Consejos para evitar la entrada del BVD en la explotación

Resumen de la ponencia de Susana Astiz, veterinaria e investigadora del INIA, dentro la Jornada Técnica de Ganado Vacuno celebrada el pasado mes de julio en Mazaricos y que estuvo organizada por el laboratorio Boehringer Ingelheim.

Consejos para evitar la entrada del BVD en la explotación

Malformaciones en terneros provocadas por el BVD

La enfermedad vírica bovina (BVD) presenta gran variedad de cepas, además de dos tipos diferenciados, por lo que se la conoce como la enfermedad de las mil caras. Estos dos tipos de BVD son BVD-tipo 1 y BVD-tipo 2, este último el responsable del último brote clínico denunciado en Alemania en 2013.

Es una enfermedad con una prevalencia de rebaño elevada, de entre el 60 y el 100%y algo menor a nivel individual.

Con el BVD vemos problemas reproductivos en todas las fases de gestación, con abortos en distintas fases (con fetos malformados o no), reabsorciones embrionarias tempranas, antes de que podamos detectar la preñez, y mortinatos. Además, la BVD puede provocar el nacimiento de terneros débiles y poco viables.

También se observa una reducción de la sanidad de las explotaciones porque la infección provoca una bajada de las defensas del ganado (reducción del recuento leucocitario) y, por lo tanto, una mayor incidencia de infecciones y enfermedades (mamitis, diarreas en terneros….etc), sobre todo en terneros y en novillas.

¿Por qué varía tanto la clínica del BVD?

-Puede variar el tipo de virus (BVD1 o BVD2) y dentro del tipo, varía la cepa y su patogenicidad.
-Momento de la gestación en que se da la infección:
-Estatus inmunológico del rebaño o animal: no afecta por igual a todos los animales.

Los hechos son que:

-Es un virus que afecta especialmente al sistema reproductivo de las vacas (especial tropismo por tejido reproductivo: ovarios y útero).

-Afecta preferentemente al sistema inmunitario del animal (especial tropismo por células del sistema inmune, como leucocitos).

-Tiene una alta prevalencia en España.

-Lo que sucede a nivel reproductivo, y cómo sucede, depende de la fase de desarrollo fetal en que sucede la infección. Es decir, si el feto dentro de la vaca gestante, es capaz de hacer frente a esa enfermedad, lo que depende de la fase de gestación, pudiendo reaccionar de una forma u otra:
1- Antes de que quede gestante la vaca puede provocar infertilidad, ya que se replica en el tejido ovárico.

2- Si está preñada:

a) En el primer mes de gestación (aproximadamente) pueden ocurrir reabsorciones embrionarias por incapacidad del mantenimiento de la gestación en las primeras fases.

b) En el segundo y tercer mes de gestación (aproximadamente): puede provocar lo que denominamos “inmunotolerancia e infección persistente”. El feto asume el virus como propio y no lucha contra él.

c) Entre el 4 y el 6 mes (aproximadamente) si se contagia la vaca, el feto ya es capaz de hacer frente al BVD, lo que puede dar lugar a fetos con malformaciones congénitas, compatibles o no con la vida, y a abortos en estas fases.

d) A partir del 6 mes: los terneros hacen frente a la infección, pudiendo nacer perfectamente, aunque sean positivos de BVD, pero también pueden originarse abortos.

Por lo tanto, el momento de infección de la vaca provoca distintos signos clínicos en los fetos.

Transmisión y contagio

El BVD se transmite por contacto directo boca-nariz. Es un virus que requiere bastante contacto físico entre las vacas. En el caso de los animales PI, o persistentemente infectados, la diseminación del virus se produce a través de todas sus secreciones (también por heces) en cantidades impresionantes y durante toda la vida del ternero: por lo tanto, es una auténtica bomba de relojería y constituye la principal fuente de infección de BVD para otras vacas.

También se tienen documentado, aunque son mucho menos corrientes, los contagios por material veterinario, botas del ganadero, semen, embriones, heces…etc.

“Lo importante es evitar la introducción de un PI en la explotación”

Lo importante, por tanto, es evitar la introducción de un PI en la explotación. Los PI se pueden detectar por pruebas diagnósticas. Los animales infectados que nacen con la enfermedad por el contagio de sus madres durante la preñez (en el primer tercio de gestación), son, como hemos dicho antes, los principales diseminadores. Estos PI suponen entre el 1 y el 2% de todos los animales.

