¿Cuáles son las consecuencias del cierre de los mercados de Amio, Silleda y Castro por el coronavirus?

La decisión de cerrar las tres principales ferias semanales que se celebran en Galicia podría provocar dificultades para la salida de los animales de las explotaciones. La Consellería no ha establecido por ahora ninguna alternativa para la venta y la incertidume aumenta en el sector

becerros Mercado de Castro

Mercado de Castro Riberas de Lea, que se celebra los miércoles, y que reúne sobre todo terneros procedentes de explotaciones lecheras de la provincia de Lugo

El endurecimiento de las medidas para evitar la propagación del coronavirus provocó en la tarde de ayer el cierre de las tres ferias semanales de ganado de refrencia en Galicia, las de Amio, Silleda y Castro Riberas de Lea, lo que puede trastocar los planes de las explotaciones, que hasta ahora trabajaban con normalidad.

A pesar de que los responsables de las tres ferias centrales habían confirmado a Campo Gallego este jueves, cuando se decretaron las primeras limitaciones de aforo en espacios públicos tanto a cubierto como al aire libre, su intención de seguir celebrando con normalidad los mercados de la próxima semana, a expensas de posibles decisiones de las autoridades sanitarias, finalmente se han visto obligados a suspender su actividad hasta nuevo aviso, de momento sin fecha de reanudación prevista y al menos hasta el 21 de abril.

El panorama cambió radicalmente en la tarde de ayer, después del anuncio de la declaración del estado de emergencia y de la decisión tomada por la Xunta de cerrar mercados y establecimientos comerciales en Galicia, lo que implicaba en la práctica la imposibilidad de seguir celebrando las subastas.

Pero esta decisión podría tener graves consecuencias, difíciles de prever, tanto para el sector productor de leche como para el de carne, con repercusiones económicas importantes en los dos casos, más allá del riesgo de desabastecimiento de los mataderos y, con esto, de los supermercados y carnicerías de las que se abastece la población.

Amio, Silleda y Castro dan salida semanalmente a la mayor parte del ganado que se mueve en Galicia y fijan los precios de referencia para el conjunto de la comunidad. Tan solo descansan una semana al año, en Navidad, cuando no se celebra subasta en la semana de 31 de diciembre y los animales se acumulan para la subasta del primer mercado del año, en la primera semana de enero, que es de este modo uno de los más importantes en cuanto a número de cabezas y volumen facturado.

Pero ese es un escenario previsible, con el que todos los operadores ya cuentan, adelantando algunos animales o reteniendo otros una semana, mas la incertidume actual que supone no saber a día de hoy cuándo se va a poder retomar la celebración de las ferias semanales abre un escenario inédito y desconocido para todos: ganaderos, tratantes, mataderos, empresas cárnicas, etc.

Posible atasco en las explotaciones tanto de leche como de carne

La no celebración de mercados semanales en las próximas tres semanas supone la acumulación de unos 10.000 terneros de entre una y dos semanas de vida procedentes de las explotaciones lecheras, calcula Roberto Lorenzo, responsable del mercado de Castro Riberas de Lea, unos animales que, tras su paso por Amio, Silleda o Castro, acababan en los cebaderos de terneros tanto de Galicia como de otras comunidades.

La no celebración de mercados semanales en las próximas tres semanas supone la acumulación de unos 10.000 terneros en las explotaciones lecheras

Pero la supresión de esta mecánica de funcionamiento semanal hará que los terneros deban permanecer más tiempo en las explotaciones, que no solo perderán los ingresos procedentes de estas ventas, sino que se encontrarán en muchos casos con dificultades de espacio para acogerlos (en la mayoría de granjas lecheras el espacio para recría y el número de boxes disponibles para los terneros lactantes es muy limitado) además del aumento de gasto en su alimentación que supone mantenerlos más días en la explotación.

Muchas ganaderías tendrán problemas de espacio, además del gasto que supone mantener a los terneros más días en las explotaciones

Es previsible además que, sin la posibilidad de celebrar las ferias semanales, la demanda de terneros de recría caiga y, aparejado, también su precio. «Creemos que bajarán los precios de compra pero nosotros en estas próximas semanas vamos a reducir o incluso anular la compra de animales ya que la situación es de mucha incertidumbre», indican desde el cebadero de Eliseo López, en O Arneiro (Cospeito), uno de los más gandes de Galicia y que suministra la Novafrigsa, el matadero de vacuno de Coren ubicado en Lugo. Este cebadero compraba cada semana un promedio de 60 animales, la mayoría procedentes del mercado de Castro Riberas de Lea.

