la bodega desde el 2019.

Construida en los años 80, la bodega Granbazán destaca al recordar a los Châteaux franceses rodeada de viñedos, situada en tierras de Vilanova de Arousa y a escasa distancia de Cambados. La bodega se ha caracterizado por la apuesta decidida que ha hecho siempre por el Albariño. Ha sido una de las pioneras en la Denominación de Origen Rías Baixas en comenzar a macerar las uvas para sus vinos o en aplicarles una crianza en barrica, técnicas empleadas en otras regiones y con otras variedades.

Los orígenes de la bodega están ligados a la familia Otero, quien quiso esta estética francesa para la construcción, que primero se caracterizó por sus fachadas blancas y que en 2007 daría paso a un azulejo azul, que la hace aún más característica y que recuerda más a las casas indianas. En 2017, la bodega y sus viñedos pasarían a manos del murciano Pedro Martínez, propietario también de las bodegas Baigorri, en la Rioja alavesa, y que es su actual propietario.

La bodega, propiedad del murciano Pedro Martínez, está centrada en el Albariño y ofrece también una oferta enoturística con visitas y la preparación de eventos

Además de la elaboración de los vinos, Granbazán lleva 20 años trabajando con la vista puesta en el enoturismo y la restauración vinculada al atractivo que suponen sus viñedos. En 2001 construyeron una nueva edificación pensada especialmente para acoger celebraciones y donde la cocina gallega ha sido siempre protagonista. Tras un año marcado por la pandemia y la reducción de eventos, este verano retoman poco a poco la actividad con veladas en las que maridan sus vinos con sesiones musicales, así como con bodas y banquetes.

bodega Granbazan 2

La bodega se encuentra rodeada de cepas de Albariño y a menos de un kilómetro en línea recta del mar.

Los vinos elaborados en Granbazán

La primera añada de Granbazán fue la de 1988, embotellada en el 89 y de la que aún conservan alguna botella en la bodega. Precisamente, durante el recorrido de los visitantes a las instalaciones también muestran la evolución que han experimentado a lo largo de los años y que puede verse tanto en sus botellas como en sus etiquetas.

En la actualidad, tienen 6 vinos, todos ellos elaborados en exclusiva con uva Albariño. Se trata del Albariño Contrapunto, los Granbazán Etiqueta Verde y Ámbar, Granbazán Veigalobos, así como Granbazán Limousin y Granbazán Don Álvaro de Bazán. Estos últimos son las elaboraciones más especiales de la bodega. Así, el Limousin termina la fermentación en barrica de roble francés durante 4 meses y luego lo cambian para que permanezca otros 16 meses en tanque de acero antes de embotellarlo.

vinos Granbazan

Los principales vinos elaborados por la bodega y la evolución de sus etiquetas.

La fermentación en barricas de roble francés, que realizan tanto para su Limousin como para el Granbazán Don Álvaro ha sido también una marca de la casa, ya que esta fue una de las primeras bodegas del Salnés en proporcionar dicha fermentación a un Albariño.

Su Limousin ha sido destacado ya en varias ocasiones con algunos de los reconocimientos más prestigiosos como el Concurso Mundial de Bruselas, cuyo fallo de la edición 2021 se conoció en días pasados, y que otorgó una plata a un Limousin de 2017. No es el único, ya que también un Limousin de 2015 se había hecho ya con un oro en 2018, edición en la que consiguieron además la medalla dorada para un Granbazán Etiqueta Ámbar 2016.

Uno de sus Limousin, la añada 2017, logró en esta edición del Concurso Mundial de Bruselas una medalla de plata

Por su parte, el Granbazán Don Álvaro de Bazán, es el único que conserva en su etiqueta el emblema del barco, empleado en sus primeros vinos. “Es nuestro vino más salino. Es un vino muy indicado para pescados y mariscos”, apunta Carina Vázquez, responsable del área de enoturismo y quien guía a las visitas en su recorrido por las instalaciones.

El vino Don Álvaro de Bazán lo elaboran con las uvas procedentes de las cepas más viejas y de la parte más alta de la finca principal de la bodega, situada en Tremoedo, según detalla Adolfo Picáns, director financiero de la bodega.

uvas

Su vino Don Álvaro de Bazán lo elaboran con sus uvas más especiales.

