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Cómo mejorar la productividad del eucalipto en Galicia

El investigador brasileño Leonardo de Moraes, uno de los mayores expertos internacionales en gestión del eucalipto, visitó Galicia, invitado por Viveros Mañente, para conocer el cultivo en la comunidad y ofrecer algunas claves de mejora

En Brasil, el eucalipto produce un promedio de 42 metros cúbicos por hectárea y año, tras aumentar un 70% su productividad en los últimos 30 años. Ese crecimiento se logró a base de mejora genética de la planta y de mejora de su manejo, sobre todo de su nutrición. La misma estrategia de trabajo es la que está impulsando en Galicia Viveros Mañente, que trajo recientemente de visita al investigador brasileño Leonardo de Moraes, uno de los máximos expertos internacionales en eucalipto, para conocer las pautas de trabajo que se siguen en Brasil.

«En Galicia hicimos un buen trabajo de mejora genética del eucalipto en los últimos años, pero nos falta avanzar en un mayor y mejor abonado de las plantaciones», valora Enrique Candía, de Viveros Mañente. Es una opinión que comparte Leonardo de Moraes, que estuvo tres días en la comunidad visitando plantaciones: «Por lo que vi, el propietario en general invierte poco en el abonado. Las plantaciones presentan una copa poco desarrollada, que es un síntoma de carencia de nutrientes» -explica-. «Si el propietario invirtiera un poco más en abono, la productividad podría hasta duplicarse», señala.

«El propietario podría doblar la productividad de su plantación con un buen manejo, mayor nutrición y control de la maleza» (Leonardo de Moraes)

De Moraes explica que es partidario de un ciclo de tres abonados: uno en el momento de la plantación, un segundo en el primer año e incluso un tercer abonado en el segundo año, que acabe por impulsar el desarrollo de las copas. De forma paralela, en esos primeros años resulta imprescindible el control de malezas para evitar su competencia por agua y nutrientes.

Otra cuestión de nutrición sobre la que incidió el investigador es la conveniencia de mantener en el monte los restos de tala del anterior ciclo de cultivo. «En Brasil, la retirada de los restos de tala lleva a una pérdida de productividad de un 30% en la siguiente plantación» -advierte-. «Retirar los restos también es problemático porque las lluvias provocan una mayor erosión en el terreno».

De cara a orientar la nutrición de la plantación, De Moraes apuntó que en Brasil son habituales tanto los análisis de suelo como los análisis foliares de la planta. «Un análisis foliar hecho 6 meses o 12 meses después del abonado nos permite saber si esa fertilización fue efectiva», subraya.

Sostenibilidad
Durante su visita en la comunidad, De Moraes ofreció en Foz una charla para propietarios forestales en la que incidió en la importancia de cuidar la sostenibilidad del cultivo del eucalipto, tanto a nivel forestal como medioambiental y agroganadero.

Así, destacó que en Brasil se descartó el cultivo del eucalipto en aquellas cuencas hidrográficas con precipitaciones menores a 1.000 mm. al año, pues «con el clima cálido que tenemos, se produciría para las plantas un estrés hídrico excesivo. No se lograrían productividades que cubriesen los costos», valoró.

En cuanto a la compatibilidad entre eucaliptos y actividad agroganadera en Brasil, mostró imágenes de cómo se integran líneas de plantación de eucalipto para madera con franjas de praderas para ganado.

Mercado
Una de las preguntas que los propietarios forestales le trasladaron a De Moraes fue su visión sobre el futuro del mercado de eucalipto. «En Brasil, toda la pasta de papel se hace con plantaciones de fibra corta (la de eucalipto). El riesgo de mercado en el eucalipto es bajo. La preocupación tiene que ser la de producir madera de calidad, tanto para pasta de papel como para madera», concluyó.

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