Vicente Sotés es doctor ingeniero agrónomo y catedrático emérito de Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid desde 2018. Con él abordamos la técnica del sobreinjerto en viñedo, ya que a lo largo de su trayectoria profesional ha seguido de cerca el cambio de variedades mediante esta técnica, tanto en viñedos estatales, en zonas como Rueda o Rioja, así como en países como Argentina. Además, a comienzos de año, Sotés compartía su experiencia con viticultores de Ribeira Sacra interesados en el cambio por variedades blancas en esta zona.
-El sobreinjerto en viñedo está generando cierto interés como alternativa al replantado de las cepas, ¿en qué consiste esta técnica?
-Es una práctica que se utiliza mucho en árboles frutales y que en menor medida también se emplea para el viñedo. Así, en zonas del Levante, donde la producción de fruta tiene un gran peso, se suele utilizar esta técnica para contar con variedades que va demandando el mercado o que tienen mejores rendimientos. Consiste en aplicar un nuevo injerto con la variedad elegida en la parte aérea de la planta, conservando el portainjerto. En los viñedos este tipo de cambios suelen no ser tan habituales como en la producción de fruta, ya que las viñas son muy exigentes en condiciones de clima y suelo y debe tenerse muy en cuenta antes de hacer un cambio de variedades.
“Con un sobreinjerto bien hecho, la planta vuelve a producir en poco tiempo, ya que mantiene el sistema radicular que la sostiene”
-¿Qué ventajas presenta?
-Las principales ventajas del sobreinjerto son que ahorra tiempo y costes frente al replantado de un viñedo. En una plantación nueva se tarda alrededor de 4 años en lograr producción y hasta casi los 7 años no se alcanza una plena producción, ya que el sistema radicular de la cepa debe asentarse en el suelo. Mientras, con el sobreinjerto la parte de la raíz de la planta se mantiene, solo se cambia la parte aérea, por lo que la planta mantiene su sistema radicular, que está ya asentado en el suelo, ocupando más espacio en el suelo, de manera que la planta está más equilibrada. Así, con un sobreinjerto bien hecho, en poco tiempo la planta vuelve a producir.
-¿Supone una alternativa más económica que el replantado?
-Aunque resulte una alternativa más económica frente al replantado, es también una operación que requiere tiempo y dinero. Aunque los tiempos se acortan, hasta el año siguiente del reinjertado la planta no empieza a producir uvas y tardará aún un par de años en lograr esa producción plena, pero aún así es menos tiempo que el replantado. Cabe tener en cuenta que en el replantado, al margen del tiempo que tarda en producir la planta debe dejarse reposar el terreno por lo general unos 3 años antes de realizar la nueva plantación, con lo que se incrementa aún más el tiempo de espera.
También hay que sumar el coste de realizar el propio sobreinjerto, que es aconsejable que se realice por personal especializado.
-¿Qué cifras se manejan? ¿Cuánto puede suponer el sobreinjerto de un viñedo?
-El precio del sobreinjerto puedo situarse entre 1 y 2 euros por planta, pero además, debe supervisarse su evolución, por lo que es preciso pasar muchas veces por la planta para asegurarse que se ha logrado, ya que puede que en algunas plantas el injerto no cuaje a la primera.
“El sobreinjerto no es una técnica muy difícil, pero los resultados son mejores si lo realizan profesionales que estén acostumbrados a realizarla”
-¿Hay empresas especializadas en esta labor?
-Antiguamente en la viña, el viticultor hacía todas las labores, pero hoy en día para estas labores se está optando por personal especializado. No es una técnica muy difícil, pero los resultados son mejores si lo realizan profesionales que estén acostumbrados a realizarla. Ahora mismo el problema en algunas zonas es la dificultad para encontrar estos profesionales. Probablemente en Galicia no haya suficientes sobreinjertadores y tengan que venir de otras zonas de España, como Extremadura, Valencia o Murcia donde hay cuadrillas de injertadores especializados.
