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Una de las opciones que se le presentan a los agricultores de A Limia y de otras comarcas patateras de Galicia en esta temporada es almacenar las patatas hasta los meses de enero y febrero para optar a precios altos, tal y como parece que se va a presentar la campaña.
En este sentido, Servando Álvarez, director del Centro de Desarrollo Agroganadero de A Limia, centro dependiente de la Diputación de Ourense, subraya que el almacenaje deberá contar con unas condiciones fitosanitarias y de conservación para evitar daños en la cosecha.
Servando Álvarez aporta algunas de las claves a tener en cuenta para almacenar correctamente las patatas:
– La mayor parte de la producción de A Limia se destina a freír por lo que la temperatura de conservación no podrá ser inferior a 8 grados centígrados. De conservarse por debajo de esa temperatura se activarían una serie de reacciones en la patata que provocan que quede negra al freírse.
– Esta temperatura en un ambiente cerrado propicia que, por el propio proceso fisiológico de la patata, haya un ambiente muy húmedo en el almacén lo que conlleva que se produzca condensación que puede causar enfermedades por hongos o bacterias.
Por eso, para lograr un buen almacenaje de las patatas es preciso:
– Contar con un almacén bien aislado para conservar esa temperatura
– Sistemas de ventilación que puedan introducir aire al almacén de manera que se reduzca el riesgo de estas afectaciones.
– Es preciso forzar la ventilación no sólo en la parte superior del montón sino mediante túneles de ventilación y ventiladores para acceder al interior de este.
– Una vigilancia constante del montón para detectar a tiempo las patatas que puedan estar afectadas por brotes de estas afecciones.
