Consejos para el cuidado de las abejas en esta época

Javier Seijo Muras y María Dolores Torres Pérez, de la Agrupación Apícola de Galicia, explican en este artículo los principales trabajos de cuidado de la colmenas durante la primavera. Las lluvias y el tiempo frío están provocando que el inicio de la campaña apícola este año en Galicia vaya muy atrasado

Consejos para el cuidado de las abejas en esta época

Apicultor revisando las colmenas

Este año hay que destacar un otoño anormalmente cálido y seco, que dió paso a un invierno con unas temperaturas que no son las habituales y, sobre todo, que hicieron que las abejas en las zonas costeras no llegasen a hacer una parada de puesta adecuada, y en el interior propiciaron que las colmenas hayan estado muy activas hasta tarde, sin tener mucho donde ir a libar y en cambio consumiendo reservas.

A todo esto tenemos que añadir, desde ya hace unos años en la costa a la nueva enemiga para las abejas, la Vespa velutina, que ataca hasta bien entrado diciembre y en algunos casos hasta enero, este año también debido a las temperaturas anormalmente altas se mantuvieron mucho más tiempo asediando las colmenas y no dejándolas coger las reservas y población suficientes para después pasar la invernada.

A pesar de todo esto, para los trabajos apícolas de primavera hay que tener en cuenta siempre que durante el invierno ya tenemos que hacer previsión de esos trabajos, realizando todo el trabajo previo en el almacén para así estar preparados para la salida al campo. Es decir: la preparación de las nuevas colmenas, el alambre de los cuadros, la puesta de nuevas láminas de cera en los cuadros, la limpieza y fundido de las ceras viejas o inservibles…. Pues bien, después de todo esto comienzan los trabajos de campo, que van a tener que seguir el progreso de las condiciones meteorológicas y las floraciones predominantes en cada zona.

Con la aparición de las primeras flores las colmenas van despertando de su letargo invernal. En esto las distintas regiones que encontramos en Galicia van a su ritmo, siguiendo sus floraciones y cada apicultor/a tiene que conocer muy bien su zona para estar preparado para ello.

En la apicultura de Galicia hay que diferenciar por una parte las zonas costeras: con un clima atlántico y con influencia marina donde la presencia y floración del eucalipto, sobre todo la variedad globulus, va a marcar el arranque de la temporada. Y por la otra, el interior, con un clima continental e incluso en las regiones más interiores con un clima de montaña y alta montaña, donde las ericas son las que marcarán las pautas florales de principios de año.

Las colmenas en las zonas costeras

Para las zonas costeras, los años con una buena floración del eucalipto esta da el primero néctar para el inicio de su desarrollo, y cuando las temperaturas comienzan a subir de los 12 ªC, las reinas comienzan a activarse. En ese momento es cuando se le puede dar un impulso con alimentación estimulante con complementos vitamínicos, ya que en general en las zonas costeras existe una carencia de polen almacenado, y mientras el eucalipto tiene una alta producción en néctar, su polen es algo pobre como alimento para las larvas. En este momento debemos iniciar la revisión de las colmenas en las horas centrales del día, aquellas en las que las condiciones de temperatura y sol lo permitan, comprobando su arranque.

¿Que hacer en la primera revisión?

En esta primera revisión, se comprueba si tienen postura, el estado sanitario y las reservas que tienen. Y en ella podemos encontrar distintas cosas:

-En los casos que encontramos colmenas zanganeras, (son aquellas que quedaron sin reina y no les dio tiempo a criar otra, entonces alguna abeja obrera tomó las riendas de la colmena y se cree reina poniendo huevos, pero su capacidad de postura es sólo para poner huevos sin fecundar de los que nacerán zánganos, puesto que no los pueden fecundar ya que no tienen espermatozoides para hacerlo) la mejor estrategia es unirla a otra para no perder el ganado que hay en ella. Esto es muy importante no hacerlo después de revisadas, sino que es mejor esperar a cuando estén tranquilas, para evitar que haya peleas entre ellas. La manera de unirlas es poniendo una sola hoja de papel sobre la cámara de cría de la colmena que tiene postura y reina, y arriba, sin el fondo, la colmena zanganera. Esto también se podrá hacer en el caso de colmenas endebles o con poca población, pero que estén sanas.

Abeja parasitada por varroa

Abeja parasitada por varroa

-En los casos que encontramos colmenas con varroa, es interesante en este momento aplicarle un tratamiento autorizado, sea ecológico o convencional, siempre previo al desarrollo total de la colmena, ya que al disponer de una baja cantidad de cría y población la efectividad es mucho más elevada. Además, hay que tener en cuenta que a medida que avance la temporada la carga de varroa ve a ir aumentando de manera exponencial, y después a lo mejor tenemos que parar la recogida por tener la carga de varroa muy alta y tener dificultades la colmena para llegar a finales de temporada.

