Cuenta atrás para la saca de tres millones de toneladas de madera quemada

El sector forestal ya ha iniciado la venta de lotes afectados por los incendios en un intento de evitar su depreciación. El impacto de posibles plagas también preocupa, sobre todo en la zona fronteriza con Portugal, de especial vigilancia por el nematodo del pino

Cuenta atrás para la saca de tres millones de toneladas de madera quemada

Madera quemada en los incendios del 2006 aún en pie, al lado de la autopista A-9 en Santiago.

En Galicia ardieron este año más de 60.000 hectáreas -49.000 en octubre-, de las que alrededor de 30.000 estaban arboladas. Es el peor dato de la última década, desde los incendios del 2006 (95.000 hectáreas) y deja una situación preocupante en el monte. Hay al menos tres millones de toneladas de madera afectada por los fuegos pendiente de saca, un 35% de lo que se tala en Galicia un año normal. Si no se corta en cuestión de meses, perderá valor y creará riesgos fitosanitarios para el monte.

Los propietarios forestales están concienciados sobre el problema y ya hay comunidades de montes vecinales que iniciaron la venta de los lotes quemados. «Lo prioritario es sacar la madera de pino, sobre todo la de sierra, que se puede azular en el monte y perder valor, pero lógicamente, cuando se vende un lote, lo ideal es vender en conjunto madera de sierra y de trituración» -explica Xosé Covelo, de la Asociación Forestal de Galicia.- «El eucalipto, si no tuvo una afección muy seria, puede aguantar más, pero el pino de sierra en seis meses puede depreciarse hasta la mitad de precio», calcula.

Desde la Asociación Forestal de Galicia están en contacto con el sector industrial y maderero para tratar de que se mantengan los precios de mercado, así como para pedir prioridad en la tala de la madera quemada. «Siempre que hay madera quemada, puede bajar el precio unos 3-4 euros por tonelada, ya que hay un desperdicio mayor, vamos a decirlo así, pero no debería bajar más. Otra cuestión es que si hay mucha madera de diámetro pequeño, tire para abajo el precio medio del conjunto del lote. De hecho, interesa que esa madera pequeña tenga aprovechamiento comercial dentro de lo posible, pero la madera buena se tiene que pagar bien», defiende Xosé Covelo.

Con la madera no comercial y con los restos de tala, la Asociación Forestal recuerda la conveniencia de triturarlos sobre el terreno, a fin de crear en el suelo un acolchado que reduzca la erosión de tierra y cenizas.

Posición de la industria
Ana Oróns, la secretaria general de Confemadera Galicia, la patronal gallega de la madera, está de acuerdo en el mantenimiento de precios de la madera quemada. «Hay un compromiso de la cadena de la madera para el mantenimiento de precios en función de calidades y usos. Estamos a disposición de los propietarios. Ahora bien, no somos los propietarios de la madera. Animamos a los propietarios particulares a que contacten con las empresas de aprovechamiento forestal o con asociaciones de propietarios para extraer esa madera del monte lo antes posible. Es necesario sacarla tanto para no perder calidad como para evitar plagas o enfermedades», subraya.

Desde Confemadera son conscientes de que el minifundio provoca en ocasiones que haya propietarios que no son conocedores de la ubicación exacta de sus fincas, lo que lleva a que en el monte exista aún madera quemada de los fuegos del 2006 y también de los últimos años.

Otro problema al que alude Ana Oróns es la dificultad que genera la burocracia de los permisos de tala, sobre todo en zonas con afección de Patrimonio, Confederación Hidrográfica y otros organismos sectoriales. «Pueden pasar meses hasta tener un permiso. Es un problema que nos limita bastante y que representa una dificultad para sacar la madera en plazos cortos».

Área de vigilancia espacial del nematodo
Por cuestiones sanitarias, la mayor prioridad de extracción de madera se sitúa en la franja de 20 kilómetros más próxima a la frontera con Portugal. Los casos de nematodo del pino que hay en el país vecino y los dos detectados en Galicia en As Neves y Salvaterra obligan a la saca de toda la madera decaída o quemada antes de cada primavera, una tarea que este año se presenta titánica.

La Asociación Forestal de Galicia apunta la necesidad de que tanto las industrias como la Administración prioricen las acciones en el entorno de la frontera. «Hay que sacar toda esa madera antes de que comience en primavera la época de vuelo del insecto vector del nematodo, el «Monochamus». Tienen que agilizarse los permisos de tala y movilizar no sólo la madera comercial sino también la no comercial», recuerda Covelo.

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