La campaña de ensilado de maíz está dando comienzo estos días en las fincas más secas de las comarcas del interior de Galicia, como O Deza o Chantada, aunque el fuerte del trabajo de las cosechadoras y remolques en el conjunto de la comunidad se espera a partir del 20 de septiembre, con más de 15 días de retraso con respecto a otros años.
La mayor parte de las más de 70.000 hectáreas de maíz forrajero que se labraron este año en las principales comarcas lecheras de Galicia se sembraron más tarde de lo habitual, lo que se dejará notar en la producción final obtenida por las explotaciones, sobre todo en comparación con la cosecha del año pasado, que fue especialmente buena en la mayor parte de la comunidad, excepto en A Mariña, donde este año cambian las tornas y se espera una buena producción.
El tiempo frío y lluvioso de esta primavera, sobre todo en los meses de mayo y junio, retrasaron a nascencia y el desarrollo de la planta, favoreciendo en algunas zonas la incidencia de plagas como la mosca o la rosquilla y dificultando la efectividad de los tratamientos para el control de las malas hierbas, aunque la situación volvió a ser desigual en las distintas comarcas.
Este fue un año complicado para el cultivo del maíz en Galicia y el resultado volverá a ser desigual en las distintas comarcas
Tras la finalización de la campaña de ensilado, que acabará hacia mediados de octubre en las zonas más madrugadoras y en pleno mes de noviembre en zonas como A Mariña o Xallas, dará comienzo la de la siembra de las praderas en aquellas fincas que llevan doble cultivo. A pesar de la relajación de las exigencias y condicionantes de la PAC, la rotación con especies mejorantes volverá a ser la protagonista este año, apostándose de nuevo por mezclas de cereales de invierno con veza o de raigrás con trébol. Pero el riesgo de la climatología, metidos ya en pleno otoño, podría condicionar tanto el ensilado del maíz como la siembra posterior de las praderas.
Jorge Meiriño (Aira)
“Hemos tenido mucho ataque de rosquilla este año”
El parque de maquinaria de la cooperativa Aira empezó a recoger ya alguna finca la semana pasada. Eran todas parcelas en las que el maíz se secó. “Aquí a partir de mediados de julio no volvió a llover y las fincas más secas sufrieron los efectos”, explica Jorge Meiriño, técnico de la cooperativa Aira en la comarca de Chantada.
“Empezamos más o menos como el año pasado, aquí siempre se empieza temprano porque hay parcelas en las que el maíz se seca a finales de agosto y hay que cortarlo”, dice, aunque el fuerte de la campaña arrancará hacia mediados de septiembre.
Yo calculo que tendremos una merma de un 15% en la producción con respecto al año pasado
Jorge calcula una merma del 15% en la producción con respeto al año pasado, que fue un año bueno en esta zona. Los motivos del descenso de rendimiento fueron varias. Por un lado, se retrasaron las siembras y eso obligó a usar ciclos más cortos. “Se le nota al maíz porque las parcelas mejores no se pudieron sembrar hasta tarde al estar muy encharcadas”, explica.
A mayores, las plagas afectaron más también. “Este año hubo muchos problemas de rosquilla en esta zona (gusano del alambre no es habitual que haya) y veremos a ver qué pasa hasta el final de la campaña, porque cuando hay ataques de rosquilla temprano los hay también tardíos y si llueve y hace viento hay maíz que se va a tumbar, porque las raíces no están sanas», advierte.
Puede pasar que cuando pese la espiga, el maíz afectado por la rosquilla se tumbe y se caiga
Se espera sin embargo que la calidad del silo sea buena y alcance un buen nivel nutricional. “Cuando merma el número de plantas por el efecto de la rosquilla, bajas en producción pero suele aumentar un poco el grano, porque las plantas que quedan tienen más espacio para crecer y son más grandes y fuertes, por lo que pierdes cantidad pero ganas a veces calidad”, explica.
