Un uso racional de los antiparasitarios en la explotación, al igual que ocurre con otros medicamentos, puede ralentizar el desarrollo de resistencia de los parásitos a los medicamentos. “Los parásitos están evolucionando constantemente y no podemos evitar el desarrollo de esta resistencia a los fármacos y tampoco eliminarla en aquellos que ya la han desenvuelto”, explica el veterinario Alfonso Martínez, del servicio técnico de rumiantes de Boehringer Ingelhein, en los Encontros Gandeiros que XUNDEVA ADSG celebró recientemente en Lalín. De ahí la importancia de fomentar un uso apropiado de los antiparásitos “para que tengamos tiempo de encontrar nuevos tratamientos eficaces y seguros”, puntualiza el veterinario.
“El uso racional de antiparasitarios es lo que los buenos ganaderos asesorados por buenos veterinarios llevan haciendo toda la vida”
“Los parásitos trabajan duro, bien, sin descanso, con éxito y con el único objetivo de reproducirse”, sintetiza Martínez que recurrió al caso de la fasciola hepática, para ejemplificarlo, ya que tiene una producción diaria de 25.000 huevos y provoca, la Fascioliasis, conocida popularmente como Duela del Hígado, una de las enfermedades parasitarias con mayor incidencia en rumiantes.
El experto incide en la importancia de afrontar el tratamiento de los parásitos desde una perspectiva profesional y fomentar una correcta aplicación de los tratamientos. Marínez insiste en que es la vía para lograr que sean efectivos y atajen los problemas que los parásitos pueden acarrear en la explotación y que, en los casos más graves, llegan a la muerte del animal.
“El uso racional de los antiparasitarios es lo que los buenos ganaderos asesorados por buenos veterinarios llevan haciendo toda la vida”, afirma Martínez. Así, el veterinario deja claro desde un principio que la clave para un uso correcto de los medicamentos, y más en concreto de los antiparasitarios, está en una estrecha colaboración entre los veterinarios y los ganaderos. Pero, más allá de este trabajo conjunto, existen factores determinantes a tener en cuenta para prolongar la efectividad de los fármacos.
Métodos de diagnóstico
Diagnosticar la presencia de parásitos en la explotación es fundamental y para ello uno de los métodos de diagnóstico más habitual es, dependiendo de los parásitos, el análisis de los excrementos. De nuevo, para Martínez es imprescindible una colaboración estrecha con el veterinario para realmente detectar su presencia, ya que entran en juego otros elementos que pueden enmascararlos.
En determinadas fases, los parásitos pueden pasar desapercibidos ante los métodos de diagnóstico tradicionales
Es muy importante ser consciente de los ciclos de vida de los parásitos, ya que dependiendo de la fase en la que se encuentre un análisis de los excrementos puede no rebelar su presencia aunque realmente estén parasitando al animal. Es el caso por ejemplo de la ostertagia, un gusano estomacal que desarrolla una fase de su ciclo de vida dentro de las glándulas de la pared estomacal del rumiante, donde su presencia pasa desapercibida en las heces pero es preciso tratar a tiempo ya que el momento de su eclosión puede resultar ya demasiado tarde para el animal parasitado.
El momento de desparasitar
Realizar un uso racional de los antiparasitarios implica no solo evitar utilizarlos de forma abusiva sino que se empleen cuando realmente son necesarios y resultan eficaces. Por eso, el experto también incide en que es imprescindible atender no solo a seguir una rutina de desparasitado de los animales sino hacerlo en el momento preciso. Conocer el ciclo del parásito es también imprescindible para poder atajarlo.
No sólo es preciso tener una rutina de desparasitación sino hacerla en el momento adecuado
Como ejemplo toma la Hipodermosis, producida por la conocida como mosca de los cerros, que pone sus huevos en la piel del animal y estos acceden al interior donde permanecerán en una migración por su organismo que dura varios meses. En este caso el tratamiento de desparasitado debe hacerse antes de que las larvas estén en su interior, ya que en ese momento puede acarrear graves lesiones.
El producto adecuado
Otra de las claves a tener en cuenta en la desparasitación es la elección de un producto adecuado. “Es muy importante que el producto que utilicemos tenga la duración suficiente para no hacer tratamientos de forma constante”, recomienda el veterinario. Así, por ejemplo, en el caso de la sarna, un ácaro muy común en el ganado, es preciso que el efecto del producto se prolongue lo suficiente no solo para eliminar los ácaros sino también sus huevos.
Martínez recuerda que a la hora de la elección de los productos, la intervención del veterinario es imprescindible ya que debe ser quien lo recete.
En la elección de producto más adecuado también se valora que el fármaco esté registrado para la especie a la que se le va a aplicar, ya que el tratamiento para el mismo ácaro puede variar en función del animal en el que se localice.
Uno de los factores que también condiciona la elección del producto es que deje residuos en el animal así como en su carne o su leche, sobre todo cuando se trata de animales destinados a la producción alimentaria. “Los ganaderos tienen que ser muy conscientes de que se dedican a producir alimentos para las personas y hay pocas cosas más importantes que eso por lo que deben ser muy cuidadosos y responsables”, matiza.
Además, Martinez insiste en la importancia de que estos tratamientos contra los parásitos sean aplicados por un especialista ya que se podrá optar por tratamientos de amplio espectro que puedan atajar o prevenir la aparición de varios parásitos.
En definitiva, el veterinario recalca que cada vez más “debemos hacer los mismo que los parásitos: trabajar muy bien”, sentencia.