Control de la rata topo en la montaña de Lugo: recetas para reducir su impacto

Expertos en la gestión de la rata topo abordan en Triacastela las estrategias para atajar la problemática causada por esta especie. La experiencia francesa muestra la importancia de hacer una supervisión de las poblaciones. Serida, Xunta y Universidad trabajan en distintos métodos para frenar su proliferación

Control de la rata topo en la montaña de Lugo: recetas para reducir su impacto

Expertos en la rata topo durante las visitas a campo realizadas en praderas afectadas de la montaña lucense.

Triacastela, junto con Pedrafita, fue de los primeros ayuntamientos de la montaña lucense en el que se detectaron daños importantes en las praderas debido al aumento de las poblaciones de rata topo (Arvicola scherman). Y fue también en este ayuntamiento donde se han reunido algunos de los expertos que están abordando la problemática. El objetivo de la jornada, organizada por la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes (SGPF), era incrementar el conocimiento sobre esta especie que está causando estragos.

El encuentro congregó durante dos días a representantes de la Consellería de Medio Rural, la Universidad o el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (Serida), que está colaborando estrechamente con la administración gallega para procurar soluciones. En la jornada técnica participaron también expertos franceses que mostraron sus conocimientos sobre la rata topo, una especie que llevan estudiando más de 20 años.

Entre las conclusiones del encuentro tres conceptos claves: seguimiento constante de las poblaciones, actuar cuándo haya baja densidad de poblaciones y la implicación conjunta de todos los afectados. Aunque no son soluciones puntuales para atajar a corto plazo la plaga, estas tres indicaciones son parte de la receta para mantener a raya las poblaciones de rata topo, según coincidieron en señalar los expertos. La experiencia en Francia muestra también que pasar por alto alguno de ellos trae explosiones de poblaciones de rata topo como la que afecta desde hace dos años a la montaña lucense.

«La solución pasa por un tratamiento integral de la plaga, no tenemos una única solución y esta respuesta debe efectuarse de manera coordinada»: Aitor Somoano, investigador del Serida

«La solución pasa por un conjunto de medidas, es decir un tratamiento integral de la plaga, no tenemos una única solución y esta respuesta debe efectuarse de manera coordinada con todos los propietarios, de nada sirve tratar el problema de manera individual», explica Aitor Somoano, investigador del área de Sanidad Animal del Serida.

El seguimiento de las poblaciones

Realizar una supervisión constante sobre todas las zonas afectadas es uno de los factores determinantes para poder atajar la plaga de la rata topo. Este seguimiento, que los expertos recomiendan realizar dos veces al año, en primavera y en otoño, permite conocer la evolución de la especie y definir las estrategias a seguir en cada momento.

De hecho, en el país galo llevan años realizando este tipo de seguimiento periódico en las regiones con presencia de la rata topo. En este mismo sentido, desde el Serida están llevando a cabo un estudio de las poblaciones tanto en territorios de Asturias como ahora en la montaña lucense, después de firmar un convenio con la Administración gallega. Una de las líneas de actuación en las que están centrando los trabajos es en conocer cómo están estructuradas las poblaciones para desarrollar soluciones que ayuden a mantenerlas bajo control e incluso llegar a conocer los factores que pueden provocar que se origine un incremento.

El seguimiento de las poblaciones puede permitir predecir las explosiones demográficas y resulta imprescindible para garantizar la efectividad de las medidas de control

«Sería de interés garantizar que estas investigaciones sobre el comportamiento de la rata topo se mantengan en el tiempo para así tener un mayor conocimiento sobre la especie que permita llegar a predecir en qué momento se van a producir explosiones demográficas y poder atajarlas», valora el experto, que está colaborando en la coordinación de las acciones desarrolladas por Medio Rural en Galicia.