Más daños del jabalí
Los daños provocados por la fauna salvaje también serán mayores en esta campaña en la zona sur de Lugo. “Este año tuvimos un poquito más de incidencia de jabalí que en la campaña anterior. El año pasado hubo más lluvia y vino más repartida y yo pienso que el jabalí tenía más comida que este año y pudo aprovechar otras cosas, este año fue más al maíz porque tenía menos alternativas”, razona Jorge.
La cooperativa Aira prevé finalizar de ensilar a mediados de octubre las cerca de 2.000 hectáreas que cosechan en la comarca de Chantada, donde la campaña suele durar unos 40 días.
De cara a la siembra posterior de las praderas, en la zona se vuelve a apostar por mezclas de raigrás con trébol y cereales de invierno con veza. Este año no se espera que se repitan los problemas para conseguir algunas semillas que hubo el año pasado e incluso podrían moderarse algo los costes de algunas leguminosas, como la veza, que se disparó de precio en la anterior campaña.
José Ramón Loza (CLUN)
“El maíz va bonito pero muy retrasado; empezaremos a ensilar 3 semanas más tarde de lo habitual”
José Ramón Loza, responsable de cultivos de la cooperativa Clun y del parque de maquinaria que Irmandiños tiene en A Devesa (Ribadeo), relata la situación este año en A Mariña: “el maíz va muy bonito pero retrasado, no prevemos empezar a ensilar por lo menos hasta el 20 de septiembre”.
“Acortamos los ciclos un poco con respecto al año pasado, pero fuimos un mes más tarde en la siembra y vamos a empezar tres semanas más tarde a recoger», indica. Las primeras siembras que hicieron en la zona de costa siguieron siendo ciclo 600, igual que otros años, pero después se vieron obligados a emplear ciclos 400 “y de ahí para abajo”. “El año pasado echamos más ciclos 500, pero este año prácticamente nada, pasamos del ciclo 600 de antes de las lluvias de la primavera directamente al 400”, cuenta. «Este verano hubo falta de sol y no se acumulan los grados necesarios para completar el ciclo del maíz”, explica.
Este año en la zona norte de Lugo hubo lluvia abundante en verano pero déficit de horas de sol
Por el contrario, hubo muchos días de lluvia repartida en todas las semanas durante los meses del verano y eso está permitiendo que el maíz se mantenga verde. “No se vio ningún día las hojas del maíz enroscadas y con síntomas de estrés hídrico, ni en julio ni en agosto”, destaca José Ramón.
Este año no hubo tampoco en A Mariña problemas de plagas y enfermedades, ni de oruga defoliadora (Mythimna unipuncta) ni de rosquilla (gusano gris). “Detectamos algunos focos puntuales de rosquilla, pero muy localizados y se solucionaron bastante rápido. Únicamente se vio algo de rosquilla en el primer estado de la planta pero muy poca y se controló bien”, dice.
Hay mucha presencia de jabalí pero los daños están muy repartidos; no hay grandes destrozos por ahora
Otro de los peligros habituales que suele amenazar el cultivo en su parte final, sobre todo tras echar la espiga, es la fauna salvaje. “El jabalí está tocando este año muchas zonas pero no ha provocado aún grandes destrozos. Hay mucha presencia pero los daños están muy repartidos y no llegan al nivel necesario para dar parte al seguro”, admite.
El riesgo de que queden fincas sin recoger
Así las cosas, este año, a expensas de que el tiempo permita recoger todas las fincas, la producción puede ser buena. Se espera una cosecha mejor que la del año año pasado, en la que de media se habían recogido un 20% menos de kilos de forraje. “Este año en zonas de costa va a haber fácilmente el doble de maíz que el año pasado y en líneas generales la producción va a estar un poco por encima de la media”, pronostica.
