«Boom» en los precios de la uva blanca en Galicia en esta vendimia

Las Denominaciones de Origen de Galicia están en la época de la vendimia, algunas en plena actividad y otras, como es el caso de la Ribeira Sacra, en el pistoletazo de salida de la fecha de inicio oficial. Hasta el momento, los precios se desmarcan notoriamente de los años anteriores de una manera generalizada en todas las D.O., principalmente en las uvas blancas. Los valores más altos se registran en las Rías Baixas, donde los casos más comunes se enmarcan entre los 2,30€ y los 2,50€, y los más extraordinarios superan los 3€.

Tras la bajada de los precios de la uva durante los años de pandemia, la situación se fue estabilizando hasta subir repentinamente en esta campaña. La llegada de grandes grupos bodegueros, el aumento de la comercialización de los vinos blancos gallegos, y las mejoras de marca en los últimos años sirvieron de caldo de cultivo para que los precios de estas variedades se disparasen. Además, el reconocimiento adquirido por todas las Denominaciones en premios nacionales e internacionales, juega un papel fundamental en las leyes de mercado de la uva gallega.

Balance de precios

Este año la uva blanca está muy buscada en un mercado caracterizado por el aumento de precios. Esto denota que “en los últimos años los vinos blancos gallegos están de moda, lo que significa que se están haciendo cosas bien hechas a nivel vitícola, y eso repercute en los precios; las bodegas necesitan mayor volumen por el incremento de ventas, y por lo tanto, tienen que ajustar más los precios si las quieren llevar”, explica Carlos Basalo, responsable de viticultura en Uniones Agrarias.

“Hay que recordar que el deber de tener contratos hechos, puesto que así lo establece la Ley de la cadena agroalimentaria, lleva a que se mueva antes el mercado, y a establecer unos precios de recogida anteriores a la vendimia. Este año, con la subida generalizada de los combustibles, entre otros, “es entendible que los precios de la uva aumenten para paliar los costes de producción, y la viticultura se convierta en una actividad rentable para que se incorpore gente joven y garantizar el futuro del sector vitícola”, detalla Basalo.

“Es entendible que los precios de la uva aumenten para paliar los costos de producción, y la viticultura se convierta en una actividad rentable para que se incorporen chicos y garantizar el futuro del sector vitícola” (Carlos Basalo)

Así, la uva más cotizada de Galicia es la Albariño de las Rías Baixas que está ubicada “en el abanico de los 2,30€ a los 2,50€, aunque hay algunos casos que llegaron a los 3€ o 3€ y algo”, concreta Santiago Roma, de Bodegas Roma. Asimismo, el bodeguero expresa que “no fue una mala cosecha, sino todo lo contrario”, y expresa que “al ir implantándose el vino en los mercados nacionales e internacionales se creció mucho en demanda porque la D.O. Rías Baixas estaba siendo competitiva en relación calidad precio, y esto fue repercutiendo en la uva cada vez más”.

“La uva Albariño de las Rías Baixas llegó en algunos casos a los 3€ o 3€ y algo” (Santiago Roma)

Del mismo modo, “otra de las uvas buscadas y bien valoradas en todas las Denominaciones es la Godello”, avanza Carlos Basalo. “De manera porcentual, Monterrei fue el mercado de la uva que más subió en el territorio; si el año pasado a Godello estaba en torno a 0,90€ de media y este año está sobre 1,40€ y 1,50€ supone un gran incremento. Por eso, a mí estas cantidades no me parecen normales porque hay que aplicárselas a la botella de vino, y el mercado se va a resentir”, concreta Ernesto Rodríguez, de la Bodega Crego e Monaguillo. Por otra parte, los precios en la D.O. Ribeiro consiguen precios similares: “las castas utilizadas, tanto Treixadura, como Godello o Albariño se sitúan entre el 1,40€ y el 1,70€; otras como la Palomino bajan a los 0,85€”, detalla Basalo.

“De manera porcentual, Monterrei fue el mercado de la uva que más subió en el territorio; si el año pasado a Godello estaba en torno a 0,90€ de media, y este año está sobre 1,40€ y 1,50€ supone un gran incremento” (Ernesto Rodríguez)

La tendencia de los precios continúa al cambiar a la Denominación de Origen de Valdeorras. Efectivamente la diferencia económica con respeto al año pasado es notoria “pero depende del tipo de comprador”, afirman fuentes locales del sector. “Si la compra la realiza una cooperativa, la uva de Godello ronda el 1€, y la uva Mencía los 0,95€; sin embargo, si la compra la hace una bodega privada puede oscilar el 1,50€, y llegar a casi 3€ en aquellas fincas con buen terreno, donde tiene unas calidades y unas propiedades superiores”, concretan.

Por el contrario, la escalada de los precios se rompe con las variedades tintas puesto que son “las que mayor estabilidad mantuvieron”, destaca el responsable de viticultura de Uniones Agrarias. La zona que más utiliza estas castas es la Ribeira Sacra: “nosotros somos 93% tinto”, sintetiza el presidente de la Denominación de Origen José Manuel Rodríguez. “Hubo un ligero aumento que se encaja en la absoluta estabilidad; a nosotros no nos afectó la sequía y hay una cantidad sin mucha variación”, afirma. Por eso, “la uva Mencía, al ser la que más abunda, puede rondar los 0,90€ y el 1,20€, mientras que las variedades autóctonas como son Sousón, Caíño tinto o Brancellao están próximas al 1,50€”, da de referencia Carlos Basalo.

¿Situación insostenible para la próxima campaña?

Esta subida de precios en la uva estuvo acompañada por un desequilibrio entre productores y bodegueros. La llegada de grandes grupos bodegueros a Galicia influenció el balance de pagos, como fue en el caso de las Rías Baixas. “Al implantarse bodegas con repercusión nacional e internacional, ofertando un mayor precio por kilo de uva, incrementó en exceso los pagos medios y muchas bodegas asentadas desde hace años aquí se vieron obligadas a subir, y en muchos casos eso no permitía ningún margen para el bodeguero”, critica Santiago Roma.

“El viticultor tiene que cobrar un precio digno puesto que es una base para perpetuar el potencial del sector, pero no debemos pasarnos en darle un salto tan grande a los precios porque puede comprometer la situación para las próximas vendimias”, opina Santiago Roma. De este modo, el bodeguero explica que perpetuar estos precios puede ser algo inasumible en el sector agroalimentario, por lo que “lo que se está haciendo es tirar piedras contra nuestro propio tejado”, comenta.

En este sentido, “quien tiene que ajustar los precios de la venta final de la uva son las bodegas; vender un vino a 3€ a quien le va a repercutir es al productor de uva, por eso hay muchas veces que, en vez de venderlo a ese precio, hace falta venderlo a más para que la producción sea sostenible”, aporta Francisco Pérez, de la Bodega Couto Mixto. Asimismo, “si queremos sostener el sector, tenemos que ir a la par bodegueros y productor de uva, evitando los desequilibrios ahora existentes en el mercado”, avanza Roma.