El doctor en Ingeniería Agroforestal y hasta hace solo unos días director de la Escuela de Ingeniería Forestal del campus de Pontevedra de la Universidad de Vigo, Juan Picos es uno de los expertos que está trabajando en la elaboración del Inventario Forestal Continuo de Galicia, del que se han presentado nuevos datos este mismo mes. Con él ahondamos más sobre este Inventario y lo que supone para Galicia.
-Acaban de presentarse nuevos datos preliminares del Inventario Forestal Continuo de Galicia, ¿qué puede aportar disponer de este inventario?
-Para desarrollar cualquier tipo de política en el sector forestal, que es estratégico para Galicia, habrá que hacerlo basándose en la mejor información posible. Disponer de información actualizada, que mida el monte gallego de manera correcta y que además esta información sea compartida con el sector y con las Administraciones públicas nos debería ayudar a hacer políticas mucho más acaidas. No tiene sentido que en un sector como el forestal de Galicia se trabaje en políticas tomando información de hace años e incluso con errores metodológicos como los que se recogen en el Inventario Forestal Español, que tiene una tasa de actualización muy lenta, ya que la última vez que se hizo trabajo de campo y cartografía fue en el 2009, que se publicó en el 2011.
Además, echar mano de este inventario nacional ya no es solo un problema de actualización sino que es un documento diseñado para el conjunto del Estado y tiene problemas para recoger la realidad de un monte tan fragmentado y de propiedad individual y pequeña y con especies de crecimiento rápido como tenemos en Galicia. Sin datos solo tenemos opinión y creo que las políticas deben estar basadas en información técnica, científica y solvente.
-¿Es el Inventario Forestal el primer paso hacia una regulación de la gestión del territorio y una ordenación de este?
-El Parlamento después del dictamen de la comisión sobre la ola de fuegos y el Plan Forestal acordaron que Galicia tenía que tener este instrumento. Por nuestra parte estamos ayudando para que sea lo más solvente posible desde un punto de vista científico. Luego cada quien deberá hacer las políticas oportunas.
“Apostamos por ofrecer información abierta, transparente y pública, de manera que la gente puede entrar y ver dónde está su parcela”
-¿Cómo está resultando trabajar en este Inventario?
-Hay que destacar que el Inventario es un proyecto conjunto, de entidades públicas y Administración. No es una subcontrata de la Xunta, sino que es un trabajo conjunto. Apostamos en todo momento por ofrecer información abierta, transparente y pública. La gente puede entrar y ver dónde está su parcela e incluso si nos hemos equivocado puede decírnoslo. Se van a poder ver todas las mediciones que hagamos, no solo las finales, y esta información puede valer para otros temas. Estamos empleando sistemas y tecnología innovadoras y en la gestión de la información estamos apostando por la transparencia total, cuando no es nada frecuente que se haga así. Estamos haciendo la cartografía de 17 millones de parcelas, lo lógico es que nos equivoquemos, pero no tenemos miedo a mostrar nuestros datos, porque precisamente de esa manera podemos llegar a corregir los posibles errores que podamos tener. Además, al ser un trabajo continuo solo llegaremos a que cada año los resultados sean mejores.
“El Inventario sirve para contextualizar y conocer la realidad en cada parte de Galicia, porque probablemente las políticas que se deban tomar sean diferentes”
– Buena parte de la población del Eje Atlántico gallego tiene la idea de una Galicia ‘eucaliptizada’, pero los números del Inventario Forestal no dicen exactamente eso. Habla de una realidad muy diversa en la comunidad, en función de las provincias. ¿Cómo describirías tú el mapa forestal?
-Galicia es muy grande y diversa para tener una única foto fija. Si miramos por áreas, para aquellas personas que solo se mueven entre A Coruña y Vigo por la AP-9 van a ver que predomina el eucalipto, pero no tiene sentido pensar que toda Galicia es así. Tenemos unas zonas con más ocupación de eucalipto, pero tenemos otras en las que la presencia de esta especie es testimonial. Lo importante de este tipo de trabajos es que sirven para contextualizar y conocer la realidad en cada parte de Galicia, porque probablemente las políticas que se deban tomar sean diferentes.
