Cómo influye la siembra de la patata en los resultados finales

Expertos del sector debatieron en Alimagro sobre cómo ha sido esta campaña de la patata y qué responsabilidad tiene en los resultados de la cosecha la siembra

Cómo influye la siembra de la patata en los resultados finales

Ponentes que participaron en la primera mesa redonda de la jornada

Con motivo de la reciente V Feria do Agro da Limia Alimagro (Xinzo de Limia), se ha llevado a cabo la segunda edición de la jornada técnica de la patata. Se realizaron tres mesas redondas en las que se abordaron temas como la sanidad vegetal, los mercados y las tendencias y también la siembra de la patata, que será la que se tratará en este reportaje.

Para ponerse en situación, desde Agrico, Juan José Santamaría, explicó que esta campaña “fue sorprendente a nivel global”. Las publicaciones de las superficies que se siembran son públicas y en algunos casos, como Holanda, se conocen desde el mes de mayo. “Ya teníamos una pista de por donde podían venir las cosas”. El problema se acrecentó con la poca tuberización que hubo en las patatas. A esto se añadieron también problemas sanitarios, la ausencia de productos, entre otros factores, “y para colmo de males, a la hora de hacer los arranques hubo también inundaciones, lluvias persistentes, aunque eso no fue lo que quitó hectáreas, pero en unas circunstancias en las que todo se juntaba pues ya fue el remate”.

Santamaría comentó que las circunstancias en cuanto a superficies han cambiado y hay muchos países que han recuperado las hectáreas, incluso las han superado. “Sí que confieso que el principio de la campaña fue preocupante porque las siembras se hicieron tarde. En algunos países hubo que resembrar por exceso de agua y hubo inundaciones”, destacó. Explicó que tiene conocimientos de algunos datos de tuberizaciones y son mejores, hay más tubérculo, hay más patata pequeña. “La situación es francamente mejor. Estamos a 30 de agosto, así que ya veremos porque hay que sacarlas, pero quiero ser positivo de que este año podemos tener una campaña relativamente normal”.

En España hace años que ha empezado a descender la superficie sembrada tanto de patata de consumo como patata de siembra

Situación en Burgos
Javier Fernández, de Cosidel, incidió que el análisis de la situación se debe realizar en función de la campaña anterior. “Como creo que los holandeses son auténticos especuladores y conocen el mercado nacional mejor que nadie nos han hecho parar la semilla de base y al final, hay que constatar que fue una campaña con escasez de semillas”, relató este profesional.

En España hace años que ha empezado a descender la superficie sembrada tanto de patata de consumo como patata de siembra. Según indica, desde hace 10 años se redujo la siembra un 3 % anual: “Hemos reducido más del 30 % en estos últimos años”. Bien es cierto que este año la superficie ha sido de 1.754 ha, “hemos bajado unas 100 ha con respecto a la pasada campaña y es una bajada significativa”.

En zonas de Burgos, la cosecha se recoge de manera más temprana que otras zonas de España, “se adaptan muy bien al ciclo, conseguimos cerrarlo bien y obtenemos una semilla madura en términos fisiológicos y fácil de conservar. En comparativa con otras patatas que vienen de Europa, en los últimos años puedo decir que en lo que respecta el nivel de satisfacción de los clientes, no hemos sido peores en absoluto con respecto a las patatas que han llegado de fuera”, resalta Fernández.

“La campaña que viene puede ser normal”. Explica que en Europa se han hecho dos siembras (temprano y tarde), pero si la climatología en el norte de Europa ha sido normal para aquella zona, aunque sea tarde, los cultivos han podido tuberizar y entonces habrá una producción normal. “En España hemos sembrado mucho antes que en otras partes, finales de abril primeros de mayo. Esperamos una buena tuberización y una calidad razonable”. En ese sentido, se espera que sea una campaña normal.

Experiencia de un agricultor de Xinzo

Julio Montero, agricultor de Xinzo Limia, participó en esta primera mesa redonda para hablar de su experiencia como productor de patata desde hace años. “Lo primero que deberíamos mejorar es la semilla, llevamos unos años que cada vez tienen peor calidad”, sentenció el trabajador. Añadió que se pagan precios más altos por “semillas peores”, que llegan con muchas enfermedades y con podredumbre.

“Si sigue bajando el número de productores, no podremos ofrecer patata para todo el mundo, por lo que habrá que importar con todo lo que conlleva”

En cuanto a la profesionalización, que ha sido motivo de debate en la mesa redonda y al contrario de lo que han comentado otros expertos, indica que cada vez son más profesionales y “hay más gente joven y preparada en el campo”. Destaca que en Xinzo de Limia son muchos los agricultores jóvenes que invierten en profesionalizarse, “porque es el futuro”. Aun así, incide en la necesidad de que se incorpore más gente al sector ya que cada vez “somos menos agricultores y si sigue bajando el número de productores, no podremos ofrecer patata para todo el mundo, por lo que habrá que importar con todo lo que conlleva”.