El precedente del cierre por la fiebre aftosa

Eliseo aun recuerda las consecuencias negativas de la crisis de las vacas locas, cuando el consumo y el precio de la carne se desplomaron y teme que la incertidumbre actual por el coronavirus provoque algo similar. Pero ni siquiera en aquel momento se habían llegado a cerrar los mercados.

Sí que habían dejado de operar, sin embargo, en el año 2001 durante la crisis por la fiebre aftosa. También entonces se habían cerrado temporalmente los mercados de ganado, pero la administración permitía la acumulación de los animales en instalaciones autorizadas y las ferias de Amio, Silleda y Castro operaban como centros de acumulación de ganado de tratantes u otros operadores aunque con un único destino final, una solución que por ahora no se ha establecido. Son además casos diferentes, porque la fiebre aftosa suponía un problema sanitario de transmisión entre el ganado, mientras que el coronaviros es un problema de contagio entre personas.

Durante la crisis por la fiebre aftosa también se habían prohibido temporalmente las ferias pero sus instalaciones funcionaban como centro de agrupamiento de ganado con destino a un único operador

Julio Pérez Filloi, responsable de la Central Agropecuaria de Galicia, que organiza la feria de los martes en Silleda, recuerda que en aquel momento la prohibición inicial había sido por 8 días pero había acabado extendiéndose durante tres meses. «No sabemos si van a ser solo dos semanas o dos meses y es necesario que no se produzca mucho tapón y acumulación de ganado en las explotaciones porque eso haría que fuera inviable retomar el funcionamiento normal cuando las restricciones se levanten», afirma.

A partir del lunes los animales saldrán directamente de las explotaciones a los mataderos mediante el trato directo de los distintos operadores y sin referencias de cotizaciones

Por eso considera que, si las autoridades no lo prohíben (la actual limitación afectaría solo a la celebración de ferias y mercados), el sistema comenzará a funcionar a partir del lunes mediante el trato directo, con la compra en las explotaciones y sin el paso intermedio del ganado por los mercados semanales. Al perderse la referencia de las cotizaciones que se fijan actualmente en las mesas de precios de las ferias, el precio quedará fijado mediante la simple negociación entre el tratante o comprador final y el ganadero, pero Julio estima que «es preciso que el mercado de la carne se siga moviendo, aunque sea de este modo».

Sin alternativa por ahora

Preguntada por las consecuencias del cierre de mercados, la Consellería de Medio Rural asegura simplemente que «se están evaluando» pero sin avanzar posibles alternativas o soluciones, lo que denota cierta falta de previsión a la hora de adoptar determinadas medidas que afectan al sector y en las que el departamento que dirige José González parece ir a remolque de las autoridades sanitarias.

Medio Rural solo acierta a decir que se «están evaluando» las consecuencias que tendrá el cierre de los mercados de referencia

De hecho, en la tarde del jueves desde Medio Rural no se preveía el cierre de los mercados de referencia semanales, cuenta el responsable del de Castro, que urge alguna alternativa. «Alguna solución tendrán que adoptar para dar salida a los animales, porque sino la parálisis de la cadena y el caos en las explotaciones va a ser importante. Hay cosas de primera necesidad que tienen que seguir funcionando porque la gente tiene que comer y esto es una cadena y a los mataderos hay que abastecerlos para que luego ellos puedan abastecer a la población», argumenta Roberto.

Los mataderos cuentan habitualmente con contratos de suministro con cebaderos por lo que la posibilidad de desabastecimiento es más remota en este caso, pero aquellas pequeñas carnicerías que compran uno o dos terneros a la semana se verán más perjudicadas si su método habitual de suministro es comprar directamente a tratantes o a ganaderos.

Evitar la pérdida de valor de los terneros para sacrificio

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Desde el 1 de febrero entró en vigor la flexibilización de la edad de sacrificio dentro de Ternera Gallega

Además del riesgo de desabastecimiento de los mataderos, otra de las consecuencias importantes del cierre de las ferias semanales de ganado de Amio y Silleda (en el caso de la de Castro no se daría pues prácticamente solo entran terneros de recría) es que los tratantes y, a través de ellos, las explotaciones de vacuno de carne, pierden uno de sus canales de compraventa tanto de animales para vida como de animales destinados al sacrificio.

En la última subasta, celebrada este miércoles en Amio, se movieron 204 cabezas de vacuno mediano y 168 de vacuno mayor. En el celebrado el día anterior, el martes en Silleda, se vendieron 130 terneros carniceros y 233 reses de vacuno mayor, un volumen importante de ganado que hará resentirse a toda la cadena.

