Claves para la prevención y control de las garrapatas en el ganado

Pablo Díaz, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela, indica que es necesario conocer las opciones de control disponibles para reducir el impacto de las garrapatas en el ganado, descartando que sea posible su erradicación.

Deer tick sleeping on grass stalk. Ixodes ricinus. The dangerous parasite transmitted infections such as encephalitis and Lyme disease.

 Ixodes ricinus o garrapata

La asociación Proecogal  celebró el pasado jueves en Lugo  una jornada de formación dirigida a productores. La intención era dotar al sector de herramientas para afrontar los retos de la producción en ecológico. Durante el encuentro, el profesor de la  Facultad de Veerinaria de la Universidad de Santiago de Compostela, Pablo Díaz Fernández, ofreció unas nociones sobre las garrapatas como base para su control.

Díaz destacó que, aunque las garrapatas son un problema que preocupa a los ganaderos, afirma que el objetivo básico de su control debería ser limitar sus poblaciones y, así, reducir el impacto de la transmisión de enfermedades. “Lo más importante de estos parásitos no es que se alimenten de sangre, sino que transmiten patógenos a nuestro ganado que pueden causar graves enfermedades”, indica y aclara que la erradicación es imposible, por eso es importante conocer las opciones disponibles para su control. Añade que aún así, en la Unión Europea se dispone de pocas herramientas para poder realizar un control eficaz, “porque la legislación es más restrictiva que en otros países”. Así mismo, las garrapatas se encuentran tanto en animales domésticos como silvestres y también en la vegetación, por eso “aunque pudiese eliminar las garrapatas de los animales de mi ganadería. ¿Cómo podría actuar sobre el medio o sobre los animales silvestres parasitados? Es imposible. Por eso, mis animales, que se han desparasitado, volverían a infestarse con garrapatas tarde o temprano”.

Entre las medidas de control se encuentra el empleo de fármacos acaricidas, que se aplican sobre el animal. Dos de esos fármacos son la cipermetrina y la deltametrina. En el caso de perros, se dispone de collares que tienen el efecto repelente. “El principal problema de estos fármacos en ganadería es que no tienen efecto a largo plazo y tampoco se deberían emplear con mucha frecuencia. Además, se han identificado garrapatas resistentes a estos medicamentos”.

El cambio climático también influye en el control de las garrapatas, puesto que puede afectar (positiva o negativamente) a su supervivencia y distribución geográfica

En algunos países de América y en Australia se dispone de una vacuna, orientada a una garrapata en particular (Rhipicephalus microplus), que es la más importante en el vacuno de estos países. “Supone la base para desarrollar vacunas que protejan frente a otras garrapatas”.

Dentro de otros métodos de control se incluye la roturación de pastos, así como mantener una vegetación controlada. “Mantener la hierba cortada, o lo más baja posible, repercute en un hábitat menos favorable para la garrapata”, explica el profesor. Se están obteniendo resultados esperanzadores mediante medidas de control biológico, “se está trabajando mucho en ello, pero todavía se necesitan más estudios de campo para comprobar la ausencia de posibles efectos adversos en el medio”.

El experto incide en que un desafío importante de cara al futuro será el cambio climático, “porque puede afectar de manera importante a la proliferación de las garrapatas. En los últimos años se ha observado un incremento de las temperaturas, con inviernos que han sido generalmente muy suaves. Esto puede favorecer la aparición, en Galicia, de garrapatas propias de zonas más cálidas”.

Los 4 estadios de ixodes ricinus (de izquierda a derecha): larva, ninfa, macho adulto y hembra adulta. Imagen cedida por Alberto Díaz

Los 4 estadios de ixodes ricinus (de izquierda a derecha): larva, ninfa, macho adulto y hembra adulta. Imagen cedida por Alberto Díaz

Más de 900 especies

El profesor de la USC indicó que hay unas 900 especies de garrapatas diferentes que se clasifican en duras (las más comunes), blandas y garrapatas de la Familia Nuttalliellidae. Dentro de las garrapatas duras, que son en las que se centró Díaz, se encuentran:

  • Ixodes (son pequeñas y las más frecuentes en Galicia)
  • Dermacentor (son más grandes)
  • Rhipicephalus (muy frecuentes en perros)
  • Haemaphysalis (menos frecuente)
  • Hyalomma (son las que transmiten la fiebre hemorrágica Crimea Congo)

Es importante destacar que cada especie tiene preferencia por determinados hospedadores y condiciones ambientales. Por ejemplo, Ixodes ricinus es la garrapata más frecuente en el norte de España porque necesita mucha humedad, mientras que las especies de Hyalomma que se encuentran en España prefieren un ambiente más seco. También hay que tener en cuenta que no todas transmiten los mismos patógenos, “por eso es importante conocer cuáles son las preferencias de las garrapatas, para poder determinar el riesgo de transmisión de ciertas enfermedades en una zona determinada”.

