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El contrato entre industria y ganaderos para la compra venta de leche se concibió como un instrumento para dotar de estabilidad al sector, con acuerdos a un año previa negociación entre las partes. El sector agrario está denunciando estos días que ninguna de las dos premisas se cumple. Ni las industrias ofrecen contratos a un año ni aceptan ningún tipo de negociación. Ante esta situación, el Sindicato Labrego Galego (SLG) decidió iniciar una campaña de denuncia pública de la situación y prevé próximas movilizaciones.
En primer lugar, el Sindicato Labrego se dirigirá en busca de medidas a la Presidencia de la Xunta, a los grupos parlamentarios de la Cámara gallega y al Valedor do Pobo. También ha previsto solicitar la intervención de la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica), creada para evitar irregularidades en la cadena de valor de los productos agroalimentarios.
La organización agraria insta además a la Consellería de Medio Rural a convocar a todos los agentes del sector para abordar la inoperancia de los contratos lácteos y buscar soluciones. En caso de que esa convocatoria no se produzca, el Sindicato Labrego culminará su campaña, denominada «Manos arriba: este contrato lácteo es un atraco», con la convocatoria de movilizaciones.
Postura de la Consellería
La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, por su parte, en declaraciones a los medios esta semana, se desmarcó claramente de la posibilidad de recuperar las convocatorias de la Mesa de la Leche. Quintana indicó que la Consellería entendía que tenía que permanecer al margen de las negociaciones entre industrias y ganaderos, ya que considera que se trata de la negociación entre dos agentes privados y que la Administración no debe de actuar a favor de ninguno de los dos.
