David Outeiro inició recientemente su actividad como ganadero, desplazándose desde la ciudad de Lugo hasta Mazaeda, en el concello de A Fonsagrada. Su primera toma de contacto fue con el mundo apícola, para más adelante hacerse con un rebaño de 22 vacas cachenas que rota por 15 hectáreas de praderas, con un manejo ecológico y regenerativo.
La alimentación es exclusivamente a base de pasto, complementado con silo de hierba en los meses más duros del invierno y raramente en verano.
En invierno de 2021, este joven ganadero tomó la decisión de mudarse de Lugo a la aldea de Mazaeda, en el ayuntamiento de A Fonsagrada, donde sus padres conservaban la casa familiar y algunas fincas. Hasta ese momento, el contacto de David con la ganadería era escaso, pero su interés por entender las relaciones entre los animales, la naturaleza y las personas lo llevaron a iniciarse como ganadero. En esta línea, cursó estudios del campo agroforestal y de la educación ambiental.
Con una mentalizad ecologista, David siempre sintió curiosidad por entender la naturaleza. «Reflexionaba mucho sobre cómo funcionaba la Europa paleolítica. Cuando había los rebaños silvestres, los ecosistemas tenían que funcionar de una manera muy diferente. Con la ayuda de los estudios sobre pastoreo racional Voisin, llegué a entender cómo podrían funcionar. Son sistemas que aún podemos ver en ciertas zonas de África, donde los depredadores provocan la concentración de herbívoros”, compara.
“Estos grandes rebaños de África pastan rápidamente una zona para luego moverse, dejando el suelo descansar por uno largo período. Con todo esto y siguiendo estudios de Joel Salatin, y Luiz Carlos Pinheiro me pareció que lo más coherente era intentar implantar este sistema regenerativo, ver como funcionaba y divulgarlo”, explica.
La propiedad en la que trabaja David se divide en varias fincas en un radio de 1 kilómetro. Hay un conjunto de pequeñas fincas en la zona más baja, cerca de la casa. Otra zona un poco más lejana con una finca de 2 hectáreas y luego, el terreno restante, pastizales en la sierra.
Esta última zona fue un monte de varas, un modelo de propiedad que había en esta zona, donde cada vecino tenía una zona delimitada para el aprovechamiento. En los años 70 pasó a propietarios privados, una parte fue plantada por el Icona y la restante se transformó en praderas.
Como muchas ganaderías en Galicia, David tiene una dedicación parcial a la actividad. “Trabajo como bombero forestal en el ayuntamiento de Ribeira de Piquín. Es un trabajo estacional que puedo complementar con la ganadería. A pesar de no tener muchas cabezas de ganado, puedo sacar a fin de año un salario suficiente. Son dos trabajos que puedo compatibilizar, por la flexibilidad que tiene el trabajo con las vacas”, señala.
La primera actividad que llevó a cabo al regresar al pueblo de Mazaeda fue la apicultura. La preocupación de David por entender como una especie silvestre se adaptó a diferentes condiciones a lo largo de la historia le hicieron cuestionar ciertos tratamientos que se realizan en la apicultura convencional.
Siguiendo estudios del biólogo Stephen Braun, implantó el sistema establecido por Ed. Dee Lusby, también conocido como abeja pequeña’.
“La varroa originariamente atacaba al macho en la zona de Asia, de donde provienen y convive con la ‘apis cerana’. En Europa se fue aumentando el tamaño de las celdas en las colmenas con el consiguiente crecimiento de las obreras. En un principio la varroa atacaba a los machos, ejemplares de mayor tamaño, pero luego de esta modificación en las colmenas el parásito no diferenciaba y atacaba a todo el enjambre. Indagando, localicé a un apicultor de la zona de Allande que trabajaba de este modo y a partir de ahí comencé a utilizar este sistema bioapícola”, explica David sobre sus inicios.
Después de esta primera actividad ganadera en Mazaeda, David decidió avanzar y hacerse con un rebaño de vacas cachenas. Desde el primer momento, David estaba convencido de que el mejor sistema era llevar a cabo un pastoreo racional y regenerativo.
Así es que el día en que llegaron los animales procedentes de Becerreá, las fincas estaban divididas en parcelas de 3 días. “Poco a poco fui aprendiendo a base de consultar estudios y observar el comportamiento del ganado, también incorporé animales de otras ganaderías de Triacastela o Friol y también una vaca de la granja Gayoso Castro. Cuando llegaron las vacas, el primer día ya había hecho las divisiones, pero para irlas acostumbrando al trato decidí dejarlas una semana en un recinto mas amplio y con comida, desde ese momento siempre estuvieron bajo un sistema racional regenerativo”.
Siguiendo estudios de André Voisin, y Luiz Carlos Pinheiro, el pasto se divide en pequeños recintos donde el ganado pasa un máximo de 3 días. Con el pastoreo racional, una gran carga ganadera en un pequeño período de tiempo tiene ventajas tanto para regeneración del suelo como para el rebrote del pasto, con la consiguiente mayor productividad.
“Manteniendo una elevada competencia, el ganado no hace una selección de las especies pratenses, arrasando con toda la pradera. El pasto que no llegan a pastar queda totalmente pisado e integrado, aumentando la materia orgánica del suelo”.
