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En esta semana de temperaturas tan elevadas (alcanzando o superando en algunas estaciones picos de 35ºC) la gran mayoría de las viñas ya tienen los racimos cuajados («purgados») e incluso algunas de ellas presentan los granos de 3 mm o incluso algunos racimos ya en el estado granos tamaño guisante.
Sin embargo, es normal encontrar en la misma viña racimos en diferentes estados de desarrollo abarcando un rango amplio, desde prefloración hasta tamaño guisante. Esta situación la observamos, con intensidad diferente, en las viñas de todas las comarcas. Las parcelas con pérdida de granos y cosecha son más patentes en las parcelas con mal manejo y exceso de vigor.
Se espera para los próximos días una alternancia de períodos de cielos con nubes y claros con otros poco nublados o despejados. En la jornada del sábado se registrarán nuevamente temperaturas máximas muy altas. La próxima semana se prevé que continúe la inestabilidad, con riesgo de chubascos y bajada ligera de las temperaturas medias. La climatología tormentosa es un factor de elevado riesgo para la propagación del mildiu.
Cuidados culturales
En este período destaca el fuerte crecimiento de los brotes, por lo que es necesario la poda en verde de aquellos que no se mantienen dentro del sistema de conducción. Se recomienda la eliminación de hojas y nietos a la altura de los racimos, el fin de favorecer la aireación y sanidad, siendo esto especialmente necesario en las parcelas con exceso de vigor.
Enfermedades fúngicas:
Mildiu:
En esta semana las elevadas temperaturas nocturnas (con registros de más de 24ºC en algunas estaciones) unidas a una humedad relativa también elevada (o humedad foliar) algunas noches fueron condiciones muy favorables al patógeno, y a estas condiciones hay que unir la climatología tormentosa que hay desde la tarde del miércoles, con lluvia en algunas comarcas de Galicia.
Con esta situación, en las plantas testigo en Rías Baixas y en las abandonadas la presencia de nuevos síntomas es generalizada, tanto que las hojas presentan más del 50% de su superficie con manchas y ya la práctica totalidad de racimos está afectada por la enfermedad. Las variedades con más sintomatología en las parcelas piloto son la Godello y Torrontés.
La climatología tormentosa que se da desde la tarde del miércoles y que está previsto que continúe en los próximos días es un factor de riesgo muy elevado que puede favorecer la rápida y continua aparición de nuevos síntomas.
Esto obliga a renovar las aplicaciones y a confirmar unos días después su eficacia. En concreto, las parcelas sin aplicación del tratamiento para el control de Mildiu en los días anteriores o posteriores a las jornadas del 9-10 de junio (con condiciones de infección), deberán aplicarlo. Esta aplicación también puede ser preventiva de las condiciones contaminantes que se pueden producir estos días. Junto con este tratamiento es necesaria la aplicación de fungicida para el control de Oídio.
En un año como este con alto crecimiento de las plantas, las prácticas culturales (hierba controlada, podas en verde…) son medidas necesarias de control indirecto del mildiu.
Oídio:
En esta semana en Rías Baixas se observaron más hojas de albariño con síntomas incipientes, pero de momento no se detectó desde la Estación Fitopatológica de Areiro ningún grano con presencia del hongo. Aun así, a partir de ahora y hasta el cierre del racimo, las uvas entran en su período de mayor susceptibilidad al patógeno, y las condiciones climáticas disteis días también le son favorables.
Por lo tanto es necesario añadir un fungicida antioído cuando se renueve el tratamiento frente al mildio.
Botritis:
La humedad foliar que hubo estos días provocó una elevada presencia de esporas de botritis en el ambiente pero no se observaron nuevos síntomas, ni siquiera en los capuchones florales aún adheridos o en los racimos secos por mildio de las plantas sin tratar. El nivel de riesgo para los próximos días dependerá del número de horas de vegetación mojada que finalmente se produzca en cada localización, ya que las lluvias previstas serán en forma de tormenta o chubasco.
Mantener la vigilancia, especialmente en variedades sensibles.
