Casa do Carril, pioneros de la ganadería regenerativa en Galicia

Casa do Carril trabaja unas 50 hectáreas de terreno, casi todas ellas de pradería y con siembra directa en los meses de septiembre y mayo. Alternan en las fincas alfalfa y raygrass, de forma que introducen uno de ellos cuando el otro acaba su ciclo. “La alfalfa la pudimos introducir porque hicimos mucho trabajo para corregir el PH de la tierra. Buscamos variedades de alfalfa que tengan dormancias bajas, de 5 o 6, porque no aguantan bien las heladas y el frío y nuestro objetivo es que produzcan a partir de junio.”, dice José Lorenzo, el ganadero impulsor de este proyecto.

En momentos concretos, y según el estado del pasto, le hacen aportes al ganado de harina de maíz ecológico o de guisante para equilibrar las raciones cuando baja algún parámetro.

La premisa de mínimo laboreo se ve reflejada en el escaso parque de maquinaria de la granja. Están perfeccionando un diseño propio de sembradora directa con disco de corte y rejas que les permite dejar la semilla de raygrass a dos centímetros y la de alfalfa a uno. A mayores, tienen un tractor, una rotativa, un remolque de estiércol y una cisterna para el residuo líquido. El trabajo que subcontratan es el de ensilado.

“Intentamos hacer un ciclo abonado/pasto. Es decir, en las fincas que se acaban de pastar echamos el estiércol de nuestras vacas y algo procedente de pollos de granjas ecológicas que compramos en esta zona. Siempre con el objetivo de equilibrar el aporte de nitrógeno y de carbono. Tener la cama de las vacas de leche sólo con hierba seca permite obtener un fertilizante de alta calidad pero no en suficiente cantidad porque nuestro sistema necesita mucha materia orgánica en los suelos. Además, separamos los residuos sólidos de los líquidos mediante una parrilla. De esa forma no fermenta y lo vamos aplicando cada cuatro o cinco días».

Las vacas de carne pasan todo el año en el prado y las de leche sólo duermen en el establo en invierno. Porque, al ser una zona húmeda y tener una superficie limitada, una presencia excesiva de las vacas en el prado durante el invierno puede afectar negativamente a la pradería. Para ese tiempo en que duermen dentro, se hace una aportación de silo, que comen tanto en el establo de noche como en el prado de día.

Rebaño de leche
La cabaña lechera consta de unas 38 vacas en producción, con una media de 21 litros diarios por animal. Son cruces de holstein, jersey y pardo alpina. Pero con predominio de la jersey porque, dado que este sistema no permite grandes producciones, hay que ir a obtener un alto nivel de sólidos en la leche para obtener más rentabilidad. Así, los índices de grasa y proteína son de 4,8 y 3,4 respectivamente.

La introducción de la pardo alpina se debió a la necesidad de tener animales más robustos y con patas más fuertes para desplazarse de unas fincas a otras. En esta granja utilizan semen sexado entre cuatro y seis veces al año para garantizar la recría. Y no disponen de toros, todo se hace con inseminación de genética seleccionada.

“Tenemos nuestro método de agrupación de partos. En febrero comienzan a parir y mantenemos dos ordeños diarios hasta diciembre. Y en diciembre y enero ordeñamos una sola vez porque las lactaciones van acabando y porque hay menos pasto disponible en las fincas. Hay que ser muy riguroso con el monordeño y seleccionar genéticamente ejemplares resistentes a la mastitis. Con este método de agrupación, los picos de producción se alcanzan en primavera, cuando hay más y mejor pasto.”, explicó el ganadero.

Lorenzo ya ha decidido hacerse con una sala de ordeño móvil para poder odeñar en el prado durante el verano y la primavera. No podría hacerlo todo el año porque las fincas están dispersas y la superficie es insuficiente. Hasta que llegue la sala y compaginen métodos, el ordeño se está haciendo mediante circuito con cuatro ordeñadoras manuales.

De cara al futuro, Lorenzo no descarta emprender algún proyecto empresarial de elaboración de derivados con su leche. “Es difícil porque tienes que identificar lo que puedes hacer y buscar un hueco en el mercado. Pero es innegable que hay que darle valor a lo que uno hace. Con todo el respeto, no puede ser que la leche producida como lo hacemos nosotros se mezcle con la de un supuesto pastoreo en el que las vacas poco salen al prado.” Aunque este es un modelo regenerativo, la leche de Casa do Carril se comerciliza como ecológica.

Rebaño de carne

La cabaña de vacas cárnicas está formada por ejemplares salers, hereford y angus con un total de ocho madres. Estas razas tienen la ventaja de que pueden producir carne sólo con pasto y sin ser necesario aportarles concentrados. En 12 meses tienen un animal rematado y sin necesidad de cebadero. Una carne, además, de la blandura y salubridad que demanda el mercado. Esa textura y sabor lo alcanzan sin el maíz que se usa en los cebaderos, si bien no la comercializan aún en ecológico por la falta de demanda.

“Las vacas de carne también hacen de nodrizas protectoras de las novillas de leche. Son animales muy rústicos, especialmente las salers, y con una aptitud maternal muy fuerte. Sirven como la mejor defensa frente a posibles ataques del lobo”.

Uno de los principios esenciales de la agricultura regenerativa es la gestión del agua y su reparto por el terreno. “Aquí tenemos una zona húmeda y el río pasa cerca. Y también pasa algún “regato” por las fincas. Afortunadamente es así porque el minifundio y la propia legislación impedirían acometer obras incluso sencilllas para canalizar y repartir el agua de forma diferente a como está. Aunque fuese más eficiente.” Como tambièn imposibilita el minifundio aplicar la técnica promovida en las granjas Polyface de Joel Salatin consistente en soltar aves de corral que salgan al pasto cuando salen las vacas y se coman las larvas de los insectos que hay en los excrementos.

Los participantes en las jornadas formativas sobre agricultura regenerativa organizadas por la Fundación Juana de Vega y la empresa Agroasessor pudieron comprobar sobre el terreno en Casa do Carril los resultados de las técnicas de cultivo y de manejo del ganado que se aplican en esta explotación bajo los principios de la agricultura y ganadería regenerativa. El trabajo formativo del asesor Roger Rabés en esta explotación fue decisivo para poder sacarla adelante y que esté teniendo los resultados que tiene. Y es que en algunos casos, como valoran en la granja, es mejor invertir en formación con especialistas como Rabés que en parámetros más materiales.