-También se aprecia una notable diferencia entre la costa y el interior de Galicia. ¿A qué se debe?
-Sí. Esto se debe a que la especie de eucalipto que primero se introdujo fue el Globulus, que no resiste bien a las heladas. Desde hace años las plantaciones son de eucalipto nitens, más resistente a las bajas temperaturas, lo que propició que se haya extendido a otras zonas, de ahí que haya habido esa preocupación por encontrar repoblaciones de eucalipto donde antes no las había. A día de hoy la masa de eucalipto más consolidada es la que está en la costa.
“No tiene mucho sentido apostar solo por una única especie cuando la biodiversidad siempre es buena desde un punto de vista natural e incluso económico”
-¿Es posible cambiar este paisaje costero o las condiciones edafoclimáticas limitan la expansión de otras especies de frondosas caducifolias autóctonas en estas zonas?
-Las condiciones de suelo y clima condicionan el crecimiento de especies, pero siempre hay un abanico de especies que pueden vivir y pueden ser promovidas. No tiene mucho sentido apostar solo por una única especie o grupo de especies cuando la biodiversidad siempre es buena desde un punto de vista natural e incluso económico. Tenemos que explorar todas las posibilidades que tiene nuestra tierra. Las políticas forestales también tienen que contribuir a esa diversidad y que se apueste por otras especies.
-¿Qué va a pasar cuándo finalice la moratoria del eucalipto en el 2025? ¿Eres partidario de mantener alguna regulación sobre la especie?
-Creo que tiene todo el sentido tener una regulación sobre el eucalipto más allá del 2025. Hace falta abrir el debate si debe ser la misma moratoria que tenemos a día de hoy o si debe cambiar. El Inventario va a ir suministrando datos que pueden ayudar a ese debate, pero quizás en el 2025 aún no se pueda abordar como es debido y se tiene que mantener aun unos años más esa moratoria. Este es un tema que preocupa a la gente y precisamente uno de los objetivos de las políticas es regular los temas que preocupan a la sociedad.
“Podemos tener un desfase de un par de años para identificar plantaciones hechas de manera ilegal, porque mientras las plantas son pequeñas no se pueden ver con claridad desde el satélite, pero al ser un Inventario Continuo se acaban detectando”
-¿Técnicamente es ya posible detectar vía satélite donde se está plantando eucalipto de manera ilegal, como puede ser en superficies de antiguos pinares o masas de frondosas, o en tierras agrarias?
-La tecnología que estamos empleando en el Inventario Forestal de Galicia es capaz de detectar las coberturas, pero lo que no podemos es aspirar a ver desde satélite con claridad una planta de un palmo de altura plantada en otro tipo de cultivo. La ventaja de la continuidad del Inventario nos va a permitir descubrir estas irregularidades. Así, en el momento en que el tamaño del árbol nos permite identificar con el sensor la especie de la que se trata se pasarán esos datos. Así se tardará más o menos, pero las irregularidades se detectan. Este es también uno de los motivos por los que estamos haciendo cartografías mensuales que actualizamos año a año. En el caso del eucalipto podemos tener un desfase de un par de años para identificar dónde está creciendo, pero aunque tardemos unos años, esas plantaciones hechas de manera ilegal acabara sabiéndose y luego la Xunta deberá abrir el expediente o tomar las medidas oportunas. Nosotros solo identificamos lo que hay en la parcela y luego la Xunta determina si es legal o no.
-Más allá de la moratoria establecida hasta el 2025, dentro de 5 o 6 años se espera que se alcance el pico de talas de eucaliptos, ¿será un momento clave para decidir el mapa forestal de Galicia?
-Creo que no. Creo que las decisiones que hay que tomar sobre el territorio deben ir más allá de un hecho coyuntural como son las talas. Lo lógico es que en función de la vocación, los valores a proteger, la productividad del sitio… entre otros aspectos, se debe ordenar el territorio. Esas ordenaciones a veces tienen consecuencias si el volumen se acumula antes o después, pero lo lógico es tener una ordenación del territorio en la que el conjunto de las producciones tenga un flujo constante. Mi opinión es que no debería de condicionarse, sino más bien al contrario. Creo que eso es una advertencia para quien consume esa madera, ya que debe asumir que unos años después baje la producción de madera.