Marzo y abril ya son habitualmente meses complicados para los productores de carne de vacuno en los que tienen dificultad para dar salida a la producción por la acumulación de ganado en el mercado

En el conjunto del mercado de carne gallega, seguramente las menos perjudicadas serán las explotaciones que están acogidas al sello Ternera Gallega, ya que tradicionalmente estos animales son los que menos se mueven a través de las ferias semanales, más allá de la fijación de cotizaciones que se establece todas las semanas como referencia de precios en Amio.

En el caso de Ternera Gallega, además, y de la carne en general, igual que de otros productos agroalimentarios, el aumento generalizado del consumo en los supermercados está haciendo aumentar la demanda estos días, aunque la incertidumbre impide hacer predicciones sobre la evolución a más largo plazo, en una época del año, además, la de los meses de febrero, marzo y abril, en el que existen ya de por sí problemas habitualmente por el mayor consumo de carne de cerdo y la acumulación de ganado vacuno en el mercado, lo que provoca habituales bajadas de precios.

A mayores, otra de las consecuencias, ya no solo derivadas del cierre de las ferias, sino también de las posibles restricciones de movilidad y de las recomendaciones hechas a la población, podría ser que los animales de ceba o de desvieje que hay en las explotaciones podrían sufrir retrasos por problemas logísticos o de transporte en su salida con destino a los mataderos a consecuencia de las dificultades añadidas para salir de las explotaciones.

La ampliación de la edad de sacrificio hasta los 12 meses dentro de Ternera Gallega, que entró en vigor el pasado 1 de febrero, da más margen a aquellas explotaciones que se vean afectadas por posibles retrasos motivados por problemas logísticos o de transporte

Esto podría llevar a algunos animales a superar la edad de sacrificio, perdiendo de este modo valor. Esta fue una de las razones que llevó al Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia a impulsar una modificación en los Pliegos de Condiciones para ampliar la edad de sacrificio de manera que al pasar de los 10 meses los animales marcados tanto como Ternera Gallega Suprema como como Ternera Gallega no pasaran directamente a ser considerados Añojo, con la pérdida de valor aparejado que esto supone, sino que puedan ser vendidos hasta los 12 meses dentro de Ternera Gallega. Esta modificación, que entró en vigor desde el pasado 1 de febrero, ayudaría en caso de que las ganaderías se vieran obligadas a retener más tiempo del habitual los animales en las explotaciones.

Prevenciones para evitar el contagio en las explotaciones y ausencia de recomendaciones específicas

Gandería Neiras SC entrega a Danone desde fai 14 anos

En las explotaciones se están extremando las precauciones reduciendo a las extrictamente necesarias las visitas

El sector productor está extremando también las precauciones para evitar posibles contagios, minimizando los riesgos de propagación del Covid-19. En muchas ganaderías se están restringiendo las visitas al mínimo imprescindible y las empresas que garantizan tanto la cadena de suministros a las granjas como las encargadas de dar salida a la producción están también adoptando medidas de prevención por su cuenta.

Algunas empresas recomiendan a los conductores de los camiones usar guantes y mascarilla

De hecho, aunque la recogida de leche, por ejemplo, se está llevando a cabo con normalidad en toda Galicia, hay empresas que han puesto en marcha ya un protocolo de seguridad a seguir por parte de los conductores de los camiones, que incluye, en algunos casos, trabajar con mascarilla y con guantes cuando se efectúa la recogida de la leche en las explotaciones o cuando se descarga en las instalaciones en la propia planta de procesado.

Decisiones similares las están también adoptando las empresas que suministran, por ejemplo, el pienso en las ganaderías, tratando de reducir dentro de lo posible el contacto con los ganaderos y el personal de las explotaciones y, por lo tanto, de este modo los posibles focos de contagio o trasmisión de la enfermedad.

Medio Rural no cuenta con un protocolo específico a seguir por parte de las explotaciones para evitar los contagios a pesar de tratarse de una de las actividades que no puede parar su actividad

Sin embargo, no existe un protocolo específico a seguir para el sector agroganadero y las recomendaciones se limitan a las dictadas por las autoridades sanitarias con carácter general para el conjunto de la población, según indican desde la Consellería de Medio Rural, a pesar de que para el comercio y otras actividades se ha decretado su cierre inmediato desde el día de hoy, algo que en el caso de las explotaciones agroganaderas no es posible llevar a cabo.

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