Casa do Alto: Rentabilidad y calidad de vida con un solo un ordeño diario y sin recría

Doble aprovechamiento, conocimiento previo, facilidad de parto, longevidad…fueron muchos los motivos que llevaron a Luis Carballo a trabajar exclusivamente con la raza fleckvieh. “Yo ya conocía estas vacas de cuando trabajé en Suiza. Al regresar, tenía claro que estos animales eran la mejor opción. Los primeros los traje de Tauste (Zaragoza), que era el único lugar de España donde los había. Ahora ya llevo años trayendo ejemplares directamente de Austria a través de la empresa Ganados Barreira Bascuas.”. Más aún, las vacas de Casa do Alto están dentro del programa de mejora genética de Fleckvieh Austria, la asociación ganadera del país.

Carballo es todo un referente en geneticAustria, el proveedor de origen, ya que todos los años adquiere algún ejemplar. Esto se debe a que esta es una de las pocas granjas gallegas que no hacen recría. “Cualquier animal que nace aquí, sale para los cebaderos al cabo de entre 20 y 30 días. Son terneros y terneras que adquieren volumen con facilidad porque son cruces de madre fleckvieh y padre azul belga. Ahora estamos en un momento de los mejores que yo recuerdo en el mercado y llegan a pagar hasta 600 euros por cada macho y 500 por las hembras.”

Antes del azul belga, Carballo empleaba dosis de limousin pero la facilidad de parto era menor. “Estos animales ya son grandes por si mismos por lo que hay que tener cuidado al cruzarlos. En el último año se dio el caso de que el veterinario vino dos veces a asistir partos pero hay años en que no viene para nada porque no es necesario.” El sistema de pastoreo que emplea es otro de los motivos que lo llevaron a prescindir de la recría y a centrarse en una sola raza. “Empezamos combinando pastoreo durante el día con parrillas y cubículos, como cualquier sistema semiintensivo convencional. Pero las fleckvieh necesitan más espacio y además crecen mucho con el consumo de concentrados, de los que entonces requerían mucha cantidad. Estuve asesorándome y di el paso a pastoreo ecológico, que también está mejor pagado.”

En los cruces hay un importante ahorro ya que no hay que recurrir a la selección genética. Carballo utiliza semen convencional de los toros azul belga disponibles. El hecho de no haber recría permite no tener que preocuparse por aspectos como consanguinidad, porcentaje de hembras, coste del semen sexado o elección de toros. “Yo puedo permitir que las inseminaciones fallen incluso cinco veces. Porque las fleckvieh tardan en secarse y pueden estar hasta dos años dando leche. Nuestra media es baja comparada con las frisonas pero aún en los últimos días de lactación, se mantienen cerca de esa media del rebaño.” Eso si, si la quinta dosis falla, lo que se hace es vender la vaca para matadero o acabar de cebarla como vacuno viejo.

Luis maneja un rebaño de unas 40 vacas de las que 30 están en producción y el resto secas en transición. También ceba ejemplares que ya no preñan para venderlos como vacuno viejo, que está ahora muy demandado. De hecho, tiene alguno ya casi cebado por el que se pagan hasta 4.000 euros. La longevidad es una señal distintiva de esta granja. Aún quedan vacas nacidas en 2008 y en 2011 y la media de partos es de 7,5 por vaca, si bien alguna ya llegó hasta diez. “Los animales están mucho mejor cuidados. Sólo vienen a la nave cuando hay que ordeñarlas o si cae una tormenta fuerte. El resto de la vida lo pasan en el prado. Eso repercute muy positivamente en su salud y apenas hay problemas de mamitis. El único inconveniente son las pistas de arena o zahorra que les pueden causar algún daño en las pezuñas. Eso lo corregimos con visitas periódicas de los podólogos para atajar infecciones o cojeras.” Durante la parte final del secado, algunas vacas son separadas del rebaño y ubicadas en un espacio habilitado en la nave.