En zonas de costa va a haber fácilmente el doble de maíz que el año pasado
“Todo a expensas de que se pueda recoger todo el maíz, ése es el riesgo ahora, porque este año habrá que meterse en noviembre para poder acabar”, avanza el responsable de la maquinaria de Irmandiños.
Tienen por delante 1.400 hectáreas que picar “y las máquinas rinden lo que rinden”, reconoce. “Siendo todos los días útiles nos hacen falta casi dos meses. Saldremos con 3 picadoras, más las de empresas colaboradoras, por lo que en el fuerte de la campaña podemos estar picando con 5 o 6 máquinas simultáneamente”, dice.
Maíz más húmedo en el silo
La campaña de ensilado será este año en pleno otoño, cuando las temperaturas por la noche ya descienden. “Si no hay mucho apuro miramos de empezar a picar un poco más tarde, cuando sale el sol, pero en el fuerte de la campaña eso no es posible y hay que aprovechar todas las horas. Quizás no sea lo óptimo ensilar con la niebla y la llovizna de primera hora de la mañana, pero tenemos que priorizar la logística y que anden las máquinas”, reconoce José Ramón.
En el CAVI de Irmandiños prefieren prevenir la aparición de posibles problemas en el silo con la aplicación de productos estabilizantes. “Siempre se echa algún inoculante en el silo que sirve un poco también para curarse en salud”, dice.
Las mezclas de cereal con leguminosas pueden labrarse más tarde que el raigrás
El retraso en el ensilado condicionará también la siembra posterior del cultivo de invierno. Hace años que apuestan por mezclas de cereales con leguminosas en las fincas de gestión directa con destino al centro de alimentación de la cooperativa (CAVI) y aunque se pueda producir cierto retraso en el laboreo (condicionado a la posibilidad de entrar en las fincas), la exigencia de sembrar el cereal antes de la llegada del invierno no es la misma que en el caso de las gramíneas.
Jesús Otero (Forxabar)
“Vamos a tratar de que quede el menor número de fincas vacías, pero vamos a tener que labrarlas en pleno mes de noviembre”
En la comarca de O Xallas, una de las grandes zonas productoras de leche de Galicia, el maíz va este año también retrasado. “El año pasado habíamos empezado el 7 de septiembre a picar y este año no comenzaremos hasta después del 20 de septiembre, pero tenemos pocas hectáreas que vayan a estar para esa época, la mayoría estarán para octubre”, explica Jesús Otero, técnico de la cooperativa Ganxabar y del centro de forrajes en conjunto Forxabar.
La cosecha de maíz del año pasado en esta zona había sido excepcional pero las condiciones no se han dado para que este año se repita. “El año pasado había sido histórico, no acordamos nunca una producción tan alta de maíz, hubo medias de más de 60.000 kilos por hectárea en algunos de los socios y la media total, con pesadas reales, fue de casi de 60.000 kilos. Pero este año se prevé una producción normal, en el entorno de los 45.000 kilos”, calcula.
El año pasado había sido histórico, no acordamos nunca una producción tan alta de maíz en la zona
“Este año la siembra se retrasó muchísimo porque no hubo estabilidad en el tiempo para labrar y ahora vamos a sufrir ese retraso en la recogida, porque el ensilado se va a hacer mas tarde, y también porque se va a notar en la producción, ya que fuimos a ciclos más cortos. La planta tiene muy buena pinta pero a nivel de espiga se prevé más pequeña y se perderán kilos de almidón”, indica.
Problemas de mosca en la nascencia
A mayores del retraso en la siembra, en las fincas que gestiona Forxabar en las comarcas de O Xallas y A Barcala se dieron este año problemas de mosca (Phorbia platura), un díptero pequeño de entre 4 y 6 mm que se siente atraído por superficies húmedas en suelos recién labrados.
El desarrollo de las larvas jóvenes después de la puesta de los huevos en las cavidades del suelo, se ve favorecido por la presencia de materia orgánica de la que se alimentan, antes de atacar a los granos de maíz durante la germinación.