No son las únicas líneas de trabajo que tienen sobre la mesa en el Serida sobre la rata topo. Somoano también está abordando la presencia de patógenos y parásitos que puedan afectar a la rata topo, no solo por lo que condicione su supervivencia, sino por el riesgo que puedan suponer para otras especies. Es preciso tener presente que los roedores son portadores potenciales de microorganismo que pueden afectar a los humanos, así como al ganado y a otra fauna salvaje.

toupeiras de rata toupa

Toperas causadas por la rata topo en praderas de la montaña de Lugo. // Foto SGPF.

¿Cuándo actuar?

Otra de las claves para atajar la plaga de la rata topo pasa por escoger el momento adecuado para aplicar las medidas de control. Los estudios realizados durante más de 20 años por los franceses ratifican que es preciso actuar cuando la especie se encuentra en momentos con baja densidad de población, ya que en plena explosión demográfica no hay soluciones que consigan reducir la incidencia.

El estudio realizado en Francia sobre el impacto de los depredadores en el control de las poblaciones de la rata topo ratifica que en las explosiones demográfica, aún con una presencia superior de depredadores no basta para hacer frente a la rata topo. Así, si a principios de año se contabiliza una presencia de rata topo de 77 ejemplares por hectárea a finales de año puede llegar a reducirse esa cifra hasta los 66 animales, debido a la incidencia de los depredadores. Sin embargo, si ese número se eleva a 200 rata topos por hectárea y aunque se incrementen los depredadores, se llegarán a contabilizar unos 600 ejemplares a finales de año.

«Precisamos ese seguimiento constante sobre las zonas afectadas. No podemos pensar que en cuanto baje la población ya desapareció el problema»: Joan Alibés, presidente de la SGPF

«Los expertos coincidieron en que es en momentos de baja densidad de rata topo cuando debemos hacer hincapié en las medidas de control para evitar una explosión demográfica como la que estamos teniendo ahora en Lugo», incide Joan Alibés, presidente de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes. De ahí que también insista en la necesidad de mantener ese seguimiento por parte de la Administración para poder actuar de manera efectiva contra la plaga. «Precisamos ese seguimiento constante sobre las zonas afectadas. Hay que tener clara la dinámica de la población y ya que ve a haber picos cada cierto tiempo necesitamos conocer en qué momento es más efectivo actuar e incrementar esfuerzos», apunta Alibés. «No podemos pensar que en cuanto baje la población ya desapareció el problema, como aconteció en el 2007», recuerda.

Medidas contra la plaga

Tan importante como escoger el momento adecuado para aplicar medidas contra la plaga es conseguir que la aplicación se lleve a cabo de una manera coordinada y con la implicación de todos los agentes implicados, desde la Administración hasta los ganaderos y productores. «De nada sirve actuar de manera individual frente a la rata topo, las actuaciones de un ganadero a nivel individual pueden ayudar a frenar momentáneamente, pero sin una respuesta conjunta no habrá resultados. El ganadero no puede estar sólo, precisa de la coordinación de muchos agentes y la colaboración pública», explica Patrick Giraudoux, uno de los expertos franceses que asistió a la jornada e investigador de la Universidad de Franco-Condado.

Los depredadores naturales son uno de los mejores aliados para el control de la rata topo

Garantizar la presencia de depredadores naturales como el zorro, el gato montés y el doméstico, a garduña, el tejón o las aves rapaces es fundamental para mantener controlada la población de la rata topo, tal y como señalaron los investigadores franceses.

En la jornada también se apuntaron tanto factores que pueden influir en la explosión demográfica como algunas de las medidas que se están impulsando desde la Consellería de Medio Rural para intentar frenar la plaga, que afecta a una superficie de 1.629 hectáreas repartidas en 2.995 parcelas de los ayuntamientos lucenses de Pedrafita, Folgoso do Courel, Triacastela, Samos, As Nogais y Cervantes.

En este sentido, la reducción del pastoreo se apunta como uno de los posibles desencadenantes, puesto que la presencia del ganado contribuye a destruir las galerías de la rata topo y limita su presencia. Por eso, una de las medidas pasa por alargar los turnos de pastoreo y que este se prolongue durante todo el año. En este sentido, Alibés advierte de la importancia de contar con medidas que fomenten estas prácticas y que los ganaderos no salgan perjudicados por este motivo en la nueva PAC.