Es un vino especial que solo elaboran cuando se logran las condiciones óptimas para ello. “Ha habido varios años que no hemos podido sacar nuestro Don Álvaro de Bazán, así del 2015 pasamos a la añada del 2018”, detalla Vázquez. Este vino macera 18 meses sobre lías, para aportarle una dimensión extra de aromas y redondez en boca. “La bodega sigue fiel a la tradición y principios de sus orígenes en una apuesta por la calidad de nuestros vinos, con producciones más limitadas”, reivindican.

Otro de sus vinos particulares es Granbazán Veigalobos, un vino elaborado principalmente con las uvas procedentes de la Finca Cobas de Lobos, en la parroquia de San Adrián, en Cambados. Se trata de una parcela con 2,85 hectáreas cultivadas en parra gallega sobre suelo arenoso junto a la ribera del Río Umia. “En estas condiciones extremas y bajo la influencia del océano Atlántico brotan bayas de lenta maduración, potente acidez e inigualable calidad aromática”, detallan desde Granbazán.

El principal mercado de los vinos de Granbazán es Galicia aunque casi un 35% de la producción tiene como destino el resto de España y Europa, así como Estados Unidos o Asia.

Maceración de la uva

En Granbazán miman la uva en su paso por la bodega, para así contribuir a obtener los mejores resultados del producto de calidad con el que cuentan. “Despalillamos toda la uva que llega a bodega, la enfriamos y comenzamos el proceso de maceración. Hemos sido de las primeras bodegas en Rías Baixas en tener depósitos específicos para la maceración, ya que tradicionalmente esta Denominación de Origen siempre optó por el prensado directo”, explica Diego Ríos, enólogo de la bodega desde 2019.

En la primera campaña de Ríos en la bodega, hace ya casi 2 años, toda la uva pasó por un proceso de maceración. Mientras, en 2020 lograron una cosecha más abundante y optaron por tratar parte de la uva en la prensa directa. “El tiempo de maceración depende de la logística del proceso, pero suele rondar entre las 4 o 6 horas como mínimo hasta las 12 horas en partidas especiales”, concreta Ríos.

interior bodega Granbazan

Fueron de los primeros en macerar la uva, cuando la mayor parte de las bodegas hacía un prensado directo.

Los depósitos están colocados en la parte alta de la bodega para poder sacar el líquido sin necesidad de utilizar una bomba. Tras el proceso de prensado es tiempo del desfangado, una fase más angosta y que realizan de forma natural y estática, sin utilizar ningún tipo de añadido para conseguir que este proceso de decantación sea más rápido. Las últimas añadas (2019 y 2020), de las que ya se ha encargado el enólogo, se han caracterizado por realizar proceso de decantación largos, que llegaron a ser de semana y media.

Casi todas las fermentaciones las realizan en depósitos de 15.000 litros. En ellos también realizan los vinos especiales y con una producción más reducida. Mientras, los otros dos vinos son coupage para los que utilizan depósitos de unos 45.000 litros para conseguir una mezcla homogénea. “De nuestro vino base tenemos una producción de unas 200.000 botellas a los que se suman unas 170.000 botellas de las ediciones especiales”, explica el enólogo.

Granbazán se caracteriza por incorporar tecnología que pueda facilitar el tratamiento de sus vinos sin alterar su esencia y calidad. Así, trabajan con un filtro tangencial, una tecnología muy utilizada en la industria alimentaria y también en países de Latinoamérica, con el que asegurar un embotellado que evite las microfiltraciones y garantizar un mayor control en la bodega.

cepas Ganbazan

Gestionan unas 12 hectáreas de viñedos tanto en las proximidades de la bodega como en fincas en los alrededores.

Los viñedos

La bodega cuenta con unas 12 hectáreas entre los viñedos situados en las proximidades de la bodega y la uva procedente de plantaciones próximas. “Hemos agrupado a todos nuestros proveedores, que son hasta 80 familias distintas por parroquias o por sector del que procede, de manera que todas las fermentaciones son partidas por separado”, detalla el enólogo.

Los viñedos de la bodega, así como buena parte de los viticultores trabajan con parra alta. “Optamos por la parra alta por la humedad, ya que este sistema nos ayuda a ventilar y mejorar a nivel fitosanitario, aunque no lo parezca estamos a un kilómetro en línea recta del mar”, apuntan desde la bodega. Los viñedos se asientan en suelos graníticos arenosos y optan por una cubierta vegetal.

