Español
La invasión de Ucrania, a mayores de las muertes y sufrimientos para la población civil del país, dejará consecuencias mucho más allá. En España, el campo advierte de una previsible escalada en los precios de los cereales y de los fertilizantes, pues tanto Rusia como Ucrania son importantes exportadores de trigo, maíz y soja a la Unión Europea. Son también una región con destacadas plantas de fertilizantes, orientadas al mercado de la UE. La propia guerra y las previsibles sanciones a Rusia (y contrasanciones rusas) tendrán, por tanto, su impacto en el agro.
Los mercados de futuros de trigo ya se dispararon ayer un 5,6 %, llegando a precios de récord en la serie histórica. Ante esta situación, la Unión de Pequeños Agricultores (Upa), matriz estatal de Unións Agrarias, le pidió a la Comisión Europea un plan de contingencia agroalimentaria.
El secretario de relaciones internacionales de la UPA, José Manuel Roche, señaló su preocupación por las consecuencias de la invasión, y admitió su temor “a una subida aún mayor de los costos de producción”. Roche explicó que “la UE es muy dependiente energéticamente de Rusia, uno de los mayores productores de petróleo y gas natural, lo que repercute directamente en la producción de abonos”.
España importa también una cantidad amplia de cereales y aceite de girasol desde Ucrania, en concreto un 42% del total de importaciones de cereal en el 2020, y un 25% del aceite de girasol. Además, España es hoy en día el principal destino de las exportaciones de maíz ucraniano, producto clave en la alimentación animal. Estas transacciones podrían verse comprometidas por el conflicto.
Aunque los efectos de la invasión de Ucrania son aún imprevisibles, la UPA considera que “la Comisión Europea debería preparar un plan de contingencia que mitigue los daños”, y de este modo, “evitar el desabastecimiento y frenar la escalada de los piensos”. En esta coyuntura, la agrupación agraria destaca también la “importancia de apoyar en medio plazo la producción de leguminosas adaptadas a las características climáticas de Europa, tanto para consumo humano como animal”.
