¿Cómo mejora el riego por goteo los rendimientos del maíz en la Galicia interior?

Un 43% más de materia seca o un 66% más de proteína bruta en el maíz forrajero en el que se aplican riegos puntuales por goteo. Estas son las conclusiones del ensayo realizado en 2017 por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo en Cartelos (Carballedo-Lugo)

¿Cómo mejora el riego por goteo los rendimientos del maíz en la Galicia interior?

Maíz regado por goteo en Carballedo (Lugo)

El cultivo del maíz protagonizó el proceso de intensificación forrajera de las explotaciones lecheras gallegas desde mediados de los años 80 del pasado siglo hasta la actualidad. La alta productividad, el elevado valor energético y la facilidad para ensilar correctamente son razones que explican la importancia creciente de este cultivo, siendo utilizado habitualmente en rotaciones intensivas de dos cultivos por año con raigrás italiano como cultivo de invierno.

Este sistema, sin embargo, no está exento de riesgos y dificultades derivadas del cultivo en suelos inadecuados para el cultivo del maíz por su excesiva pendiente y/o poca profundidad y sobre todo por razones climáticas, en la que la incidencia de la sequía estival, especialmente severa en zonas del interior de Galicia, limita la productividad de este cultivo forrajero de verano.

Mediante una acción de demostración financiada por el Plan de Transferencia para el apoyo a las actividades de demostración y de información al Campo Gallego de la Consellaría de Medio Rural fue desarrollado un trabajo en el que, en colaboración con la Fundación José Luis Taboada y la cooperativa ICOS, se obtuvo información acerca del comportamiento productivo del maíz forrajero con y sin regadío en la zona interior de Galicia. Los resultados de esta actividad (ATT 2017/180) fueron divulgados en transcurso de una jornada divulgativa organizada por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo en el Pazo de Cartelos (Carballedo-Lugo), propiedad de la Fundación José Luis Taboada.

Diseño del campo de ensayo y resultados

La demostración se realizó entre mediados de mayo y finales de septiembre de 2017 en las tierras agrícolas de la Fundación, situadas en Cartelos, en la zona suroccidental de la provincia de Lugo, con clima continental a 600 m de altitud, de inviernos fríos, húmedos y veranos cálidos y secos. Las labores y fertilización fueron las recomendadas para el cultivo del maíz en la zona, siendo sembradas en dos zonas de la finca dos variedades de maíz forrajero de ciclo medio-corto (119 y 123 días entre siembra y cosecha).

En las dos zonas se dispusieron cinco repeticiones para cada variedad, tanto en el área regada y como en la no regada. El riego se realizó mediante un sistema de goteo, colocando en superficie tubos flexibles con goteros integrados a 30 cm, situando un tubo por cada dos surcos de maíz.

Se aplicó una dosis total de 310 mm de agua durante 50 días, desde mediados de julio hasta comienzos de septiembre. La zona no regada no recibió ningún aporte hídrico durante el ensayo. El maíz fue cosechado el 26 de septiembre, en un estado de entre ½ la ¾ de la línea de leche.

Como se observa en la Tabla 1, el cultivo se realizó en condiciones de temperatura algo más cálida y con una precipitación total semejante al promedio de la zona, pero con un mes de julio menos lluvioso que lo habitual.

Tabla 1.- Valores de temperatura media y precipitación acumulada mensual en la zona

REGA_MILLO_GOTEO_CIAM_1

De las gráficas de los valores medios anuales de precipitación acumulada y temperatura (Figura 1) destaca, fundamentalmente, la acusada variabilidad en las precipitaciones totales del año (situada en el intervalo 589 a 1285 mm), lo que refuerza la necesidad de considerar la utilidad del riego de los cultivos de verano en esta zona.

La serie de temperaturas medias anuales se sitúa en el rango 12.1-13.6 ºC y se muestra mucho menos variable. El signo de las pendientes, negativa para la precipitación acumulada y positiva para la temperatura media anual, sugieren una tendencia hacia años de menos lluvia y más cálidos, aunque la serie de datos disponibles es demasiado limitada.

Figura 2.- Valores medios anuales para la zona en los 10 últimos años

REGA_MILLO_GOTEO_CIAM_2

En la Tabla 2 se presentan los valores medios de los resultados obtenidos en las dos parcelas demostrativas, mostrando el efecto de la disponibilidad de agua sobre la composición nutricional y el rendimiento de la planta entera de maíz.

Como aspectos destacables se indican los siguientes:

Las plantas regadas mostraron un mayor porte (240 vs. 201 cm de altura) y tuvieron un porcentaje de espiga superior (+3%) en el total de materia seca de la planta (53 vs. 50%).

– El contenido en materia seca de las plantas no regadas fue 3.5 unidades superior (36.9% MS) al de las plantas regadas (32.5% MS), cuando el estado de la línea de leche del grano era semejante (1/2-3/4 ML). Este resultado sugiere que cuando el maíz se ve sometido a estrés hídrico debería ser cosechado en un estado de la línea de leche del grano menos avanzado (1/4 a 1/2 ML) para no sobrepasar el nivel considerado cómo excelente (33-35%) de MS en la cosecha.

El maíz regado produjo un 43% más de materia seca y un 66% más de proteína bruta

– En cuanto a la composición nutricional, no hubo diferencias en cuanto al contenido en materia orgánica y fibra, mientras que las plantas regadas tuvieron un contenido superior en proteína bruta (5.7 vs. 5.0% MS), almidón (26.8 vs. 24.8% MS), digestibilidad de la materia orgánica (70.1 vs. 68.7%) y energía neta leche (0.94 vs. 0.91 UFL/kg MS).

– Sin embargo, las diferencias más apreciables se observaron en el rendimiento del cultivo por hectárea, que fue claramente superior para el maíz regado, con un incremento del 43% para la extracción de materia seca (18.0 vs. 12.5 t MS/ha), de un 47% para el de energía neta leche (16.8 vs. 11.4 mil UFL/ha) y de un 66% para el de proteína bruta (1025 vs. 619 kg PB/ha).

Tabla 2.- Composición nutricional y rendimiento por hectárea de la planta entera

REGA_MILLO_GOTEO_CIAM_3

Conclusiones:

En condiciones de sequía del interior de Galicia, el cultivo del maíz forrajero mostró una fuerte respuesta productiva al regadío en los meses centrales del verano de 2017. Esta observación, condicionada por las condiciones ambientales particulares del campo de demostración, deberá ser contrastada en próximas acciones de transferencia para incorporar la necesaria variabilidad que permita definir con mayor precisión la respuesta al regadío del maíz.

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