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Mejorar la tasa de preñez en las explotaciones de vacuno de leche es imprescindible para mantener la rentabilidad de las ganaderías. Una necesidad aún más importante a la vista de la evolución de las tasas de concepción durante los últimos 40 años, en los que se ha venido observando un descenso continuado en este índice.
Así, si en los años 70 la tasa de concepción en vacas de leche se situaba en una media del 53%, en los años 90 había bajado a un 35% y en el 2000 al 30%. Según los datos de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (Anembe), la media de la tasa de concepción en vacas en nuestro país está en este momento alrededor del 24% y en novillas la tasa de concepción se sitúa en torno al 45 %.
Por aclarar algunos conceptos, recordemos que la tasa de concepción es el número de preñeces dividido entre número de inseminaciones, es lo que solemos llamar fertilidad y es un dato importante, pero si no se inseminan suficientes vacas no aporta mucho.
Por otra parte, la tasa de inseminación es el número de inseminaciones que hacemos del total que podríamos hacer. Se mejora con mayor detección de celos, pero también con más sincronizaciones.
Tasa de preñez, el índice más importante, es una combinación de la tasa de concepción y de la tasa de inseminación. El ideal es 20 o más. Prueba de su importancia es que un punto de tasa de preñez son unos 20 euros por vaca. Así, pasar de 15 a 20 supone unos 100 euros por vaca y año, y de 15 a 25 representa unos 200 €.
Porcentaje de gestación acumulada con 15% y 20% de tasa de preñez según los días en leche:
Además, es necesario recordar que una parte importante de las eliminaciones en una ganadería siguen siendo debidas a la infertilidad. De esta forma, las tasas de preñez habituales de 15% conllevan un porcentaje de alrededor de un 50% de eliminaciones debidas a infertilidad. Por el contrario, las buenas tasas de preñez como un 20-25 conllevan entre un 15 y un 30 % de eliminación debida a infertilidad.
Factores que influyen en la tasa de concepción:
Existen una serie de factores que influyen en la tasa de concepción y sobre los que el ganadero tiene mayor o menor grado de actuación. Podemos englobarlos dentro de 4 grandes grupos:
– Fertilidad propia de la vaca: genética, salud, alimentación, etc
– Fertilidad del semen: fertilidad del toro, manejo del semen, etc
– Momento de la inseminación
– Calidad de la inseminación: ésta debe ser limpia, atraumática, pasado el cuello uterino, con una correcta descongelación, (35° C, 45 segundos) y un mantenimiento e inseminación artificial en menos de 15 minutos.
Algunos de los factores más importantes que afectan a la fertilidad propia de la vaca son:
-Cetosis. Los problemas relacionados con el balance energético negativo y la cetosis son de los que más importancia tienen. Se ha demostrado que las vacas que no sufren balance energético negativo y mantienen e incluso ganan peso en el posparto son una población con una fertilidad increíblemente alta que pasa desapercibida al analizar los datos en conjunto.
Las vacas que mantienen e incluso ganan peso en el posparto tienen alta fertilidad.
– Enfermedades infecciosas. Existe una serie de enfermedades infecciosas con impacto en la reproducción que debemos tener bajo control.
-Niveles de calcio posparto. Se estima que el 50% de las vacas tienen hipocalcemia subclínica, y aunque esto ocurre sólo en las primeras 48- 72 horas, afecta a los glóbulos blancos y predispone a metritis.
-Urea en leche. Refleja un exceso de proteína relativo o absoluto en la ración. El nivel alto de urea provoca niveles altos de urea en el útero y daña el semen y los embriones. Los valores normales de urea deben situarse entre 250-300 mg/L
-Densidad de población. En general no debemos sobrepasar el 100% de ocupación e incluso en las vacas en transición debemos estar por debajo.
-Confort. Se puede medir por el Índice de Cow confort (CCI), que es la proporción de vacas que están tumbadas del total de vacas en los cubículos. El objetivo es que sea mayor del 85%. Otra forma de medirlo es mediante el Índice de uso de cubículos (SUI), que es la proporción de vacas que están tumbadas del total de vacas que no están comiendo. El objetivo que se supere el 75%.
-Estrés por calor. Incide también en una menor fertilidad.
-Metritis. Entre sus consecuencias están una menor producción de leche, retraso en días abiertos (de 20 a 40 días) e incluso infertilidad total, lo que lleva a la eliminación del animal.
-Mamitis. El componente inflamatorio de las mastitis baja también las tasas de concepción. Así, una mamitis subclínica disminuye la fertilidad entre un 14 y un 20%. Y un episodio de mastitis clínica entre 10 días antes y 30 días después de la inseminación disminuye en un 23% la fertilidad.
Impacto de problemas de salud en la tasa de concepción:
Tratamientos para aumentar las tasas de inseminación y tasas de concepción
Se puede aumentar la tasa de inseminación en una vaca bien sea por detección de celo natural, inducirlo mediante un tratamiento con prostaglandina (PG) o mediante el sistema Ovsynch o GPG. Pero además, para alcanzar una buena tasa de inseminación y aumentar la tasa de concepción se puede recurrir a protocolos de fertilidad que añaden elementos al Ovsynch o GPG, como son la presincronización, el dispositivo de progesterona PRID Delta o el uso de dos prostaglandinas
Las novillas, las grandes olvidadas
Aunque se suele pensar más en las vacas adultas, es muy importante tener en cuenta que aproximadamente un 30% de las gestaciones necesarias para una explotación van a proceder de las novillas. En explotaciones en las que un tercio aproximado de las vacas en ordeño durante un año son vacas que han tenido su primer parto ese año, las novillas, animales extremadamente fértiles, constituyen una oportunidad de generar las gestaciones necesarias. Por eso, cuando hablamos de mejorar la eficiencia reproductiva en una explotación debemos incluir en el programa también a las novillas.
Existe un protocolo de inseminación a tiempo fijo que da unos resultados excelentes en novillas, con la misma tasa de concepción de los celos naturales, pero que tiene la ventaja de poder hacerse cuando lo deseamos, por lo que si se lo hacemos al 100% de las novillas al llegar al desarrollo mínimo para reproducción (130 cm de altura a la cruz) elimina la dispersión de las primeras inseminaciones, lo cual dispara la eficiencia reproductiva de las novillas.
El protocolo es el Cosynch de 5 días + progesterona y es cada vez más usado por los ganaderos que necesitan aumentar su tasa de inseminación manteniendo una tasa de concepción buena.
¿Por qué es tan importante aumentar la tasa de preñez en las vacas?
Cuando aumentamos la eficiencia reproductiva en una ganadería de vacuno de leche logramos:
1) Más leche: Por cada 30 días abiertos que bajemos, bajamos unos 15 días en leche = 1 litro por vaca y día.
2) Mejor tasa de eliminación.
3) Mejor metabolismo. El riesgo de cetosis aumenta cuanto mayor es el intervalo entre partos.
Consideraciones finales:
– Para tener éxito con los programas de reproducción deben realizarse en una explotación con buenos índices de salud, alimentación controlada por un nutrólogo, buen manejo de las vacas, del semen, de la inseminación y un buen cumplimento de los protocolos de tratamiento.
– Las exploraciones de los animales y la supervisión del programa deberán ser realizados por un veterinario, y el uso de medicamentos para el control de la reproducción debe ser realizado siempre bajo prescripción y control por parte del veterinario. El veterinario es la persona ideal para el control de estos programas.