Costes de producción
David participa en un estudio que analiza los costes de producción en las ganaderías. Recopilando datos, la dedicación estimada es de unas 15 horas semanales más la ayuda de su padre, principalmente los días que David trabaja como bombero.
“La estimación del tiempo dedicado es una media anual, hay semanas de menos horas y otras en las que hay que arreglar cierres o hacer algún desbroce. Lo que más trabajo me da es hacer las parcelas para el ganado. Voy rotando los animales cada 3 días, pues es el tiempo que tarda en salir el rebrote una vez pastado. Cada vez que hago una división, hago 4 parcelas, por lo que así tengo este trabajo hecho para 12 días”.
“Ocasionalmente pueden estar más de esos 3 días, por calcular mal los recintos u otras circunstancias puntuales. Otra tarea diaria es la de llevar el agua al ganado, rotando por cada parcela los bebederos portátiles, alimentados por medio de una manguera conectada a una cuba que llevamos para las fincas”.
Los ingresos de la explotación, por el momento, vinieron por la venta de animales para vida, pero para el futuro David considera mantener nodrizas cachenas e incorporar un toro de raza angus para hacer cruces con mayor rendimiento cárnico y, al mismo tiempo, mantener la rusticidad y la aptitud para producir en base a pasto.
“Antonio Tucci suele recomendar la variante de angus pastoril argentina para obtener buenas canales en base a pasto, por la facilidad de engrase y por conseguir más kilos por animal. Ya hay ganaderos regenerativos que trabajan con un sistema similar, cruzando casina asturiana con angus. Pensando en la comercialización de animales para carne, estoy viendo distintos sellos como ‘DeYerba’, que garantiza la producción en base a pasto”.
Fauna salvaje
A pesar de que el ganado siempre está fuera y Mazaeda es una zona con monte alrededor, por el momento no hubo ninguna baja por causa del lobo. A pesar de que los cierres son de varios hilos de pastor y no cuenta con perros para proteger el ganado, David cree que el manejo que realiza, además de la propia raza, son aspectos clave.
“Al manejar el ganado en pequeñas zonas, cuando hay peligro el rebaño se defiende en conjunto. Si por ejemplo, están las vacas en una amplia finca es mas fácil que en algún momento una vaca o un ternero se aleje del grupo y en ese momento el lobo ataca a un animal por individual. En alguna ocasión, estando con el ganado, vi como el rebaño adoptaba una posición defensiva cuando pasaba algún animal salvaje por la zona”.
Perpectivas
El futuro de esta explotación en Mazaeda pasa por mantener el tamaño actual. “En esta zona no hay mucho terreno disponible para querer ampliar, además tampoco quiero entrar en competencia con las granjas de la zona por hacerme con terrenos que les interesen a ellos”.
Pola conciencia de respeto con el medio ambiente, “también me gusta divulgar este tipo de manejo regenerativo, por lo que la granja está abierta a los visitantes. Me visitaron recientemente unos alemanes que vinieron a vivir a la zona de Guitiriz, en un principio estaban interesados en una de las vacas jersey, pero al saber que también tenía cachenas me transmitieron la voluntad de hacerse con una para el otoño. Por esto creo que deberíamos dar a conocer esta raza en otras regiones”.
Esta divulgación también ayuda a poner en valor el trabajo de los ganaderos y desmontar ciertos mitos acerca del consumo de carne. “La corriente vegana puede estar justificada por distintos motivos pero no por ser la ganadería una actividad nociva para el medio ambiente. Dejar de consumir carne por cuestiones de emisiones y bienestar animal no se justifica en este manejo de los animales”, explica David, quien considera que el consumidor tiene cierta desinformación de los distintos tipos de manejo que se pueden hacer.
Beneficio de la ganadería para el ecosistema
Debido a la profesión de bombero forestal, David ve la ganadería también como un sistema para mantener los ecosistemas. “Después de los grandes incendios en la zona del Courel, me desplacé hasta la zona para ver lo que había sobrevivido. Cuando llegué vi que lo único que paró el fuego fueron las praderas y las carballeiras. Por esto creo que el trabajo de prevención es más importante que el de extinción, donde el ganado juega un papel importante”.
“Dentro del ecologismo, creo que debemos ver las vacas no solamente como un animal doméstico, sino también como un descendiente del ‘uro’, que podemos utilizar para que haga la función que la naturaleza le confiere. Usando el ganado para mantener la biomasa podemos obtener un rendimiento económico al tiempo que se asienta población en el rural y se regenera la naturaleza”, opina.
Al grupo de vacas cachenas también se suman un par de vacas jersey para autoconsumo. “Estas dos vacas suelen estar por las fincas más próximas a la casa, aunque en algún momento se juntan con las cachenas. Además de mantener su cría, les saco leche para autoconsumo y para hacer queso. La primera que adquirí debe ser línea americana o europea y la otra la adquirí en Airas Moniz, con un 50% de línea neozelandesa. La segunda de ellas veo que es mas eficiente en la producción solamente con pasto, se le ve que mantiene mejor condición corporal. Los terneros tienen muy buena capacidad para crecer”, destaca.