“Aparte de la hierba que consumen en el prado y del silo, completamos la alimentación con forraje de avena. Normalmente nos llega con dos camiones cada año, unas 40 toneladas”, Luís Carballo

La granja trabaja un total de 49 hectáreas de las que 16 son arrendadas. La mayor parte de ellas están cerca de la sala de ordeño, de forma que la distancia más grande que recorren las vacas es de unos 400 metros. También hay alguna parcela situada algo más lejos que se utiliza para que pasten las vacas de desvieje y como reserva para producir silo de hierba. “Aparte de la hierba que consumen en el prado y del silo, completamos la alimentación con forraje de avena. Normalmente nos llega con dos camiones cada año, unas 40 toneladas, que compramos a una empresa de Benavente”. La avena la comen principalmente mientras aguardan en la nave para ser ordeñadas. Lo que no comen nunca es pienso porque, aunque Carballo podría utilizar concentrados autorizados para ganadería ecológica, no los considera necesarios.

El ordeño se hace a las 6,45 de la mañana. Se optó por ordeñar sólo una vez diaria por falta de mano de obra y por disponer de más tiempo libre. Por otro lado, al estar casi siempre en el prado pastando, las vacas gozan de mejor salud y no se les disparan las células somáticas a pesar de reducir la frecuencia de ordeño. “Aunque las parcelas están bastante cerca de la explotación, les ahorramos un viaje hasta la sala. Así la produción no baja y las patas no se les resienten y están más tranquilas. Las vacas de alta producción, como son las frisonas en intensivo, si que necesitan cuantos más ordeños mejor para evitar enfermedades de ubre.”

Para ordeñar, cuentan con una sala de ocho puntos que no se modificó desde que estaban en semiintensivo. Antes de entrar en la sala, las vacas permanecen en la nave en un sistema de cama caliente con paja de Castilla. “Normalmente compramos la paja entre varios ganaderos y vamos cambiando de proveedor. Lo habitual es que sea suficiente con un camión (20 toneladas) y unos pocos de rulos. Cuando se acaba, empleamos hierba seca que fue quedando y perdió calidad.” Ese estiércol es recogido una vez a la semana en la parte lindera con la sala y una vez al mes en la más alejada, y se utiliza como un fertilizante de lo más eficiente que complementa la fertilización directa que hacen las vacas en el prado.

Aunque varía en función de la época del año, la producción media diaria por vaca es de 12,5 litros y los sólidos se sitúan en un 4,5 de grasa y un 3,6 de proteína. Unas cifras que se alcanzan por las propias características de la raza fleckvieh y por el manejo que se hace en Casa do Alto. “En la primavera hay alguna semana que dejo vacas en el establo y les doy sólo silo de hierba o avena. Porque, al estar la hierba con mucha fuerza, se puede disparar la producción y provocar problemas de mastitis.” La leche se la venden a Lactalis en un contrato semestral, que premia el hecho de producir en ecológico así como el alto nivel de sólidos.

«Hay que tener cuidado con el pasto excesivamente vigoroso porque puede disparar la producción y provocar mastitis»

El escaso uso de la maquinaria es otro de los rasgos que caracterizan a Casa do Alto. Con dos tractores, un remolque, una rotativa y una rotoempacadora se hace prácticamente todo el trabajo. “La rotativa la uso para picar la hierba en aquellos prados donde estuvieron las vacas y quedó tan pegada al suelo que ya no la podían comer. La pico con un sistema de discos, que es menos agresivo que el de martillos que utilizaba antes. El remolque es esencialmente para sacar el estiércol de la cama caliente que tenemos en la nave donde se ordeña. Y con la rotoempacadora hago los rulos en las fincas que no se pastorean.”

Visita de especialistas en la raza Fleckvieh

Por tratarse de un modelo tan poco habitual, diferentes colectivos y granjas que trabajan con la raza fleckvieh quisieron conocer de primera mano el sistema con el que se trabaja en Casa do Alto. Alexander Manrique, de geneticAustria, Antonio Barreira, de Ganados Barreira Bascuas, Lukas Kalcher, de Rinderzucht Austria, Anna Preischer, de Fleckvieh Austria y Sandra Aras y Ernesto Zulueta, de Ganadería Ametsleku (Biscaia) visitaron la explotación e intercambiaron impresiones con Luis Carballo.