“Cuando se sembró el maíz que se labró a principios de abril y después empezó a llover, el grano estuvo mucho tiempo enterrado y tuvimos bastantes problemas de mosca, hubo hectáreas que tuvimos que resembrar y otras que se dejaron y en las que hay muy buen maíz pero pocas plantas”, explica Suso.
Comienza a verse algo de gusano soldado en la punta de las espigas, pero no hay daños importantes en las hojas de momento
En cambio, el gusano soldado (Mythimna unipuncta), que había afectado de manera importante el año pasado en esta zona, defoliando fincas enteras, este año de momento no ha causado daños. “Empieza a verse algo de gusano en las puntas de las espigas, lo que puede afectar un poco a la conservación por hongos, pero de momento no se ven hojas afectadas”, dice.
Como prevención, tienen previsto inocular bacterias al silo para que se acelere el proceso de fermentación y aumente el ácido láctico. Este año ya las echaron también en todos los silos de hierba, excepto en los primeros que hicieron, los del corte de limpieza de las praderas, en el que usaron un conservante químico porque el forraje entró muy húmedo al silo. “Ese silo lo estamos abriendo ahora y vemos que el producto ha funcionado bien”, destacan.
Renuncia a hacer grano húmedo para minimizar riesgos
En la última semana de septiembre Forxabar recogerá entre el 12 y el 15% del maíz labrado, que alcanza un total de 850 hectáreas, unas 30 más que el año pasado. Comenzarán por las fincas que se sembraron a mediados de abril, antes de que empezase a llover, que eran parcelas que habían quedado en invierno con cultivo verde para enterrar.
La mayoría del maíz tendrá que quedar para recoger en octubre
Pero la mayoría de la superficie labrada tendrá que quedar para recoger durante el mes de octubre, avanza Suso, por lo que este año renunciarán a hacer grano húmedo, como venían haciendo en las últimas campañas, puesto que a esas plantas aún les habría que esperar unas semanas a mayores.
“Este año dadas las condiciones que tenemos, por un lado menos producción y por otro más riesgo a la hora de coger el grano, vamos a intentar meter todo a silo en la medida de lo posible, para minimizar el riesgo que va a suponer hacer el grano húmedo, ya que va a venir muy tarde y a nivel de hongos si se coge húmedo puede dar problemas después en la ración”, explica Suso.
El año pasado Forxabar había dejado un total de 190 ha para grano húmedo
Después de llenar los silos del centro de alimentación, el año pasado Forxabar había dejado un total de 190 hectáreas a grano húmedo, una estrategia que les permitió reducir las necesidades de compra de concentrados y abaratar el coste de la ración, algo que este año no será posible por esta vía. Sin embargo, el coste del grano de maíz se ha abaratado en los últimos meses y “se prevé un año estable del cereal para el año que viene, aunque con cierta subida”, matiza.
Apurar la siembra
Con la ayuda de los socios, que echan una mano con su maquinaria en las campañas, Forxabar tratará de apurar dentro de lo posible la recogida del maíz para acometer después los trabajos de laboreo y siembra en las tierras.
“Hasta final de octubre, en el mejor de los casos, va a ser complicado acabar de ensilar todo el maíz y después se va a intentar que queden el mínimo de fincas vacías, aunque eso depende de cómo venga el tiempo, si nos permite entrar en las parcelas o no, porque vamos a tener que labrar en pleno mes de noviembre”, reconoce.
Una parte de las fincas repetirán con cultivo para abono en verde (mezcla de leguminosas para enterrar y también alguna parcela con nabizas, para que les aporten materia orgánica y nitrógeno) y en el resto de la superficie utilizarán cultivos forrajeros para ensilar (en unas fincas meten raigrás híbrido solo y otras van con mezcla de gramíneas con leguminosa para cumplir también con la PAC).