Desde enero a septiembre del 2021, las ganaderías que le entregan la leche a Larsa se beneficiaron de una subida de precios de alrededor de 1 céntimo, según los cálculos de Capsa, la compañía matriz de Larsa. La empresa cuestiona los argumentos de Unións Agrarias para convocar una movilización ante la factoría de Larsa en Outeiro de Rei (Lugo) el próximo 11 de noviembre.
Capsa considera que los precios que le paga a las granjas son justos. La compañía explica que los contratos de Larsa con sus granjas proveedoras siguen una fórmula 70-30, es decir un 70% del precio es fijo y otro 30% variable, en función de las cotizaciones internacionales de la grasa y de la proteína láctea en los mercados internacionales. Esta fórmula permitió “compartir la mejora del mercado internacional con las granjas proveedoras”, según explica la compañía asturiana, que precisa que durante el periodo enero – septiembre los productos lácteos no tuvieron subidas de precio en los supermercados.
En octubre, dado el encarecimiento de costes de producción tanto en las granjas como en la propia industria, por factores como la subida del precio de la electricidad, Capsa decidió subir los precios de venta de los productos de Larsa, lo que tuvo su repercusión con las corresponsales subidas en las cadenas de supermercados.
En base a esta subida de precios, de cara al futuro la compañía señala que se marca el objetivo de mejorar los precios en el campo en los próximos contratos que firmará con sus granjas proveedoras. En el caso de Larsa, la gran mayoría de las ganaderías renovarán contratos en el inicio de la próxima primavera.
Contexto en el campo
Por parte de las organizaciones agrarias, la expectativa es la de forzar a las industrias a una revalorización de los contratos más ágil. Unións Agrarias argumentaba días atrás que todas las industrias se están beneficiando del aumento de precios que se produjo en las marcas de leche de la distribución.
La organización agraria considera que los mayores ingresos que están percibiendo las industrias tienen que repercutir de manera inmediata en las granjas, que ven presionadas sus cuentas por el aumento de costes de la alimentación animal, de la electricidad y de otros insumos, como plásticos y fertilizantes.
A las movilizaciones convocadas por Unións Agrarias ante Larsa y Lactalis, se suma la convocada para el 4 de noviembre por Agromuralla, en Lugo, en tanto el Sindicato Labrego valorará también esta semana el inicio de movilizaciones.