En Galicia se utilizan al año unas 8.000 toneladas de plásticos agrícolas, utilizados sobre todo en silos de maíz, silos de hierba y cultivos de huerta. Dar un segundo uso a estos residuos permite cumplir con los mandatos de economía circular de la UE y reducir la huella de carbono de las explotaciones.
En el lugar de O Cebreiro, en el municipio coruñés de O Pino, se encuentra una de las plantas de reciclaje de plástico agrícola más avanzadas de Europa. Tecnología y Reciclaje de Materiales, S.L. (Tyrma), fundada en el año 2004, forma parte del grupo Polymer Loop, S.L., con plantas en España y Francia y que se ha convertido en una de las empresas referentes en el mercado de reciclaje de polietileno de baja densidad, tanto a nivel nacional como internacional.
Tyrma forma parte del grupo de empresas Polymer Poop, con plantas en España y Francia
A las instalaciones de O Pino, que están ampliando su capacidad productiva, llega plástico agrícola de todo el noroeste peninsular, así como de países como Francia y Bélgica. “Hasta ahora reciclábamos entre 10.000 y 11.000 toneladas de plástico agrícola al año pero hemos cambiado parte de la maquinaria y pasaremos a reciclar unas 14.000 toneladas. La cantidad de plástico que recibimos va a más”, indica Eduardo Añón Rodríguez, que lleva tres años como responsable comercial de la planta gallega de la empresa.
La planta cuenta con una capacidad de reciclaje de 20.000 toneladas de plástico film post-consumo al año, con una producción final de 10.000 toneladas de granza
Tyrma inicia su actividad en Galicia en el año 2006, realizando desde entonces una inversión total en equipos productivos de 11 millones de euros. Con 34.000 m2 de superficie y 4.200 m2 de naves, los emplazamientos industriales disponen de capacidad suficiente para futuras ampliaciones e incrementos de capacidad productiva.
La empresa que cuenta con una planta de tratamiento de residuos plásticos, dividida en tres líneas de producción, atendiendo al origen y tipología del residuo plástico a tratar: origen agrícola, origen industrial y origen doméstico.
Plástico procedente de Francia y Bélgica
Se estima que en toda Galicia se utilizan más de 8.000 toneladas de plásticos agrícolas al año, de las que se reciclan unas 6.000. “Hay unas 2.000 toneladas que no sabemos a dónde van a parar y en Asturias pasa un poco lo mismo”, indica.
En Galicia se recicla el 75% del plástico agrícola utilizado
Además de las 6.000 toneladas procedentes de Galicia y otras 1.800 de Asturias y Cantabria, la planta de O Pino recicla también plástico agrícola procedente de otros países, como por ejemplo de Bélgica y Francia.
Hay muy pocas plantas en Europa donde se recicle plástico agrícola
Tyrma trata también en sus instalaciones otro tipo de plásticos, como los procedentes de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Lousame, que da servicio a los municipios de la comarca de O Barbanza. “El resto viene todo del extranjero”, indica Eduardo.
Pocas plantas de tratamiento
La instalación industrial de Tyrma en Galicia es la única planta de reciclaje de plástico agrícola del noroeste de España y da empleo a 50 personas de forma directa. Funciona los 365 días del año con 3 turnos de 8 horas.
Existen muy pocas instalaciones de este tipo en toda Europa. “En pocos lugares se le realiza al plástico el tipo de tratamiento que nosotros de hacemos aquí, en ese sentido, somos unos avanzados desde el punto de vista tecnológico”, indica Eduardo.
Reciclar plástico agrícola es muy difícil y muy costoso
“Reciclar plástico agrícola es muy difícil y muy costoso y hay muy pocas plantas que sean capaces de hacerlo. Hay muchas que lo han intentado pero no lo han conseguido”, asegura.
Proceso de reciclaje
En la planta de O Pino, el material reciclable llega a dos naves diferentes, una para plásticos agrícolas y otra para envases procedentes de Ecoembes. Una vez tratados, los dos tipos de plástico se juntan, y de esa mezcla sale la materia prima final, que lleva ahora mismo un 40% de plástico agrícola y un 60% de envases. “Es posible que el porcentaje de plástico agrícola suba este año y lleguemos a un 50%”, avanza.
El material utilizado para los ensilados es un plástico de buena calidad, por lo que da una muy buena calidad al producto final. “El plástico que se usa en el norte de España es de muy buena calidad; el que viene de Francia es peor”, matiza Eduardo. El color no influye a la hora de reciclar el plástico.
Nuestra actividad evita la emisión de 17.500 toneladas de CO2 cada año
El material procedente de las explotaciones agroganaderas gallegas llega a granel a la planta de tratamiento. Al llegar a la fábrica, el plástico agrícola es sometido en primer lugar a un proceso de triaje para separar posibles materiales impropios no reciclables.