-¿Qué volumen estimado de talas podría haber?
-Ese es un aspecto sobre el que están trabajando aún desde la USC y por ahora es temprano para dar esos datos.
-En este momento ya buena parte del eucalipto que se corta en Galicia va para fuera de la comunidad por falta de capacidad industrial para transformarlo. ¿En qué medida se agravará este problema en el futuro y cómo repercute en el retorno económico que estamos perdiendo?
-Partiendo de lo básico, si producimos un producto primario el número de transformaciones que se hacen en nuestra área añaden valor y generan empleo local, así como otros aspectos que son positivos. Una vez que produces el recurso lo ideal sería que como salga de la comunidad lo haga ya transformado y con el mayor valor añadido posible. En Galicia en estos momentos se está cortando mucho eucalipto, no es tanto que nos falte transformación sino que se está cortando mucho. Así, si alguna de esas fábricas cerrase volvería a cambiar ese equilibrio. Así, no deberíamos ajustar el volumen de producción con lo que tenemos a día de hoy. Es verdad que en el monte que estamos midiendo se puede predecir la producción que va a tener y sería interesante que la mayoría se transformara en Galicia, pero ver si es positiva una fábrica u otra es un tema que no me corresponde. Como base, produzcamos en Galicia lo que más valor pueda generar y lo comercialicemos cómo mayor valor pueda generar.
“Es un buen síntoma que la gente vuelva a plantar pino, pero la superficie de pino se ha ido reduciendo en los últimos años”
-Y al margen del eucalipto, ¿se valora establecer regulaciones sobre otras especies como el pino?
-Por el momento lo que se ha visto ha sido un incremento de la venta de pino en los viveros, independientemente de eso puede que la superficie general de pino se esté reduciendo, bien sea por masas de pino que se repoblaron con eucalipto antes de la moratoria o masas de pino que se cortaron o que ardieron y no se repoblaron, por lo que yo no sería muy optimista con el incremento de la superficie general del pino. Puede ser un buen síntoma que la gente vuelva a plantar pino, pero hay otros factores que contribuyen a que la superficie de pino se venga reduciendo en los últimos años.
– ¿Cuál es el escenario forestal de la provincia de Ourense, que a nivel maderero de talas es irrelevante año tras año?
-Con el Inventario no solo buscamos medir lo que hay, sino ver como es la dinámica, ya que hay zonas como Ourense, con mayores recursos forestales de los que después salen al mercado, por lo que es importante preguntarse qué está aconteciendo aquí para que no haya movimiento de esos recursos. Por eso estamos estudiando de manera individualizada cómo son las empresas que hacen los trabajos forestales, dónde están los centros de consumo y a la par estudiando la tipología de los propietarios, un trabajo que estamos haciendo con el Instituto Gallego de Estadística (IGE). Puede darse qué haya muy buena madera en una parcela que ya no tiene propietarios, por lo que esa madera no va a salir al mercado por muy buena que sea o aunque haya empresas que la quieran comprar. Así, lo primero es saber cuánta madera hay, después ver dónde está y luego ver los motivos por los que se encuentra en una situación u otra. Así en función de cómo sea el diagnóstico pueden activarse distintas medidas para atajarlo.
En el caso de la provincia de Ourense parece que no es tanto un problema de falta de recurso, aunque hay menos que en otras zonas, sino que más bien ese recurso no está entrando en el mercado de la manera que debería.
“En Ourense no es tanto que no haya madera en el monte, sino que más bien ese recurso no está entrando en el mercado”
-¿Estáis trabajando en saber por qué no está entrando esa madera en el mercado?
-Ya hemos publicado lo que conocemos como Mapa de Disponibilidad, elaborado en base a datos como el tamaño de la parcela, la pendiente, la accesibilidad… Esta herramienta nos permite ir más allá y conocer en qué zonas de la provincia de Ourense hay recursos que no se están aprovechando. Seguimos trabajando en esta línea. Poder concretar cuál es la situación de cada zona es la fortaleza de estas herramientas, porque puede que las medidas que son necesarias en A Veiga no sean adecuadas para Celanova.
