Para lograr la rentabilidad económica de una explotación láctea lo primero que debemos analizar es su situación económica y, en base a ello, tomar las decisiones técnicas, sobre todo en alimentación, que concentra entre el 50 y el 60% de los gastos.
El control de gastos, es decir, saber que nos gastamos en cada partida y lo que nos cuesta producir el litro de leche es una información fundamental que el ganadero debe tener y que debe facilitar a los técnicos para poder tomar las decisiones técnicas adecuadas.
Una vez que conocemos esa información, es cuando podemos tomar decisiones de control de presupuesto y mejora de la rentabilidad, trabajando en aspectos como la alimentación, la recría o la fertilidad.
No debemos hacer las cosas al revés: realizar inversiones y tomar decisiones técnicas sin conocer cual es la situación económica de la ganadería. En definitiva, el ganadero tiene que gestionar su explotación lechera como si fuera una empresa. Un buen ejemplo a seguir lo encontramos en el sector porcino o en la cunicultura, donde los costes de producción están muy controlados. En este sentido, el modelo SIP, líder de control de costes en porcino, está previsto que en breve se aplique también en vacuno.
Hasta un 60% de las explotaciones lácteas no controlan sus gastos
En buena parte de las explotaciones lácteas gallegas, diría que hasta en un 60%, no hay un control de gasto y esto es algo preocupante.
Debemos recordar que el factor fundamental de la rentabilidad de las explotaciones lácteas es el precio de la leche. En este sentido, la situación económica de bastantes explotaciones gallegas es dramática porque realizaron inversiones con un horizonte de precio de la leche que no se ha cumplido. Y la falta de control del gasto agrava notablemente esta situación.
A este respecto, quisiera recordar una frase que suscribo en su integridad: “El desconocimiento de los costes de producción por parte de los ganaderos limita su supervivencia, los ubica en situación de desventaja frente a la industria y frena su capacidad de negociación de cara al establecimiento de precios en los contratos lácteos”.
Es decir, el conocimiento y control de los costes de producción nos da argumentos para gestionar y negociar mejor el precio de la leche. Así, dentro de Galicia veo diferencias entre clientes con una gestión buena del precio de la leche y otros que tienen precios y contratos muy malos, en los que la industria les está pagando a 0,23 €, cuando solamente la alimentación les cuesta 0,17 € por litro de leche.
En definitiva, el tener controlados los costes y asesorarse en las inversiones va a ser fundamental para adaptar la explotación a un escenario que se nos presenta de altibajos importantes en el precio de la leche.
Lo ideal es minimizar los costes de amortización
Después de la alimentación del ganado, uno de los gastos más importantes de una explotación ganadera son las amortizaciones por compra de maquinaria, instalaciones…etc, que en el caso de Galicia hay que añadirle en un buen número de casos la compra de cuota láctea.
En este sentido, creo que lo ideal en una explotación láctea estaría entre un 10-15% de los gastos para amortizaciones. Hay explotaciones en las que ese gasto supera el 20-25%, y en esos casos habría que plantearse sistemas de producción que exijan menos gasto en maquinaria.
¿Es el pastoreo más rentable?
En concreto, estaríamos hablando de sistemas de semipastoreo o pastoreo, que permiten reducir gastos en alimentación y en maquinaria. Sin embargo, no todas las ganaderías de leche se pueden permitir este sistema, ya que se requiere tener suficiente terreno de pasto cerca de la explotación y, a ser posible, que no esté disperso.
Así, tengo clientes de vacuno de leche que pastorean 7/8 horas al día y producir un litro de leche les sale bastante barato. Hay que tener en cuenta que con el pastoreo también limito la producción y por lo tanto tengo que tener una gestión de la alimentación que me permita mantener una producción estable a lo largo del año.
En todo caso, el ganadero que tenga la oportunidad, según que época del año, de sacar las vacas a pastar 5 o 6 horas al día, en un régimen de semipastoreo, va a abaratar bastante los costes de alimentación.
Mejorar la calidad del silo de hierba
Por último, un aspecto en el que quisiera incidir es en el de la calidad de los forrajes: en demasiados casos el forraje es de mala calidad y está mal conservado en los silos. Y un forraje malo es un forraje más caro. En Galicia suelen ser habituales casos de silos de hierba con un 27% de materia seca y un 9,5 de proteína y eso no es aceptable, máxime en esta situación.
Como recomendación final para los ganaderos de vacuno de leche les aconsejaría que realicen un control de los costes de producción porque eso les permitirá mejorar la negociación del precio de la leche.
Realmente el costo de alimento es la clave de toda explotación animal,en el caso de la producción lechera me inclino por el buen pastoreo,calcio,sales y encilado como complemento final diario,para ello la vaca tiene que tener caracteres rústicos comenzando desde su progenie, me contento con 10 litros al balde por que se que no he de tener mayor gasto con enfermedades como mastitis,empaste,mal partos y mas que todo concentrado alimenticio.