Calendario y prioridades del próximo ciclo de la PAC

Repasamos las previsiones de trabajo que maneja el Ministerio de Agricultura, así como las prioridades ambientales fijadas para la Política Agraria Común, que se analizaron en una reciente jornada de Cooperativas Agroalimentarias de España

Calendario y prioridades del próximo ciclo de la PAC

Trabajos en campo de una cooperativa agraria. / Archivo.

El próximo ciclo de la Política Agraria Común tiene ya sus bases asentadas. Este año, la Comisión Europea presentó los 2 documentos clave que condicionarán las medidas de la próxima PAC, la estrategia ‘De la granja a la mesa’ y el Green Deal (Pacto Verde), que pretenden reducir el impacto ambiental de la actividad agraria y mejorar la biodiversidad. También quedó cerrado en el mes de julio el marco presupuestario del próximo ciclo de la Política Agraria Común, lo que deja claros los caminos a seguir. El ministro de Agricultura, Luis Planas, acaba de ponerle fechas a los próximos pasos.

La prioridad pasa por definir el Plan Estratégico Nacional, en el que se concretarán las medidas de apoyo a los diferentes sectores. Para la puesta en marcha del Plan Estratégico, el Ministerio consultó a organizaciones agrarias y cooperativas. También está en conversaciones con los consejeros del ramo de las comunidades autónomas. Tuvo una primera reunión con los consejeros en julio y anuncia una segunda en otoño.

El objetivo de la reunión del otoño es definir las líneas de apoyo para las tres grandes producciones mediterráneas: frutas y hortalizas, olivar y vino, según subrayó el ministro en declaraciones a Efe. Ese énfasis del Ministerio en las producciones agrícolas preocupa en el campo, pues la ganadería de leche y carne tiene una importancia social y económica decisiva en las comunidades de la Cornisa Cantábrica y en otras como Castilla y León. “La anterior PAC dejó un poco de lado a la ganadería y la nueva PAC debe ser ganadera”, reivindica el lalinense Román Santalla, secretario de Ganadería de UPA, la matriz estatal de Unións Agrarias.

Agricultura cuenta con cerrar el Plan Estratégico Nacional en el primer trimestre del 2021, momento en el que mantendrá una última reunión con los consejeros de las comunidades autónomas. Después, probablemente en abril, le presentará el borrador de su Plan a Bruselas. con la idea de que el documento final esté entregado el próximo verano y aprobado a inicios del 2022.

De este modo, el nuevo ciclo de la PAC comenzaría en enero del 2023, con dos años de retraso sobre lo inicialmente previsto. Entre tanto, en el 2021 y 2022, agricultores y ganaderos continuarían cobrando la PAC con normalidad, de acuerdo con el reglamento de transición ya acordado por Bruselas, que en resumen permite seguir prorrogando la PAC 2014-2020.

Proceso en Bruselas
De manera paralela al trabajo en España con el Plan Estratégico Nacional, este otoño se espera que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo negocien el acuerdo legislativo que concretará los reglamentos del próximo ciclo de la PAC. Si todo marcha según lo previsto, para inicios del 2021 estarían claros los reglamentos sobre los planes estratégicos de la PAC; sobre su financiación y gestión; y un tercero sobre la organización de mercados de los productos agrarios.

Conseguir las 4 metas fijadas por Europa: más agricultura ecológica, menos antibióticos, fitosanitarios y fertilizantes

Las metas fijadas por Europa se centran en 4 pilares y estipulan objetivos concretos aunque desde la Comisión Europea inciden en la importancia de ir trabajando en ellos y no fijarse sólo en las cifras finales. «Se trata de poner el enfoque en el camino que nos llevará a conseguir estas cifras y no sólo en la meta», apunta Ricard Ramón, jefe de unidad adjunto de la Dirección General de Agricultura (Comisión Europea), que ha participado en un reciente encuentro virtual de Cooperativas Agroalimentarias de España sobre los retos de la PAC.

Una de las metas que se fijan desde Europa es conseguir de cara a 2030 una reducción del 50% de los plaguicidas. Para lograrla, Ramón indica que deberá apostarse por tres líneas de actuación: una mayor apuesta por la lucha integrada de plagas, sin centrarse únicamente en las soluciones químicas. Las nuevas tecnologías pueden contribuir consiguiendo mejorar la dosificación de los productos e incrementando la eficacia de estos. También reclama la implicación de las administraciones en la autorización de productos que sirvan como alternativas más sostenible.

Europa también exige una reducción de el 20% de las cuotas de fertilización actual y reclama una reducción del 50% del empleo de antibióticos. «Esta es quizás la meta que vemos más viable, porque ya se lleva tiempo trabajando en esta línea y cada vez se emplean menos antibióticos», detalla Ramón. Coinciden también en esta valoración desde el Ministerio: «Hay mucho camino avanzado en la reducción del uso de fitosanitarios y antibióticos», apuntan.

La producción ecológica es otro de los objetivos para Europa, que pretende conseguir que un 25% de la producción agroganadera sea de este tipo. En la actualidad, en España la producción ecológica representa el 9% y se sitúa por encima del promedio europeo, pero aún así se encuentra muy lejos de lo propuesto. «Si continúa creciendo al mismo ritmo que hasta ahora, en los próximos años podríamos conseguir un 15% de cara al 2030, pero también hace falta analizar qué supone ese incremento», valora el secretario de Agricultura del Ministerio, Ignacio Atance.

