“Con el pastoreo bajo los costes de alimentación a menos de 3 euros día por vaca”

Visitamos la ganadería de Luis Cejo Ferreiro en Silleda, basada en un sistema de bajos costes de producción en base a pastoreo en extensivo, complementado con silo de hierba, silo de maíz y pienso. Logra producciones de entre 25 y 30 litros con menos de 3 euros de costes de alimentación por vaca y día.

“Con el pastoreo bajo los costes de alimentación a menos de 3 euros día por vaca”

Luis Cejo con su ganado

A las 52 vacas Holstein de Luis Cejo Ferreiro no le sientan bien los espacios cerrados. “Se pelean entre ellas si están cerradas, se estresan porque están acostumbradas a los espacios abiertos”, asegura este joven ganadero de 34 años de la parroquia de Cortegada, en el ayuntamiento pontevedrés de Silleda.

Y tanto que están acostumbradas a estar libres: excepto durante las horas de ordeño, están pastando en los prados el resto del día y por la noche duermen fuera sólo protegidas por la espesura de una “carballeira”. “¿Y no tienen problemas de salud por dormir fuera de noche?”, le preguntamos a este ganadero, acostumbrados como estamos a ver las vacas Frisonas en estabulación y con un manejo muy controlado. “Sólo notamos que baja la producción en los días de lluvia que tienen que dormir fuera, pero por lo demás, su estado de salud es muy bueno, y la prueba es que el promedio de partos por vaca es de un mínimo de 6”, responde Luis Cejo.

Y es que la filosofía de este joven ganadero desde que se incorporó a la explotación familiar en el año 2006 fue incrementar el manejo en extensivo, una decisión a contracorriente de la tendencia mayoritaria en el sector, pero que, sin embargo, le permitió afrontar mejor estos años de fuertes variaciones de los precios al tener unos bajos costes de producción.

“Partí en el año 2006 de una explotación familiar con unas 20 vacas en ordeño y unos 150.000 litros de producción y hoy estoy con 52 vacas, de las que 47 están en ordeño y unos 400.000 litros de producción anual. Para llegar aquí mi estrategia fue durante estos años seguir aumentando la base territorial, fundamentalmente con fincas cerca de la explotación, hasta situarme en 50 hectáreas y en alrededor de 1 hectárea de pasto por vaca y llegar así a un punto de equilibrio”, explica este joven ganadero.

“Mi estrategia fue llegar a una hectárea de pasto por vaca”

En cuanto a instalaciones, con su incorporación hace diez años también decidió construir una nueva nave, en la que está el almacén para los rulos de hierba seca y para los aperos, la sala de ordeño y las cornadizas, así como un silo de trinchera y una fosa de purín, “que está casi vacía, pero que tuvimos que construir porque las ayudas de incorporación y los planes de mejora no están pensadas para las ganaderías en extensivo”, asegura Luis.

La razón es que las vacas de este ganadero pasan prácticamente todo el año en el exterior. “Están pastando fuera todos los días, excepto en años excepcionales como este en el que en agosto secó el pasto”, asegura. El día a día de estas vacas comienza sobre las 7 de la mañana cuando son conducidas desde la “carballeira” en la que pasan la noche hasta el establo para recibir una ración de silo de maíz -siembra unas 6 hectáreas de maíz y compra otras 5-, y pienso. Hacia las diez de la mañana las vacas acaban de ser ordeñadas y salen al prado donde permanecen hasta las seis o siete de la tarde, dependiendo de la época del año, cuando Luis las conduce hacia el establo. Nueva ración de silo de hierba y ordeño. Y de nuevo regresan a una parcela donde pasarán la noche y en la que disponen de hierba seca a discreción.

Las vacas reciben un promedio de 150 gramos de pienso por litro de leche

Todas las vacas reciben diariamente unos 4,5 kilos de pienso -unos 150 gramos por litro de leche-, tanto en lactación como secas, “porque en esta ganadería es más bien un complemento a la principal fuente de alimentación que es el pasto”, asegura Luis.

Y con esta ración, ¿Cuál es la producción y resulta realmente rentable? La producción por vaca ronda los 30 litros en las épocas de mejor pasto, sobre todo en primavera, y baja a entre 20 y 25 litros en los meses de mayor sequía. “Con el sistema en el que estoy los costes de alimentación bajan a entre 2,5 y 3 euros por vaca y día”, asegura Luis, bastante por debajo de una producción en intensivo.