Incrementar los turnos de pastoreo y recuperar la rotación de cultivos pueden contribuir a mantener a raya la población de rata toupa

Junto con la recuperación del pastoreo, la rotación de cultivos en las praderas también se presenta como una opción para destruir las galerías. «Retomar el cultivo de cereales en rotación con las praderas puede traer beneficios con la rata topo a la par de ser una alternativa para reducir la dependencia de concentrado de las ganaderías en un contexto de incrementos de precios como el actual», valora Alibés.

Teniendo también en cuenta los efectos del pastoreo, desde Medio Rural han desarrollado un rulo con pisones, con un peso de 3.500 kilos y con tacos lisos y troncocónicos con el que simular la presencia del ganado vacuno en las praderas y conseguir romper las galerías de la rata topo. También llevaron a cabo pruebas con trampas de caída, pero que no remataron con éxito.

Rulo con pistones para simular el efecto del ganado pastando en la pradera. // Foto. Medio Rural.

Desde marzo de este año, optaron por adquirir unas 2.000 trampas tipo golpe, modelo Supercat, que han cedido a casi un centenar de vecinos de los municipios afectados para que puedan realizar el trampeo en las praderas. «También tenemos de manera permanente 4 técnicos de Tragsatec que les proporcionan información sobre estas prácticas de trampeo a los vecinos y contribuyen en el seguimiento de la evolución de la plaga así como en el propio trampeo al gestionar 250 trampas», concreta Pablo Iglesias, jefe del Servicio de Explotaciones de Lugo.

También están estudiando la aplicación de otras soluciones fitosanitarias, como fosfuro de aluminio empleado en Asturias, pero para el cual se requiere formación especializada por los riesgos que puede suponer durante su aplicación. Otra de las materia activas que se valora emplear es el fosfuro de zinc, que se presenta como una alternativa eficaz contra los roedores y que no se degradaría con la lluvia, reduciendo las posibles contaminaciones.

Nuevas líneas de investigación

Por su parte, desde la Facultad de Veterinaria de Lugo están trabajando en otras alternativas para disminuir la presencia de rata topo. En concreto, el equipo liderado por el investigador Pablo Sánchez propone echar mano de las señales químicas producidss por los depredadores de la rata toupa, como puede ser el zorro o las rapaces, para generar una situación de estrés en el animal y limitar así su capacidad de reproducción. «Se trata de emplear las llamadas cairomonas, las feromonas que las rata topo identifican con sus depredadores y le hacen estar alerta ante el peligro que le supone», concreta Sánchez. Además, el empleo de estas cairomonas no supone ningún riesgo, ya que son las propias secrecións de un depredador.

«La rata topo tiene un sistema vomeronasal más desarrollado que otros roedores, lo que abre la posibilidad de emplear las cairomonas para ayudar a regular esta especie»: Pablo Sánchez, investigador de la USC

Para llevar a cabo esta propuesta, el equipo de Sánchez ha estado estudiando en detalle la anatomía de la rata topo, en concreto su sistema vomeronasal, órgano encargado de identificar las feromonas, así como sus conexiones cerebrales de este. «Vimos que esta especie tiene un sistema más desarrollado que otros roedores, lo que abre la posibilidad de emplear las cairomonas para ayudar a regular la población de rata topo», detalla el investigador.

La investigación abre el camino no sólo para emplear las cairomonas en el control de la rata topo, sino para seguir trabajando en estos métodos de control en otras plagas o fauna salvaje que supone problemas en el campo, como los jabalís.

Al margen de estos trabajos, desde la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes reclaman que también se inicien otras investigaciones agrarias para aproximarse desde otros ámbitos y en los centros agrarios públicos a soluciones que puedan funcionar y adaptar las prácticas a los conocimientos que se vayan manejando sobre la rata topo.

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