La compra tanto de leche como de yogures cayó en el 2023, según se extrae del último informe presentado por el Ministerio de Agricultura sobre el panel de Consumo Alimentario de los Hogares. Mientras, el consumo de queso continúa incrementándose.
En términos generales, el consumo de lácteos experimentó un descenso del 2,6% en comparación con los datos manejados en el 2022. Con todo, el valor del mercado se incrementó en un 12% impulsado por el aumento del precio medio, que se sitúa en 2,24 euros por kilolitro, lo que supone un incremento de 30 céntimos por kilolitro en comparación con 2022.
Los lácteos representan un 12% del presupuesto de la compra de alimentos y bebida de los hogares. Por su parte, cada español ingiere aproximadamente 97 kilos o litros de lácteos, lo que supone una bajada del 3% con respeto del 2022 y del 10% en relación al 2019. El consumo de los lácteos lleva reduciéndose desde 2008, a excepción del año 2020, debido al incremento del consumo doméstico durante la pandemia.
En el consumo de lácteos, la leche sigue siendo la que mayor volumen representa (64%), pese a que se había reducido su ingesta en el 2023. Cada español bebe al año de media unos 62 litros. Aunque se ha comprado menos leche, la facturación de leche ha sido un 13% mayor, debido al incremento del precio, que se cerró en 0,98 euros por litro.
En 2023 también se aprecia una reducción del consumo de yogures (2,8%), así como de mantequilla (0,6%), de batidos (4,6%) y de sobremesas lácteas (7,9%). En este año, se incrementó el consumo de quesos en un 2%, el de helados en un 0,8% y el de nata en un 2,7%.
Los quesos con mayor demanda
El queso fresco es el que más se consume (26%), aunque ya se haya reducido este volumen en un 1,4% con respeto del 2022. De media, cada español consumió el año pasado 2 kilos de queso fresco. Mientras, el consumo de queso tierno se incrementó en un 13% . Este tipo de queso experimentó también un crecimiento de la facturación.
El queso semicurado es el segundo más demandado por los españoles, por lo que representa el 25% de los kilos de queso que se consumen. Cada individuo compró de media 1,93 kilos de este tipo de queso, que es además el que mayor valor tiene, con una cuota del 29%.
El único queso que no ha experimentado un incremento de la demanda y del valor es el de oveja. La demanda cayó en un 23% y tuvo una facturación un 13% inferior con respeto del 2022.