A continuación es triturado, lavado y secado antes de introducirlo en la extrusora para fabricar la granza, el nombre que recibe el péllet a partir del cual se vuelve a iniciar el proceso de fabricación de materiales.
Destino final de los péllets
En la planta de O Pino Tyrma sólo fabrica granza negra de polietileno de baja densidad, con un volumen final que ronda las 1.000 toneladas mensuales. En conjunto, sumadas las otras plantas de España y Francia del grupo, la compañía produce por encima de 3.200 toneladas mensuales de este material, lo que la convierte en la empresa de toda Europa que más producto de este tipo produce.
Tyrma es la empresa de Europa que más polietileno de baja densidad fabrica
Los clientes para la granza elaborada a partir plásticos agrícolas, industriales y domésticos están compuestos sobre todo por fabricantes de film o bolsas de plástico que no estén en contacto con alimentos y fabricantes de tuberías también de uso no alimentario. “Suponen en torno al 90% del mercado; puede haber otros usos pero son menores”, explica Eduardo.
Tyrma exporta sus péllets reciclados a toda Europa y a otros destinos. “Nosotros vendemos as China en torno a un 5% de lo que fabricamos. Es un mercado competitivo, porque cada vez el reciclaje va a más”, asegura.
Separación y lavado
El principal problema a la hora de reciclar el plástico de silo es que venga sólo plástico. Es normal que el plástico venga sucio, con tierra, agua o restos de silo, pero no que no es normal es que llegue con materiales impropios, como sacos de rafia, garrafas o productos químicos.
“Uno de los mayores costes que supone reciclar el plástico es precisamente el triarlo, es decir, el separarlo de estos otros materiales impropios. Supone gastos de personal y de tratamiento, porque todo lo que no se puede reciclar tiene que ir a vertedero. Y hoy en día los vertederos están carísimos, y cada vez más”, advierte.
Los mayores costes son los energéticos, la mano de obra necesaria para el triaje y el transporte de la materia prima desde las explotaciones
La empresa está montando placas solares para recudir sus costes energéticos y dispone de un avanzado sistema de depuración y tratamiento del agua empleada en el proceso de lavado, lo que permite su recirculación para el aprovechamiento productivo, reduciendo así el consumo de agua en el proceso al trabajar exclusivamente con agua reciclada.
Minimizar los rechazos
Del plástico de post-consumo doméstico, procedente del contenedor amarillo de la recogida de residuos sólidos urbanos, hay una fracción no aprovechable, indica el responsable comercial de la planta.
“Tenemos que aprovechar aún más el plástico que generamos. Hoy en día el envase se fabrica en términos de márketing y no de sostenibilidad y la UE apuesta por estrategias de innovación que permitan buscar nuevas utilidades a estos residuos plásticos no reciclables a día de hoy”, argumenta.
Plastic2Oil: aglomerado a partir de plástico reciclado
Involucrada en ese objetivo de “residuo cero”, Tyrma está inmersa actualmente en iniciativas de I+D que investigan nuevos usos a partir de esos rechazos, liderando un proyecto para el desarrollo de un proceso industrial de producción de aglomerado a partir del aprovechamiento de los materiales no reciclables. La intención es hacer también un aceite de pirólisis que pueda ser utilizado como materia prima en la industria petroquímica.
Tyrma busca nuevas soluciones y procesos industriales que le permitan reducir sus actuales tasas de rechazo productivo derivado del proceso de fabricación de granza
Plastic2Oil consiste en el desarrollo de un proceso industrial novedoso para la producción de aglomerado a partir del aprovechamiento del desecho derivado del reciclaje de plástico flexible. De este procedimiento también se desprenden residuos que, tratados con tecnología pirolítica, derivan en la generación de aceite, un subproducto de alto valor estratégico a nivel industrial.
El pasado 23 de abril de 2024, por resolución de la Agencia Gallega de Innovación (GAIN), el proyecto Plastic2Oil obtuvo una puntuación final de 82 puntos, convirtiéndose en la idea mejor valorada por la comisión de selección de proyectos. La actuación, financiada con Fondos Europeos de Desarrollo regional (FEDER), durará hasta 2026.
El proyecto Plastic2Oil busca producir aglomerado y aceite de pirolisis para la industria petroquímica a partir de nuestros residuos de producción
“Cada vez se están ampliando más las utilidades de estos materiales reciclados, porque las normativas cada vez más así lo exigen. Creemos que es un sector en el que hay mucho futuro”, añade Eduardo. Entre los nuevos usos para este tipo de plástico reciclado estaría también el mobiliario urbano e incluso ruedas para vehículos.
“Aquí a los ganaderos no les cuesta nada tratar sus plásticos agrícolas; eso no pasa en casi ningún país de Europa”
El sistema de recogida y reciclaje de plástico agrícola en Galicia no tiene ningún coste para las explotaciones. “El proceso aquí es el siguiente: el ganadero compra el plástico, lo utiliza y luego lo transporta a los puntos de acopio a disposición y es el Concello normalmente el que lo recoge y corre con esos gastos”, detalla Eduardo.