Potencial de la semilla gallega
Para poner el foco en la calidad de las semillas gallegas, Fernando Almeida, de Sementares, explicó cómo trabajan para poner en valor las variedades tradicionales de Galicia. La finalidad de esta emergente empresa es crear un pequeño catálogo diverso donde estén representadas las gramíneas y las hortícolas, “por supuesto, era necesario incluir la patata”.

Almeida recordó que hace décadas se demostró que la calidad de las semillas que provenían de los montes gallegos tenía un prestigio y buena calidad. “Nosotros buscamos opciones dentro de la superficie agrícola gallega, que hay mucha abandonada, pero hay terrenos en los montes de Lugo y Ourense que se podrían adaptar al cultivo de la patata”.

Si no partimos de un material de semilla adecuado no se puede pretender un milagro

En este proceso, el principal problema que se encuentran es la falta de agricultores profesionales en esas zonas. Destaca que hay pocos agricultores y “para nuestro interés” una mala distribución de esos pocos buenos agricultores, que ya están en las zonas de producción de patata de consumo; donde se puede producir buena patata de siembra en Galicia no hay agricultores, según explica Almeida. El agricultor bueno y que sabe hacer las cosas, “en colaboración con nosotros puede sacar un producto de calidad”.

Este profesional resalta que la patata es el vector principal de virus, bacterias y hongos, “por mucho que hagamos las cosas muy bien en el campo, con depuraciones y tratamientos, si no partimos de un material de semilla adecuado no se puede pretender un milagro. Para mí el paso inicial e imprescindible es partir de una semilla decente”.

Recomendaciones para conseguir un buen resultado
Desde la Indicación Geográfica Protegida Pataca de Galicia, el técnico José Antonio Chao, ha explicado que la finalidad de este régimen es sacar al mercado un producto de la máxima calidad y mantener el prestigio que tiene la patata de Galicia desde hace años. “Nuestro objetivo fundamental es que nuestro producto tenga una garantía de origen y de calidad y para eso tenemos que partir de una patata de semilla certificada”.

Para ello, es necesario que cumpla los parámetros de calidad que requiere. Una patata de semilla certificada o si algún productor decide hacer reempleo “tiene que hacerlo bien, como si fuese una siembra certificada”. En cuanto a las recomendaciones, aclara que algunas son exigencias que están en el pliego de condiciones. Dentro del pliego de condiciones se permite usa siembra certificada, y dentro de la certificada “lo único que podemos exigir es que sea certificada”.

Luego no es ya solo la siembra, es la preparación de terrenos, adoptar una estrategia óptima para plantar en terrenos saneados con una buena rotación de cultivos, una buena preparación del terreno, en la mayor parte de los casos realizar un aportado que permite luchar con el problema de las hierbas, una mayor cobertura…

Un tema importante es saber adaptar los aperos a los diferentes tipos de suelos

Profesionalización del sector
La incorporación de maquinaria para mejorar la eficiencia de las tareas fue otro de los puntos que se puso de manifiesto durante la jornada. Julio Suárez, de Maquinaria Agrícola Suárez, exclamó que “el cultivo de la patata necesita de una mecanización y, sobre todo, de profesionalización”.

Explicó que la demanda de patata está creciendo y se necesita aumentar la producción de cultivo, mejorar la sanidad o incrementar la producción por hectárea. “Para todo ello, hay que recaer en una buena mecanización”. Recordó que la potencia de los vehículos que se utilizan y el peso de las máquinas han aumentado mucho. Hace unos años, los tractores tenían de media entre 60 y 100 caballos, sin embargo, ahora la media está en los 180 caballos. “Antes teníamos una cosechadora de 2.500 kg de recogida, ahora hablamos de 6 toneladas, 8-9 toneladas. Son pesos excesivos para los suelos”.

Ante esta situación, puso de manifiesto la necesidad de trabajar en la compactación del terreno. Realizar unas tareas de descompactación es necesario para que los suelos no se castiguen. No solo se parte de un buen abonado, de un buen movimiento de suelo, sino de una buena descompactación aprovechando el agua de la lluvia o el agua del regadío.

Suárez también puso el foco en la formación y en estar en continua evolución. Resaltó que las técnicas del cultivo, la sanidad, los tratamientos, etc. van cambiando, por lo que es necesario adaptarse a esos cambios. “A día de hoy, la patata nos demanda unas labores especiales”.

“En el cultivo de la patata hay que hacer un boceto, ver las condiciones, contar con las condiciones adversas e impredecibles y desde ahí hacerlo lo mejor posible”, destaca Suárez. A la hora de preparar el suelo hay infinidad de aperos que hacen numerosas tareas. Un tema importante es saber adaptarlos a los diferentes tipos de suelos porque no ofrecen los mismos resultados según que zonas. “En un suelo arenoso no vamos a necesitar un apero muy agresivo, al no necesitarlo vamos a reducir costes, reduciremos gastos del propio apero y vamos a reducir el trabajo y consumo de combustible. Todo ello se verá en el beneficio final de nuestra cuenta de resultados”, explica el profesional. Concluye afirmando que “muchas veces enfocamos la maquinaria como un tractor o cosechadora de patata, pulverizador, etc., pero no nos enfocamos a adaptarlo al terreno”.

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