-¿Algún inconveniente derivado de esta técnica que deba tenerse en cuenta?
-Debe hacerse en una plantación en buenas condiciones y debe revisarse la evolución del injerto. También debe hacerse en la época adecuada. Teniendo esto en cuenta, el éxito puede ser de más del 90% y en las plantas que fallen habrá que volver a injertar unos meses después.
“En función de si se realiza un injerto de yema o de púa se hará a principio de la primavera o finales del verano”
-¿En qué época debe realizarse esta técnica para obtener un mayor porcentaje de éxito?
-El sobreinjerto puede hacerse al principio de la primavera o a finales verano, en función de si se hace un injerto de yema o de púa.
-¿Hay variedades que presenten mejores resultados para llevar a cabo un sobreinjerto?
-No. Se trata de sobreinjertar una variedad de Vitis vinifera sobre otra, por lo que no hay mayor problema ya que son compatibles. Ahora se está demandando mucho sobreinjertar blancas sobre tintas, pero también puede hacerse de tintas con tintas. Así, se está viendo que se sobreinjertan Tempranillo con mutaciones de Tempranillo que ofrecen mejores resultados. Eso sí, el viticultor debe analizar muy bien que variedad va a sobreinjertar, pero porque esa decisión debe ser muy pensada, no por los riesgos del sobreinjerto.
«El sobreinjerto es una alternativa para cambiar a variedades blancas en las terrazas de la Ribeira Sacra, ya que esas cepas ya están adaptadas a ese suelo»
– Precisamente este mismo año participó en unas jornadas técnicas en la Ribeira Sacra sobre el sobreinjerto ¿Sería una alternativa a valorar para esta zona debido al creciente interés que hay por los vinos blancos ante la crisis de las variedades tintas?
-En territorios como Ribeira Sacra donde predominan los tintos, en especial el Mencía, y con la crisis de consumo que hay de estos vinos, el sobreinjerto siempre es una alternativa a tener en cuenta si se quiere cambiar a variedades blancas, más aún en territorios como la Ribeira Sacra, ya que las plantas están ya adaptadas al espacio en las terrazas de la ribera, aprovechando al máximo el suelo, por lo que es más interesante el sobreinjerto que arrancar esas cepas para plantar plantas jóvenes, cuyas raíces tendrán que adaptarse al terreno y desarrollarse.
-¿Funciona bien el sobreinjerto de Godello o Albariño sobre tintas?
– Son totalmente compatibles. No habría ningún problema.
“El sobreinjerto se está utilizando para cambiar de variedad o clon cuando la cepa que se plantó en su momento no le conviene ya o no está funcionando como se esperaba”
-¿Qué motivos están impulsando a los viticultores a optar por el sobreinjerto?
-Puede haber distintos motivos que lleven al viticultor a utilizar el sobreinjerto. En ocasiones se debe a que la variedad que plantó en su momento no le convenga o no está funcionando como se esperaba.
-¿Es una técnica muy utilizada en otras regiones vitivinícolas de España?
-En las jornadas celebradas a principio de año en Ribeira Sacra sobre el sobreinjerto participó precisamente Esteban Ponce, ingeniero agrónomo y responsable de viticultura de Bodegas Marqués de Riscal, donde se lleva tiempo haciendo cambios de variedad. Yo colaboré ya con ellos hace más de 20 años con el cambio de un Verdejo que no estaba funcionando bien en Rueda y se procedió a sobreinjertar con otro clon de Verdejo. Al año siguiente estaba ya a plena producción. Se está haciendo en muchas plantaciones de la Rioja.
-¿Se opta por el sobreinjerto también en otros territorios vitivinícolas reconocidos como Francia o Italia o prefieren el replantado?
-Aunque se hace menos en viñedo que en producción de fruta, el sobreinjerto es una técnica que lleva mucho tiempo haciéndose tanto en España como en otros países. En Argentina recuerdo que con el sobreinjerto se optó por cambiar a variedades más comerciales y en Grecia se ha empleado para cambiar a uva de mesa.