Como indicaban los maestros apicultores más viejos, hay una época clave en las colmenas que es la llegada de la floración de los sauces. Con ella las colmenas inician su desarrollo más importante debido a que ofrecen a las abejas un néctar abundante y rico, pero sobre todo un polen con unas características óptimas para la cría. La floración de estos árboles suele acontecer cuando las temperaturas ya son más agradables y el tiempo es algo más estable, las horas de luz son mayores. Todo esto les permite a nuestras amigas tener más tiempo aprovechable para recoger el preciado polen y néctar.

En estos momentos, se comienzan a ver los primeros zánganos salir de las colmenas. Estos precisan unos 16 días para alcanzar su madurez sexual, dándonos los indicios para programar la multiplicación de nuestro apiario y la posible salida de enjambres, ya que las abejas, que llevan miles de años de evolución, esperan por naturaleza a que los machos estén maduros para la cría de las nuevas reinas, lo que no impide que con las variedades introducidas no suceda antes de la madurez de los zánganos, pero ese es otro tema que se eso trataremos en otra ocasión….

“La floración del sauce es clave para las abejas”

También hay otro momento importante para las colmenas en primavera, el inicio de las floraciones de los prados y los primeros árboles frutales: cerezos, manzanos,etc… es el momento de hacer los trabajos de revisiones y puesta en marcha de las colmenas, aprovechando los días de sol y tranquilos, con temperaturas por encima de los 12C, toca revisar a fondo las colmenas.

Comprobando la evolución de las mismas, haciendo limpieza de fondos, será también cuando nos encontramos con colmenas pidiendo hueco, diciéndonos que tienen mucha población y que las cajas que les ofrecemos no son suficientes. Este es el indicativo del momento de renovar ceras, sacando de la zona de cría cuadros viejos, con miel vieja, no productivos, sin cría, o roídos por el acceso indeseable de ratones cuando la colmena estaba pasando el invierno. Los sustituiremos por cuadros con cera nueva, sin estirar o también denominada estampada. Se deben colocar cerca de la cría, pero sin romper su armonía interior e interrumpiendo lo mínimo que podamos la postura de la reina.

Colocación de alzas y de medias alzas

En este despertar de nuestras colmenas, cuando ya tienen su casa llena de cría nueva, es momento de darle espacio con la colocación de las cajas de recolección de miel, sean alzas o medias alzas; y en el caso de los “trobos” , que aún muchos apicultores conservan, es momento para la captura de los nuevos enjambres que salen, para dejar espacio en su interior, renovando la sangre real.

Una vez que nuestras abejas sitas en colmenas mobilistas ya comienzan a desarrollarse en las nuevas cajas que ponemos encima (alzas o medias alzas), y cuando ya vemos que su desarrollo es grande debido a que ya tienen más que para su mantenimiento, es momento de pensar en nuclearlas o sacarle un enjambre, antes que ellas por naturaleza decidan reproducirse libremente. Este trabajo, que es conocido por nuestros apicultores, tiene muchas formas de hacerse, pero todas con una base que no debemos olvidar, que son las abejas las que marcan el ritmo y no somos nosotros. Pero la manera de nuclear o dividirlas ya la tocaremos en otro artículo, si no este se hace muy largo.

En el interior de Galicia el desarrollo de las colmenas es más tranquilo, marcado por las floraciones. Así, al no tener una floración de tan temprano como el eucalipto, tienen un ritmo más pausado y progresivo. Pero al igual que en las zonas costeras es el inicio de la floración de los prados la que marca el inicio de desarrollo de las colmenas y, en los lugares con sauce en abundancia, será éste el que indique el inicio de la campaña, mientras en otras lo será el brezo, cuando las condición son las adecuadas y florece.

Las colmenas en el interior tienen la suerte de disponer de unas buenas reservas de polen, lo que favorece que para su estimulación artificial, los alimentos líquidos y sin complementos funcionen sin problemas, de forma que podamos adelantar la evolución de nuestras colmenas y dividirlas o sacarle algún enjambre antes de que inicie la gran mielada, y puedan tener en verano su máximo de abejas pecoreadoras para que a mayores del néctar que recogen para sus reservas, recojan miel para que lo podamos extraer nosotros.

“Las abejas hacen la gran recolección en la costa en primavera, y en el interior en verano”

Debido a la inmensa variedad de paisaje, floraciones e incluso climatología dentro de Galicia y diferencias entre la costa y el interior de Galicia, suele acontecer que por lo menos hace 1 mes de retraso entre unas colmenas y otras, o más bien entre unas floraciones y otras. Y aún diríamos más: incluso hay diferencia de un mes desde Ourense capital y aledaños y las zonas más cerca de Castilla.

Así, tenemos que tener en cuenta que la gran época de recolección para las abejas en el interior es en verano, mientras que en la costa es en primavera. Esto nos da margen para poder hacer trashumancia y aprovechar la floración de la costa y después llevar las colmenas a aprovechar la del interior, manejo sólo aprovechado por algunos apicultores y con lo que duplican e incluso triplican su producción, eso sí, con mucho trabajo y dedicación.

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