Las garrapatas tienen diferentes estrategias para llegar al hospedador. Una de ellas consiste en buscar activamente al animal, típica de garrapatas “cazadoras”

Estilo de vida de las garrapatas

Las garrapatas pasan por cuatro estadios: huevo, larva, ninfa y adulto (machos y hembras). Díaz explica que las garrapatas que hay en Galicia tienen fundamentalmente un ciclo de tres hospedadores, es decir, necesitan alimentarse de tres hospedadores diferentes durante su vida. La hembra pone los huevos en el suelo, en cantidades que pueden alcanzar varios miles, de los que salen larvas que buscan un hospedador adecuado. Estas larvas son de pequeño tamaño y buscarán principalmente ratones, aves, lagartijas, etc. donde se alimentan. Cuando completan su alimentación, se desprenden del hospedador y en el suelo mudan a ninfa. Las ninfas son un poco más grandes y buscan un hospedador de mayor tamaño (perro, gato, etc.), del que se alimentan. Una vez estén bien alimentadas, caen al suelo y mudan a adulto. Los adultos prefieren hospedadores de gran tamaño (vacas, caballos, ovejas, personas, etc.) donde se alimentan. Tras copular la hembra y el macho, la hembra se desprenderá bien alimentada, y en el suelo pondrá los huevos y posteriormente morirá.
Se pueden identificar dos estilos de vida de las garrapatas:

  • Endófilas: son las que viven donde se encuentran sus hospedadores, como por ejemplo, especies de garrapatas que viven en nidos de aves o en madrigueras de roedores.
  • Exófilas: se encuentran en el medio esperando el paso de un hospedador del cual alimentarse.

Las garrapatas transmiten numerosos patógenos que son causantes de enfermedades importantes.

Las garrapatas tienen diferentes estrategias para alcanzar al hospedador. En concreto, Díaz ha hablado de dos de ellas. La primera es la más habitual: esperan de forma pasiva en la vegetación a que pase el hospedador. Dependiendo del tipo de garrapatas, la capacidad que tienen para subir a la vegetación es diferente. Las larvas no suelen subir más de 30 centímetros, y generalmente suelen estar en alturas menores a 9 cm. Eso explica porque son tan típicas en animales de pequeño tamaño. Las ninfas pueden llegar a alturas de hasta 60 cm y los adultos a 80 cm. Estas garrapatas “sienten” a sus posibles hospedadores mediante el órgano de ‘Haller’, que les permite detectar su calor, aire expirado, humedad, etc., cuando están cerca.

La segunda estrategia es típica de garrapatas “cazadoras”, que no esperan al hospedador de forma pasiva, sino que lo buscan de forma activa. Cabe puntualizar que estas son poco frecuentes en Galicia.

En el animal, las garrapatas se localizan generalmente en zonas con poco pelo o lana. Así, en ganado vacuno suelen encontrarse especialmente en la zona perianal, ubre, vientre, cuello, orejas… En las ovejas es habitual que se localicen en las orejas. “En definitiva, en zonas con poco pelo y protegidas”.

Alberto Díaz, a la derecha, durante la celebración de la jornada formativa en la Diputación de Lugo

Alberto Díaz, a la derecha, durante la celebración de la jornada formativa en la Diputación de Lugo

Daños que provocan en el ganado

Su relevancia no se centra en que se alimenten de sangre, sino porque repercuten de manera negativa en la salud de los animales. Son vectores de enfermedades, transportando patógenos de un animal a otro. Algunos de esos patógenos son los que causan la enfermedad de Lyme (borreliosis), rickettsiosis, anaplasmosis, babesiosis, theileriosis, fiebre hemorrágica Crimea Congo o ehrlichiosis. “Las enfermedades que transmiten son muchas e importantes, y las pérdidas en una ganadería pueden llegar a ser muy considerables”.

Las garrapatas se alimentan de sangre y aumentan de tamaño de manera que puede llegar a multiplicar su tamaño numerosas veces. “Hay que tener en cuenta que no se alimentan en diez minutos, sino que pueden llegar a tardar una semana en estar bien alimentadas”, explica Díaz y añade que “cuando se alimentan son más fáciles de detectar, porque tienen un tamaño mayor, por eso muchas veces se encuentran cuando llevan varios días fijadas al hospedador”.

Las garrapatas repercuten de manera negativa en la salud y rendimiento productivo de los animales. Al alimentarse de sangre pueden causar anemia, especialmente en animales muy jóvenes que están muy parasitados. También provocan heridas en la piel que pueden infectarse de forma secundaria con bacterias o infestarse con larvas de moscas, lo que supone un problema adicional para el animal.

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