Alexander Manrique explicó que el de Luis Carballo es un nombre muy conocido en geneticAustria tanto por ser un cliente habitual como por los animales que compra y por su sistema de manejo. La colaboración se realiza a través de Ganados Barreira Bascuas, que es el distribuidor exclusivo de animales y material genético de geneticAustria para España y Portugal. “Casa do Alto sale con frecuencia en los documentos de nuestra empresa por su fidelidad. Sobre todo llama la atención que la granja sea rentable con esa media de 12,5 litros por vaca. Algo impensable a priori. Aquí vemos animales de alto calibre, con un alto número de lactancias y elevados valores en sólidos. Y, además, con una producción cárnica muy interesante en cuanto a cantidad y precio de los terneros.” Manrique explicó que en Austria no es posible un sistema como el de Carballo porque buena parte del terreno se destina a la producción de forrajes para el invierno y, por tanto, ni siquiera los sistemas ecológicos pueden permitirse tener las vacas pastando todo el año.

«El 80% de la cabaña de vacuno lechero en Austria es de raza Fleckvieh, el porcentaje más alto del mundo», Alexander Manrique, geneticAustria

También señaló que «cada vez son más los ganaderos españoles que apuestan por la raza Fleckvieh austríaca para consolidar sus explotaciones con animales productivos, longevos y rústicos». «Desde geneticAUSTRIA seguimos acompañando ese crecimiento, proveyendo de semen, embriones y animales vivos directamente desde Austria y animando a los criadores locales a participar en programas de recogida de datos y mejora genética con el objetivo de fortalecer la cabaña y asegurar su evolución constante. Austria sigue siendo el referente mundial en selección y desarrollo genético Fleckvieh y trabajamos cada día para que esa excelencia llegue a más ganaderos en España», explicó Alexander Manrique. 

 “Dentro de la raza fleckvieh hay la linea más cárnica y la linea de doble aprovechamiento lechero/cárnico. A comienzos de siglo hubo problemas en España porque se compraban para explotaciones lecheras animales que sólo tenían aptitud cárnica. Fue un problema de falta de información. Hoy el  80% de la cabaña nacional de vacuno lechero en Austria está formada por la Fleckvieh, lo que nos convierte en especialistas en esta raza. No somos el país con la población más grande del mundo, pero si el pais con el porcentaje racial Fleckvieh más alto, gracias a un programa de mejora genética bien orientado desde hace muchos años», añadió. 

Si bien el modelo de Casa do Alto es un caso casi único, la idea en Austria es la misma: apostar por vacas que lleguen como mínimo a una media de 4,5 partos aunque las lactaciones no superen los 9.000 litros. “De esa forma, lo normal es que obtengamos dos hembras que quedarán para recría y dos machos que irán para los cebaderos.”

Los propietarios de Ametsleku destacaron las diferencias entre su granja y la de Luis Carballo. “Nosotros sólo disponemos de 24 hectáreas para 200 vacas, la mitad de ellas fleckvieh y la otra mitad frisona. Tenemos que trabajar en intensivo y la mayor parte de la alimentación es comprada. Lo que hicimos fue comprar dos robots, uno para cada raza con unos 60 animales por robot. Estamos viendo que las fleckvieh tienen una media diaria de 30 litros pero con una cantidad de sólidos que supera mucho la de las frisonas. Y otra gran ventaja es la cantidad de partos. Nosotros empezamos en 2020 y tenemos animales ya en el quinto parto, cuando con las frisonas rara vez pasamos de una media de 2,5.”

En lo que si coinciden ambas explotaciones es en la gestión de los concentrados. En Casa do Alto no los usan de ningún tipo y en Ametsleku tienden a reducir su consumo. “Actualmente ya hacemos una ración diferente para cada raza. Y es porque las fleckvieh no comulgan mucho con los piensos. Y creemos que la tendencia es la de reducir cada vez más los concentrados.” Coinciden, además, en la escasa utilización de maquinaria. “Nosostros dedicamos nuestras hectáreas a que pasten las novillas y las vacas secas. Si quisiéramos ponerlas a producir maíz u otros forrajes de alta producción, tendríamos que invertir en maquinaria o en encargar los trabajos a empresas externas. Lo que hacemos es aprovechar que tenemos alfalfa y maíz cerca de nuestra zona y a buen precio.”

Carballo finalizó explicando que en Casa do Alto podrían tener hasta 60 vacas en producción tanto por el tamaño de la sala como por la capacidad de trabajo. Pero ve difícil llegar a esa cifra porque los terrenos disponibles que hay en la zona no son adecuados para su modelo.