Las calidades de la leche en esta ganadería varían según la estación debido al sistema de pastoreo, pero se mueven en un promedio anual de 3,3% de proteína y 4% de grasa y un promedio de 200.000 células en tanque. La leche se la vende a Reny Picot a través de la cooperativa Cobideza a un precio que en este momento está en los 28,5 céntimos por litro, más calidades.

Un porcentaje de recría de un 15% anual

Además, el sistema de pastoreo le permite reducir los costes de recría, el segundo capítulo de gasto en una explotación de vacuno de leche después de la alimentación, y aumentar los ingresos por la venta de terneros de cruce.

En concreto, recría anualmente unas 6 o 7 novillas que envía a un ganadero de Rodeiro, ya que en su establo carece de instalaciones idóneas. Esto le permite situar la tasa de recría en alrededor del 15% anual, con un mínimo de 6 partos por vaca y animales que llegan hasta los diez años de vida. Los gastos en veterinaria y en podología también son muy bajos en relación a una ganadería en extensivo.

 “El mínimo es de 6 partos por vaca”

En cuanto a la genética, en esta ganadería priman en los toros los caracteres de grasa. “En general buscamos dentro de la raza Holstein un animal más pequeño, que gaste menos energía, que pise menos y más adaptado al pastoreo”, asegura Luis.

La otra ventaja, es que la mayoría de las 52 vacas del rebaño, alrededor del 80%, son inseminadas con razas cárnicas, lo que le permite aumentar los ingresos por la venta de becerros de cruce. “Estamos inseminando con Limousin porque si bien es cierto que las vacas paren más tarde, también las secamos con alrededor de siete meses y medio, y los terneros de esta raza tienen mejor salida comercial en la feria”, explica este ganadero.

Manejo de los pastos: praderas con roturaciones a más largo plazo

Las alrededor de 50 hectáreas de pastoreo cerca de la explotación de las que dispone Luis Cejo le permiten que “como máximo dejemos dos días las vacas en la misma parcela, y como mínimo tardamos una semana en volver a meter las vacas, con el objetivo de manejar bien el pasto”.

Sus praderas están sembradas con Raigrass inglés, y en menor medida tréboles blanco y violeta. “Antes las renovábamos cada cuatro años, pero ahora estoy buscando renovar a más largo plazo y dejar las parcelas más alejadas para plantar maíz”, explica Luis. El abonado de los prados es exclusivamente animal, con las bostas de las vacas y galliñaza de una granja de pollos cercana.

Además, Luis Cejo hace cada año unos 300 rulos de hierba verde y otros 300 de hierba seca con una rotoempacadora que compró a medidas con un vecino ganadero. Para las alrededor de 6 hectáreas de maíz que planta recurre a los servicios de maquinaria de Cobideza.

Por lo que respecta a la fauna salvaje, su principal preocupación es el jabalí, tanto por los daños que provoca en las praderas como, sobre todo, en las parcelas de maíz. En cuanto al lobo, que sí ha atacado al ganado en otras explotaciones de la comarca del Deza, en su caso no registró ningún problema hasta lo de ahora, algo que atribuye “al hecho de que todos los animales son adultos y se defienden mejor que si fuesen novillas”.

Futuro: mantener el equilibrio entre vacas y base territorial y aumentar las calidades

En cuanto a los planes de futuro, el objetivo de Luis Cejo “es quedar entre 45 vacas en ordeño y un máximo de 60, porque con más dejaría de ser cómodo en extensivo, ya que tendría que hacer dos lotes y daría más trabajo para el manejo, necesitando ya dos personas para llevarlas al prado”.

También quiere seguir mejorando las calidades de la leche, tanto en grasa como en proteína, pues está convencido de que “cada vez se van a pagar más los sólidos y no tanto las cantidades”. En este sentido, tiene en proyecto empezar a introducir la raza Jersey.

“Quiero disponer de una zona cubierta exterior para cobijar las vacas”

Además, y a corto plazo, ha previsto construir una zona cubierta exterior donde se pueda resguardar el ganado de noche, ya que, según reconoce “en las noches de invierno con lluvia, se nota bastante la bajada de la producción de las vacas en el ordeño”.

Como resumen, Luis Cejo reconoce que este sistema de manejo del ganado vacuno de leche en pastoreo “no es cómodo en el sentido de que cómo ganadero tienes que andar fuera todos los días, llueva o haga sol, para llevar y traer las vacas al prado”. Pero como principal ventaja sitúa los bajos costes de producción, que le permite ser más resistente a las crisis de precios, “ya que las vacas son las que hacen el trabajo de recoger el alimento”.

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