Es decir, si compramos en otra explotación de la que no sabemos el estatus inmunólogico de BVD, 100 novillas es muy probable que 1 o 2 vengan infectadas por BVD.

Generalmente los PI son animales retrasados en su crecimiento, pero no siempre, también pueden ser animales sanos: un 17% de ellos pueden llegar a adultos y reproducirse. Además, una vaca PI de BVD siempre pare otro PI.

Otra fuente de contagio es un animal (no PI) que se infecte del BVD. Por lo general, cuando un animal se infecta por BVD, lo normal es que esté 15-20 días diseminando virus hasta que supera la enfermedad. Sin embargo, también se han descrito lo que llamamos “infecciones crónicas” de BVD. En concreto, se ha demostrado la infección en toros que han estado diseminando virus 3 años BVD vía semen.

Por lo tanto, además del análisis de antígeno en sangre para descartar que un animal comprado es o no PI, también debemos realizar una PCR para determinación del virus en caso de comprar sementales para la explotación.

BVD_ESPAÑA_PREVALENCIA

Factores de riesgo para el contagio de BVD

Factores de riesgo para el contagio de BVD expresados en OR (número de veces por el que se multiplica el riesgo de introducir BVD)

Compra de animales: 5,4 a 11,4
Pastos comunales: 5,1 a 5,7
Contactos con animales de otras explotaciones: 2,5
BVD en explotaciones vecinas: 1,54
Zona de prevalencia elevada: 1,73
No existencia de un programa de control (1 año): 1.39
Tamaño de rebaño (10 vacas): 1,09
Distancia entre explotaciones (500 metros): 0,87
Falta de asesoramiento veterinario:

¿Qué podemos hacer para no introducir BVD en la explotación?

-Cuando compramos animales elegir siempre que podamos granjas certificadas libres de BVD.

-Realizar análisis de presencia de BVD en la granja de origen y en mi granja. Consultar con el veterinario.

-Poner en cuarentena a los animales comprados y mientras transcurre ésta efectuar otro análisis de presencia de BVD. Si un animal ha pasado la enfermedad (animal positivo a Ac) pero no es un PI (negativo a Ag) ni tiene una infección crónica de BVD, nos lo podríamos quedar sin problema.

-Si la vaca está preñada, al parir hay que tomar una muestra de muesca de la oreja y/o de sangre del recién nacido para descartar que sea PI. Esta prueba debe hacerse especialmente en todas las vacas preñadas que se compran. Si es un ternero/a PI quitarlo de la explotación inmediatamente.

-Si tenemos o compramos un toro realizar análisis de sangre y de semen para descartar la presencia de BVD.

-Ojo en la interpretación de resultados del laboratorio: animales que han superado la enfermedad o han sido vacunados son anticuerpos positivos y pueden ser algo reactivos a p80 (incluso habiendo sido vacunados con vacunas muertas) y si están vacunados con vacuna viva claramente son reactivos a P80, pero serían totalmente válidos para la explotación.

Decisiones:

-Novilla preñada con anticuerpos negativos: confirmar que no es PI. Si lo es descartar el animal.

-Si la novilla está preñada y tiene anticuerpos positivos (por estar vacunada o haber sido infectada por BVD): confirmar siempre que el ternero no es PI. Si lo es sacrificarlo.

-Cualquier animal positivo a antígeno, ponerlo en cuarentena y volver a analizarlo entre 21 y 30 días después para confirmar si es PI. Si es PI y vuelve a ser positivo a AGI se sacrifica.

-En el caso de los toros, tanto si tienen anticuerpos positivos como negativos, analizar para antígeno el semen y la sangre. Si da positivo en semen, descartarlo siempre.

Me puedo quedar con:

-Animales positivos a anticuerpos -han sido infectados pero han superado la enfermedad o han sido vacunados- , confirmando que no son animales infectados crónicamente.

-Animales negativos a anticuerpos y a antígenos: nunca han estado en contacto con el BVD. Se recomienda su vacunación para evitar su contagio.

-Confirmar siempre que el ternero/a recién nacido/a no es PI.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información