La bodega tiene previsto incrementar la superficie de viñedo y esta temporada ha comenzado a acondicionar una parcela próxima de unas 5 hectáreas, en la que tienen previsto plantar más viñas de Albariño.

biodiversidad bodega Granbazan

La bodega está incorporando prácticas más sostenibles para mejorar y conservar la biodiversidad de fauna y flora en sus viñedos.

Con la vista puesta en la sostenibilidad

En el manejo de los viñedos, Granbazán está apostando por la sostenibilidad medioambiental con actuaciones que les ayuden a proteger la biodiversidad de flora y fauna. Entre otras acciones están llevando a cabo actuaciones en el cuidado de los suelos, reduciendo el uso de herbicidas o pequeños cambios en las gestión de los espacios verdes próximos a los viñedos, con los que conseguir mayor diversidad de flora y fauna, que en algunas ocasiones pueden convertirse en aliados para atajar algunas de las principales plagas del viñedo.

En sus viñedos han eliminado casi por completo el uso de insecticidas

“El principal enemigo de nuestros viñedos es el mildiu y para atajarlo trabajamos siempre con una mínima planificación y previsión en la medida de lo posible, al ser una patología muy ligada a las condiciones atmosféricas”, explica Carlos Fernández, técnico de campo de la bodega. Para atajar el mildiu aplican tratamientos sistémicos y en campañas como la de este año, con abundantes lluvias que han propiciado el desarrollo de la planta, también optan por soluciones penetrantes. En la bodega trabajan actualmente unas 20 personas, un número que se incrementa considerablemente durante la vendimia.

“Estamos tratando de conseguir producciones menos agresivas con el medio ambiente, así hemos eliminado casi por completo el uso de insecticidas”, apunta Fernández. En su lugar han optado por tratamientos a base de feromonas. “Son tratamientos que, además de ser más respetuosos con el medio ambiente nos proporcionan otros beneficios, ya que son alternativas que no precisan de unos plazos concretos de aplicación como los herbicidas o larvicidas para conseguir resultados óptimos”, detalla el técnico de campo.

feromonas Bodegas granbazan

Están empleando tratamientos con feromonas con los que están logrando muy buenos resultados.

Estos procedimientos a base de feromonas buscan atraer a los machos y evitar la fecundación y la proliferación de algunos de los insectos que causan daños en el viñedo. Con este método tampoco queda ningún tipo de residuos en la uva, con lo que se está logrando un vino de mayor calidad. “Nosotros queremos ser un referente en aplicar tratamientos más respetuosos con el medio ambiente para que otros viticultores se sumen a estas prácticas al ver los resultados. Además ya se ha visto en otras zonas los resultados positivos que ofrecen”, indican desde Granbazán.

La bodega, que ya había comenzado a trabajar por mejorar la biodiversidad de sus viñedos con pequeñas acciones, ha dado un paso más en los últimos meses y ha contado con el asesoramiento profesionalizado de la multinacional Bayer para llevar a cabo el proyecto Wildlife, un estudio pormenorizado de la flora y fauna que habita en las proximidades de sus cepas. “Tenemos un gran interés en mejorar y conservar la biodiversidad que existe junto a nuestros viñedos. Este ha sido el primer paso de mano de profesionales para seguir mejorando”, explican desde la bodega. El programa Bayerdiversity les proporciona asesoramiento profesional para mejorar y conservar la biodiversidad en zonas no productivas.

Están incorporando medidas para mejorar la biodiversidad. Estudian colocar posaderos para aves rapaces que espanten a los estorninos

En sus viñedos cuentan con una cubierta vegetal que les ayuda tanto a la gestión de las cepas y es fuente de biodiversidad. “Por las características del terreno sería muy desaconsejable labrar la tierra, ya que las lluvias terminarían arrastrándola, por eso nos decantamos por las cubiertas vegetales”, explica el técnico de campo. Además, por las condiciones climáticas de la zona, esta cubierta apenas necesita mantenimiento durante 6 meses. “En la primavera, los viñedos se llenan de pájaros como jilgueros o verderones que vienen a comer las semillas de las hierbas”, detalla.

Ahora quieren ir más allá y utilizar sistemas que mejoren la presencia de aves que también contribuyan a la gestión del propio viñedo de una forma sostenible. Así, están valorando la colocación de posaderos para aves rapaces que puedan espantar a las bandas de estorninos, que suponen una amenaza para la uva madura. “Hace 10 años, en una de las fincas de nuestros proveedores, una banda de estorninos redujo la cosecha de uva de 2.000 kilos a poco más de 500 en un solo fin de semana”, recuerda el técnico.

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