-¿Qué información ofrece ya este Mapa de Disponibilidad al respeto de la situación de la provincia de Ourense?
-Aun no tenemos exactamente el perfil del propietario, ya que tenemos el perfil del propietario que corta madera y nos falta conocer el del que no corta la madera, que es lo que más nos preocupa. Ese es un aspecto en el que estamos trabajando con el IGE. Probablemente ese dato sea parte de la respuesta al problema. Sabemos ya que hay mucha madera en parcelas muy pequeñas y hay otra madera que está en comunidades donde esa venta de la madera está funcionando relativamente bien. Es posible que haya que buscar la manera de agrupar esa madera que se encuentra en parcelas tan pequeñas para poder comercializarla. Creo que hacia ahí deben ir los incentivos, pero debe hacerse de manera muy concreta, trabajando con la gente de la zona sobre soluciones para esas parcelas que tienen problemas de viabilidad económica por su tamaño.
“Elaboramos un Mapa de Combustible que permite una clasificación de la superficie atendiendo al comportamiento de la vegetación ante el fuego que puede ser utilizado en las estrategias de extinción”
-Cuando se habla de monte, especies y gestión forestal uno de los temas que sale siempre a debate y preocupa es la incidencia de los fuegos forestales. ¿Se recoge algo sobre los incendios en el Inventario Forestal?
-Estamos desarrollando un Mapa de Combustibles, una clasificación de la superficie atendiendo al comportamiento de la vegetación ante el fuego, en función de las especies y su estructura, ya que no es lo mismo que una plantación tenga mato, así como la tipología o la altura de este mato. El reto no es solo tener un mapa de combustible sino tener una metodología eficaz que permita actualizarlo de forma sistemática, ya que una de las finalidades que tendrá es como herramienta para las brigadas forestales y para ellas es fundamental que esté actualizado, ya que para que pueda ser utilizado ante los fuegos debe contener información actual del estado del monte.
Ahora estamos trabajando con la Dirección General para desarrollar este tipo de mapas de combustible actualizados. De manera experimental ya desarrollamos un Mapa de combustible para el Distrito Forestal del bajo Miño.
Para poder disponer de información sobre la estructura de la vegetación tenemos que esperar a que finalice el vuelo Lidar que está haciendo ahora el Ministerio, que nos permitirá de ver cómo es ese mato, para ver la tipología de combustible que tenemos. El inventario también va a dar un apoyo a la prevención de incendios forestales, al tener un mejor conocimiento sobre el combustible que hay en el monte y las zonas de mayor riesgo y poder ajustar la prevención en esa dirección.
-A vista de los resultados de la actualización del Inventario Forestal, ¿en qué situación crees que se encuentra Galicia para aprovechar la oportunidad que supone el mercado de créditos de carbono?
-Aunque no estoy trabajando directamente en este tema, entiendo que es positivo que Galicia llegue a dotarse de una regulación de este tipo de proyectos forestales vinculados con el mercado de carbono, que esté adaptada a la realidad gallega. En Galicia tenemos figuras forestales singulares, como pueden ser los montes vecinales, por lo que hace falta tener una regulación específica. Tenemos además una fragmentación de la propiedad lo que dificulta que se ajuste a proyectos de mayor tamaño que se puedan hacer en otros territorios de España. Creo que es positivo que la Xunta entre a regular y dar transparencia sobre estos proyectos. El Inventario Forestal también va a contribuir a proporcionar información que pueda ser de utilidad, ya que dibuja el marco general de Galicia, pero este tipo de proyectos deben contar con su propio sistema de medición y seguimiento exacto, así como su mercado y que este mercado esté regulado por la Xunta.
-Por último, y en el plano más personal, ¿hacia dónde tienes previsto orientar tu carrera profesional en el futuro?
-Soy trabajador permanente en la Universidad de Vigo y ahora que acabo de dejar de ser director de la Escuela de Ingeniería Forestal, tras finalizar mi mandato, voy a tener más tiempo para investigar, que es donde quiero estar. Siempre estoy a la búsqueda de conseguir nuevos proyectos e iniciativas.