Europa reivindica la importancia de la producción ecológica y la necesidad de adaptarse a las peticiones de los consumidores más jóvenes

En el caso de la producción ecológica, Ramón reivindica la importancia de este tipo de producciones atendiendo a los datos de consumo que se realizaron en los últimos meses, en una situación de crisis sanitaria y económica mundial. «Tenemos que ir adaptándonos a las nuevas peticiones, a las dietas de los más jóvenes. Incluso en una situación como es la del Covid-19, la caída del consumo de ecológico no fue tanta como cabía esperar, lo que puede evidenciar ya la importancia que tiene este tipo de producción para los consumidores», argumenta.

Desde la Dirección General de Agricultura, apuntan también que otra de las líneas sobre las que están trabajando es el reajuste de las normas de competencia en el período 2020 – 2022, teniendo en cuenta la sostenibilidad. En este ámbito, Ricard Ramón defiende el compromiso de la Comisión Europea para incrementar las medidas que mejoren el posicionamiento de los agricultores en la cadena alimentaria. «Contamos ya con una directiva de la competencia y contra prácticas desleales, ahora es necesario implementarla», apunta.

¿Cómo encarar las nuevas estrategias verdes fijadas desde Bruselas?

Europa acaba de fijar nuevos objetivos para el desarrollo agroganadero de los próximos años por medio de las políticas de Biodiversidad y del Pacto Verde. Productores y organizaciones agrarias muestran sus dudas sobre estas estrategias y la capacidad de lograrlas en un momento en el que aún no se ha consiguido garantizar precios por encima de los costos de producción en muchos sectores.

Sin embargo, desde la Comisión Europea abogan por dar pasos en esta dirección. «Estas nuevas estrategias continúan en la misma línea que ya se estaba trabajando, es momento de acelerar el proceso para que sea irreversible», indica Ricard Ramón, jefe de unidad adjunto a la Dirección General de Agricultura y Desarrollo de la Comisión Europea.

«Estas estrategias van en la línea que se estaba trabajando. Es momento de acelerar el proceso para que sea irreversible»: Ricard Ramón, Comisión Europea

Durante el encuentro virtual organizado en días pasados por Cooperativas Agroalimentarias se abordó la implantación de estas estrategias y los objetivos que proponen de cara el año 2030, al tiempo que los expertos fueron indicando algunas de las claves de estas nuevas directrices agroganaderas por las que se regirá Europa.

Sostenibilidad ambiental y económica

Uno de los aspectos que más preocupa con la implantación de estas nuevas directrices es la viabilidad económica de las actividades agroganderas al incrementar las exigencias ambientales. «Se está trabajando para conseguir estándares más altos de sostenibilidad ambiental con el mínimo impacto económico. No queremos incidir en la viabilidad y en la rentabilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas», defienden en la Comisión Europea.

Desde el Ministerio de Agricultura, Ignacio Atance, secretario general de Agricultura reivindica que sólo se puede entender la sostenibilidad como un todo, hace falta no diferenciar si realmente se pretende lograr. «Debemos evitar separar por un lado a sostenibilidad ambiental y por otro la sostenibilidad económica, o somos sostenibles o no, ya que la sostenibilidad debe implicar a todos los aspectos. No se logrará una sostenibilidad ambiental si no se consigue también la económica», aclara.

«No se conseguirá la sostenibilidad ambiental sino se alcanza también la económica» (Ignacio Atance, Ministerio de Agricultura)

Una de las vías para lograr incrementar la sostenibilidad en el campo, y que indican tanto desde la Comisión Europea como desde el Ministerio, pasa por estimular los avances tecnológicos, como herramientas claves. Además, Ricard Ramón insiste en la importancia que tendrán las cooperativas para conseguir la implantación de nuevas tecnologías al servicio de los productores. «Las cooperativas tienen un papel fundamental para acercar los avances tecnológicos a los socios, pero todos los agentes y administraciones deben estar implicados en este objetivo», detalla Ramón.

Los avances tecnológicos también son claves para el Ministerio de Agricultura a la hora de afrontar las exigencias europeas. Atance indica que la apuesta por la tecnología contribuirá a la reducción de costes de producción, mejorará la gestión de recursos más escasos, sobre todo por la incidencia del cambio climático, así como podrá ser una vía para canalizar ayudas al campo.

«El reto está en saber hacerle llegar las nuevas tecnologías a las pequeñas y medianas explotaciones agroganaderas» (Ignacio Atance)

Para el Ministerio, el reto de la implantación de las tecnología está en conseguir que llegue a todo tipo de modelos productivos y no sólo a los de mayor tamaño. «Lo complicado es llegar a las pequeñas y medianas explotaciones. El reto está en ellas, en saber hacerle llegar las nuevas tecnologías», detalla Atance. También insiste en que «no sólo es cuestión de transformar el modelo actual, sino en que esta transformación sea justa y conseguir que no queden atrás aquellas ganaderías que aportan otros beneficios», detalla.

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