“El plástico agrícola es un residuo que genera el ganadero y que debe ser tratado. Están obligados a entregar los plásticos de silo a un gestor autorizado, pero aquí no les cuesta nada, porque ese coste lo asumen los Concellos. Hay muy pocos que repercutan ese coste a las explotaciones, pero en muchos países de Europa las explotaciones tienen que pagar por tratar sus plásticos”, explica.
En Galicia hoy en día al ganadero no le está costando nada el reciclaje porque quienes asumen esos costes son los Concellos
“El plástico de ensilar, como cualquier otro residuo, hay que tratarlo y hay dos salidas actualmente: o que vayan a vertederos, con el coste que eso supone, o que vengan a una planta donde podamos tratarlo”, indica.
Los transportistas cobran a los Concellos entre 70 y 90€ por tonelada de plástico recogido debido al coste de transporte hasta TYRMA. Ese plástico es después tratado en la planta de Tyrma a coste cero. “Nosotros ni pagamos por el plástico ni cobramos por tratarlo”, aclara Eduardo.
Los gestores de residuos cobran a los Concellos entre 70 y 90€ por tonelada de plástico recogido
“La otra opción que tendrían los Concellos sería enviar esos plásticos a vertedero, pero entonces los gastos se duplican, porque además de pagar por el transporte, como en este caso, tendrías que pagar los costes de vertedero, que se sitúan entre 80 y 150€ la tonelada en función del vertedero al que vayas”, añade.
Por eso, dice, “el sistema actual de reciclaje del plástico agrícola es un proceso en el que todos ganamos: el ganadero porque no paga nada por tratar esos residuos, el Concello porque le sale más barato que el plástico a vertedero, y nosotros porque disponemos de un residuo que nos permite trabajar y mantener puestos de trabajo en el rural”
Recogida puerta a puerta o en puntos de acopio
En Galicia, en función del ayuntamiento, se siguen distintos tipos de recogida de plásticos agrícolas. “La modalidad puerta a puerta, en la que el gestor de residuos va a la explotación, recoge el plástico y lo trae directamente aquí, es el mejor sistema, porque el plástico llega muy limpio y también garantiza que lo único que viene es plástico agrícola”, asegura el responsable de la planta de O Pino.
La recogida puerta a puerta es el mejor sistema, pero también es el más costoso
Aunque se trata del mejor sistema para el reciclaje de plásticos agrícolas, es el menos habitual, debido a que sus costes son mayores. “Puede representar en torno al 15% del material recogido”, detalla el responsable de Tyrma.
La mayoría del plástico reciclado en sus instalaciones procede de puntos de recogida fijos y, en menor medida, de acopios provisionales, “que también funcionan bastante bien pero son pocos”, indica.
El problema con los puntos de recogida, sobre todo en los fijos, es que no están vigilados y la gente hecha de todo
En el sistema de acopios provisionales, los Concellos dan aviso a los ganaderos (mediante bandos, por ejemplo) para que lleven sus plásticos a determinados lugares en unas fechas concretas.
“El problema con los puntos de recogida, sobre todo en los fijos, es que no están vigilados y la gente hecha de todo, por lo que en ocasiones se convierten en auténticos vertederos”, explica Eduardo. “Esas son cosas que los Concellos tienen que solucionar”, dice.
Concienciar al ganadero
“El plástico tiene que venir en buenas condiciones”, insiste Eduardo. Tyrma está valorando distintas medidas. Una de ellas podría ser trasladar el coste de envío a vertedero de los materiales que no pueden ser tratados. Otra, directamente no recepcionar plástico que no llegue en condiciones adecuadas.
En caso de que lleguen otros materiales la empresa valora trasladar al transportista el coste de reciclaje o depósito en vertedero de esas fracciones
“Se ha dado en algunas ocasiones, pocas, pero en algunas sí, porque nosotros somos una empresa recicladora, no un vertedero”, argumenta el responsable de la planta de O Pino. “La clave está en que los Concellos mentalicen a los ganaderos”, asegura.
Nueva tasa a la compra de plásticos agrícolas
En los últimos meses se ha barajado la posibilidad, por parte de los fabricantes, de la creación de un sistema similar a Ecoembes a nivel europeo para el plástico agrícola, de manera que se añadiría un sobrecoste en forma de tasa a la venta del plástico para con esos ingresos gestionar su reciclaje.
La intención de poner una tasa de reciclaje en la compra de plástico agrícola está parada por el momento
Esta iniciativa está parada en este momento y supondría un fuerte encarecimiento del producto. “El coste de esa tasa que se pretendía imponer era muy superior al coste real del proceso de reciclaje, ya que se hablaba de unos 200 € por tonelada cuando el coste actual puede rondar los 80€ y no es asumida por los ganaderos”, asegura Eduardo.
Esta información fue elaborada con la colaboración comercial de Tyrma